La NASA ha liberado un nuevo video de la Nube de Smith, una nube de alta velocidad que es probable que choque con la Vía Láctea en aproximadamente 30 millones de años.
La nube tiene una masa equivalente a 2 millones de soles y se está moviendo a 310 kilómetros por segundo. Fue descubierta en 1936 por el astrónomo Gail Smith y por muchos años se pensó que era sólo una más de las varias nubes de alta velocidad que rodean a nuestra galaxia.
Esta idea cambió este siglo, cuando unos astrónomos observaron la Nube de Smith con el radio telescopio ‘Green Bank’, en West Virginia (EEUU), y descubrieron que estaba en camino de chocar con la Vía Láctea.
De pronto supimos hacia dónde iba, pero no de dónde venía, así es que en los últimos años, un grupo de astrónomos ha estado investigando el origen de la Nube de Smith y publicó sus descubrimientos en Astrophysical Journal Letters a principios de este año.
Andrew Fox, astrónomo del Space Telescope Science Institute y coautor del estudio, explica en el video (abajo). «Hay dos teorías; una es que la nube fue expulsada desde la Vía Láctea, probablemente por un cúmulo de explosiones de supernova. La otra es que la Nube de Smith es un objeto extragaláctico que ha sido capturado por la Vía Láctea».
El equipo ha trabajado con el Telescopio Espacial Hubble para analizar cuidadosamente la luz absorbida por la nube. Con esta técnica, los autores pudieron estimar la abundancia de diferentes elementos en la Nube de Smith. Los científicos descubrieron que la gran cantidad de sulfuro en la nube es similar a la que hay en el disco externo de la Vía Láctea, lo que sugiere que la primera hipótesis podría ser la correcta.
«La nube parece haber sido eyectada desde dentro de la Vía Láctea y ahora está volviendo. Se está fragmentando y evaporando a medida que se abre paso a través de un halo de gas difuso que rodea a nuestra galaxia. Básicamente se está desmoronando», agrega Fox.
Aunque está perdiendo partes, la Nube de Smith seguirá siendo grande cuando colisione con nuestra galaxia en el futuro. Cuando esto ocurra, no provocará daño alguno, pero los astrónomos esperan que, a medida que vuelve a la galaxia, su gran depósito de gas se comprima y se convierta en muchas estrellas nuevas.
Por IFLScience
El Ciudadano