Poema enviado a nuestro correo por Silvia Cuevas-Morales
Daniel, compañero, Chile está contigo
Que el amor llegue a tu alma
Que el odio consuma a los que lo infunden
Que el castigo caiga
sobre los culpables directos
y sobre los que miran para otro lado
¡Basta de doble estándars!
¡Basta de hipocresía!
¡Basta de homofobia!
¡Basta de machismo!
¿Dónde están los pro-vida
que se llenan la boca con el derecho a vivir?
¿Dónde están las monjitas con sus rosarios?
¿Dónde están los senadores
que al oponerse a la ley anti-discriminación
han apoyado indirectamente esta agresión?
¿Dónde está la piraña que gobierna la nación?
Se prohíbe el amor entre iguales
mientras grupos neonazis avasallan a sus anchas
Como bien dijo su padre
¿quiénes son la mala raza?
¿quiénes son los que defienden el odio?
¿Acaso no tienen sangre chilena en sus venas?
Daniel, hermano, compañero
no estás solo
En muchas partes del mundo
muchos te acompañamos
a ti, a tu familia
A todos y todas los que han sido torturados
vejados, asesinados
No cesaremos en nuestra lucha
continuaremos denunciando
exigiendo leyes que respeten
el derecho a ser diferentes
En tu nombre Daniel Zamudio
En nombre de todas las Agnes
En nombre de todos los Stuarts
En tu nombre Pepa Gaitán
Y en nombre de todas las Pepas del mundo
En tu nombre Adriana Almeyda
En tu nombre Noxolo Nogwaza
En tu nombre Eudy Simelane
En nombre de todos los Octavios
En nombre de todos los Emilios
En nombre de los 70 homosexuales asesinados
en Perú en tan solo un año…
Y por todas aquellas vidas arrebatadas
seguiremos gritando bien alto
Que no están solos
Que no permitiremos que la barbarie
nos siga gobernando
Que aunque nos duelan los golpes
los insultos, el desprecio
sumaremos nuestras voces
hasta que nadie vuelva a mirar para otro lado
Uniremos nuestras manos
con el respeto de aquellas personas
que ya caminan a nuestro lado
Enarbolaremos nuestras banderas arco-iris
que ondearán libre más allá de nuestras diferencias
Unidos en el mismo clamor
unidos en un solo corazón
hasta que todas las conciencias
hayan despertado
Silvia Cuevas-Morales, Marzo 2012.
[Texto publicado en El Ciudadano por]