La Universidad de Costa Rica (UCR) ahorrará en este año unos ¢150 millones (cerca de USD 300 mil), porque dejará de pagar por licencias de algunos programas de software privativo y adoptará software libre.
El software libre es aquel que se puede adaptar, modificar y distribuir sin limitaciones. Además, en su mayoría, es gratuito.
El pasado 13 de setiembre, el Consejo Universitario de la UCR declaró de interés institucional el uso, promoción e investigación del software libre en este centro de estudios. Además, pidió a las autoridades internas “adoptar el uso del software libre en aquellas actividades en las que demuestre tener la misma o mejor funcionalidad que su equivalente privativo”.
Según explicó Alonso Castro, de la Comisión Institucional de Equipamiento de la UCR, el análisis para llegar a este acuerdo tomó cerca de tres años. Durante este tiempo se estudió el software que era fácilmente migrable de privativo a libre, el que no tiene un equivalente en versión libre y el que está hecho a la medida de las necesidades de la UCR.
Según Castro, una de las conclusiones fue que se podían cambiar de manera sencilla –pero dando capacitación– los paquetes de ofimática, es decir, programas para crear documentos, hojas de cálculo y presentaciones. Hasta ahora, la UCR alquilaba las licencias del paquete de ofimática Office a Microsoft por ¢60 millones (alrededor de USD 120 mil) al año, pero ahora dejarán de hacerlo, pues usarán en la mayoría de los casos el paquete LibreOffice, declarado de interés institucional por el Consejo Universitario.
De manera similar, la UCR dejó de pagar por muchas de las licencias (aunque no todas) de programas de diseño a la compañía Adobe y pasaron a opciones libres.
La Nación preguntó a Microsoft si esta decisión la afectaba. Aunque no hubo una respuesta directa, Vilma Villalobos, encargada de asuntos gubernamentales de Microsoft para Latinoamérica, Puerto Rico y Perú, explicó que la empresa está “comprometida en impulsar la interoperabilidad”, y que “esto resulta en más posibilidades de elección para los usuarios, más oportunidades para los desarrolladores, y más innovación tecnológica y competencia de mercado para empresas, Gobiernos y usuarios”.
Fuente: La Nación de Costa Rica
El Ciudadano