Toyota está desarrollando un servicio de transporte totalmente eléctrico y sin conductor que se utilizará específicamente para servicios comerciales en asociación con los principales actores, como Amazon, Didi, Pizza Hut y Uber. También podría representar un nuevo tipo de relación de auto-conducción para la compañía de ride-hail, Uber, según se consigna en el sitio web Recode.
En la misma línea de Toyota, Uber también está trabajando con otras compañías como Volvo y Daimler en automóviles sin conductor. La relación de Uber con Volvo implica acordar la compra de 24.000 autos que se equiparán con la tecnología y el software propios de la compañía de ride-hail. Con Daimler, el acuerdo es simplemente que el fabricante de automóviles alemán aprovechará la red de Uber.
Por otra parte, lo de Toyota con Uber está en el medio. Al igual que con Volvo, Uber integrará su propia tecnología de autodirección de extremo a extremo en estos transbordadores, debido a que, según Jeff Miller, su jefe de desarrollo de negocios, les permitió tener una mejor idea de qué tan rápido podría implementar su software.
A diferencia de las otras dos ofertas, Uber espera tener un cierto grado de control sobre la experiencia en el automóvil con Toyota. Para Miller es importante el trabajo en conjunto debido a la responsabilidad que estos autos representan. «La creación de una cabina personalizada diseñada en torno a nuestra experiencia como piloto es única. No hay ni un solo (auto sin conductor) en el mundo de hoy, cuyo propósito esté pensado teniendo en cuenta el paseo compartido», señaló.
En esa línea alabó su trabajo en conjunto con la empresa japonesa. «Uber ciertamente no ve a Toyota como un doblador de metal, hay mucho por explorar sobre cuál será el modelo de negocio que sustenta esta plataforma (…) Uber tiene una mente abierta al igual que Toyota. Odiaría ser específico ahora y limitar las áreas de exploración», dijo a la web.
En cuanto a Toyota, esto representa una gran evolución para la empresa, puesto que hace cuatro años señalaron que no desarrollarían autos sin conductor.
El Ciudadano