Por primera vez una compañía privada ha sido autorizada por la Agencia Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos para realizar un viaje a la Luna. Se trata de la empresa Moon Express, con base en el estado de Florida, que lanzará sondas robotizadas que aterrizarán y se desplazarán por la superficie de nuestro satélite.
Se espera que la misión comience a fines de 2017, en un acontecimiento que significaría el comienzo de una nueva era de exploración –y explotación– al satélite; un hecho que también abriría un marco legal inexistente, informa Sinc.
Según la Agencia Federal de Aviación, “el lanzamiento de la sonda no pone en peligro la salud pública, la seguridad de personas, ni los intereses nacionales o de política exterior”.
La misión es posible gracias a un acuerdo internacional, el Tratado del Espacio Exterior, que establece que ningún país puede apropiarse la órbita de la Tierra, la luna o cualquier otro cuerpo celeste, y que la exploración del espacio es un derecho internacional.
En este marco legal es que las autoridades estadounidenses autorizan a Moon Express la exploración de la Luna.
El tratado explicita que “las actividades de entidades no gubernamentales en el espacio exterior, deben requerir la autorización y continua supervisión de los estados parte de este tratado”.
Aquí viene la parte menos romántica, porque la misión privada MX-1E tiene por objetivo inaugurar un nuevo sector industrial en la minería lunar. Cuando Moon Express logre dominar los viajes al satélite, comenzará a extraer platino o helio-3, un combustible que podría dar inicio a la energía de fusión nuclear limpia (no es radiactivo).
El Ciudadano