En el reino animal, la batalla por una pareja puede ser brutal, particularmente para el perdedor. Per parece que en un desafortunado giro de acontecimientos, en una zona silvestre de Alaska, incluso el ganador de un duelo resultó perdiendo. Todo por las inclemencias del tiempo.
La escena de dos alces machos que luchaban por demostrar dominio, terminó siendo épica cuando los animales quedaron congelados y perfectamente preservados en un río cuyas temperaturas bajaron estrepitosamente. Es muy probable que el violento encuentro haya sido por tener acceso al apareamiento con hembras, que es la causa más frecuente de los duelos entre machos dominantes, excepto que en algunas ocasiones la naturaleza resulta tener el dominio.
El trágico y hermoso hallazgo de los alces fue documentado por Jeff Erickson, de Unalkeleet, un pequeño pueblo de Alaska occidental. Cuando Erickson llegó con la intención de observar a los alces en medio del duelo, alertado por su amigo Brad Webster, la pareja de machos ya estaba empezando a congelarse en el río. Pero cuando volvió con un vehículo y una moto sierra, con la intención de romper el hielo y sacar a los animales, ya era tarde, por lo que no tuvo más opción que ser testigo de la conclusión de aquel momento épico.
Erickson relata que el evento pudo haber ocurrido después de que uno de los machos le propinara un golpe mortal al otro, con la mala fortuna de encontrarse rápidamente atrapado en la cornamenta de su rival.
Los alces no pudieron permanecer en el hábitat que les dio vida y muerte. Sus cabezas fueron removidas del río, enganchadas como habían quedado bajo el hielo. Su destino, de haber podido ser una bella tragedia al natural, se transformará en uno mucho más triste y banal, porque Webster planea crear un «muy original» trofeo de caza, en una muestra diferente de esa otra brutalidad que se vive en lo salvaje.
Fuente, IFLS
El Ciudadano