Tras décadas hundido, un grupo de buzos descubrió que en el Titanic, sorprendentemente se encontraban muchos artículos en perfecto estado.
El Titanic, mejor conocido como el buque de los sueños, se ahogó en las profundidades del océano el 14 de abril de 1912, aún cuando sus ingenieros aseguraban que “ni el mismísimo Dios sería capaz de hundirlo». Con el naufragio del barco no solo desaparecieron vidas, sino también el mobiliario que viajaba en él.
El Titanic pasó varias décadas sumergido en las profundidades del mar en la costa de Terranova en Canadá hasta que en 1985 sus restos fueron finalmente descubiertos. Los buzos más curiosos han explorado la nave y han encontrado miles de artefactos que se pudren en el abandono, ahogados en el recuerdo.
Uno de estos artefactos es un violín que pertenecía a Wallace Hartley, líder de la banda que tocó ‘Nearest, My God, to Thee’ mientras el Titanic se sumergía en las profundidades del océano. En 2013 se vendió por 1,7 millones de dólares en una subasta en Reino Unido.
También se encontraron partituras interpretadas por los músicos. Es sorprendente pues, a pesar de llevar 73 años sumergidas en el océano cuando se encontraron, los buzos pudieron recuperarlas y se han exhibido en algunos lugares. La más famosa fue ‘Put your arms around me, honey‘, que corresponde a una producción de Broadway de 1910.
De la popular cinta de 1998 dirigida por James Cameron muchos recordamos campana que sonó sin parar cuando se descubrió que la trayectoria que seguía el Titanic lo haría chocar contra un gran bloque de hielo. Esta pieza se recuperó en la primera expedición de 1985 y se encuentra en la actualidad en el Museo del Titanic en Massachusetts
Asimismo, existen otros objetos que fueron rescatados como un abrigo en perfecto estado, un chaleco, un brazalete de oro rosa y un par de guantes que también sobrevivieron, así como un reloj que se encuentra congelado en el tiempo y marca la 1:45, momento en que se hundió en el agua.
También fue descubierto el menú, que aún se conserva, de la última comida que se sirvió en el barco (huevos Argenteuil, consomé fermier y pollo), el cual fue subastado en 2012 y vendido por 83.000 dólares.
Otro hallazgo sorprendente es un abrigo de piel que perteneció a una mujer de primera clase llamada Mabel Benneth y que solo llevaba un camisón cuando esperaba el bote salvavidas.
Se dice que el químico alemán Adolphe Saalfeld, llegó al Titanic con una bolsa llena de varias muestras de perfume, todas las cuales se encontraron en perfecto estado en el barco, décadas después del hundimiento del barco.
Saalfeld era un pasajero de primera clase que tenía intención de abrir su propia tienda de fragancias en Estados Unidos, un sueño que, lamentablemente, nunca pudo realizar como muchos otros que perdieron la vida durante el naufragio de la embarcación.
Actualmente existe un museo dedicado al Titanic en Belfast (Irlanda del Norte), mientras que en Massachusetts, Estados Unidos, se encuentra la Sociedad Histórica del Titanic, organización sin fines de lucro fundada en 1963 cuyo objetivo es la divulgación y preservación en la historia del transatlántico.
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