Un nuevo atropello fatal de ciclista, esta vez en Río Bueno y con participación de un camión, iniciando esta semana, ha despertado peticiones hacia las autoridades respectivas de proteger el derecho que tenemos los ciclistas de usar las vías de manera segura, para lo cual se demanda la condena del camionero involucrado.
Al menos en mi conocimiento de la noticia, no hay datos que permitan defender una solicitud de condena para el chofer, ¿estaba bajo la influencia de alcohol o sicotrópicos? ¿exceso de velocidad? ¿hablaba por celular sin manos libres y se distrajo? no sé, no he sabido de algún indicio de responsabilidad.
Pero no respaldo la impunidad. Ni creo que la muerte de esta persona sea algo accidental atribuible a la mala suerte (tan sólo la mala suerte de habitar Chile en el inicio del s. XXI).
Yo sostengo que sí hay culpabilidad criminal, pero esta radica en otras personas, otras esferas. La del chofer puede existir o no. La que ahora señalo siempre está presente, y aunque pasa desapercibido, ahí está. Me refiero a la esfera decisional, técnicos, autoridades políticas, legisladores, urbanistas. Por ahí debemos pesquisar en busca de culpables.
Pues yo opino que es un acto de responsabilidad criminal el tirar en la misma vía, a que convivan personas de velocidad y peso tan increíblemente distintas, que en magnitudes aproximadas, sería:
ciclista = 18 km/hr, 60 kg ciclista + 15 kg bicicleta
V / S
camionero = 70 km/hr, 80 kg camionero + 10.000 kg camión
¿A quién se le ocurre que ciclistas y vehículos rápido/pesados deben compartir las vías? si el pobre tipo del camión ni se enteró de su atropello hasta que le avisaron testigos presentes!!!
¿Podemos sentirnos criminales de pisar una cucaracha sin querer ? No puedo decir esto peyorativamente, si yo mismo soy cucaracha día a día.
Y sin embargo, la ley 18.290 es clara:
Vehículo: Medio con el cual, sobre el cual o por el cual toda persona u objeto puede ser transportado por una vía.
Conductor: Toda persona que dirige, maniobra o está a cargo del manejo directo de cualquier vehículo, de un animal de silla, de tiro o de arreo de animales;
Calzada: Parte de una vía destinada al uso de vehículos y animales;
Ciclistas y camioneros somos vehículos, y en la calzada podemos y muchas veces debemos convivir, unos a 20 km/hr y otros hasta 120 km/hr; y técnicos o urbanistas de seguro piensan que lo hacen bien pues diseñan vías «legales» ¿acaso aún alguien cree que legal / correcto / justo son sinónimos? y que la conciencia puede estar tranquila si es que se actúa dentro de lo legal?
Aceptar que el crimen es del chofer, conseguir una condena para él, lograría quizás que ESE chofer no vuelva a atropellar, o al menos sea más consiente. ¿Y el resto?
Ojo, los actos ocurren en sistemas que los sostienen, promueven, a veces justifican.
En el caso que nos ocupa, las reglas y diseños viales están configuradas de tal forma que un crimen como el de Río Bueno se diluye entre la opinión pública como accidente. Incluso no faltará el que exprese que esa mujer no debiera haber estado en el camino del camión, pobrecito chofer.
Los dardos de la culpabilidad deben apuntar a los responsables de la configuración del escenario del crimen, ya sea por poder político, técnico o normativo, entonces creo estaremos atacando de raíz el problema, pues debemos hacer temblar, visibilizar las visiones, concepciones de organización solapadamente jerarquizada del sistema vial chileno.
El peso de los vehículos no es algo que se pueda intervenir, quizás regular. Pero la física aporta otro factor relevante en esta inecuación, la velocidad, fácilmente regulable con voluntad y visión. Si se limita la velocidad máxima de circulación, se posibilita la convivencia segura, al menos así lo han entendido en otras ciudades, otros países, donde hablar de Zonas 30 ya es tema instalado y aceptado. Acá estamos más retro, estamos haciendo el mismo camino errado de pensar que la solución es segregar, llenar de ciclovías o de lamentarnos por no tenerlas mientras tanto.
Y hasta que eso pase, unos irreflexivamente seguirán centrando la criminalidad en los conductores más que en los organizadores del sistema.
Otros, continuarán lucrando al amparo de consultoras, constructoras o en cargos públicos, con la construcción de infraestructura cara e ineficiente, para el tránsito rápido motorizado, o para el tránsito liviano enjaulado (ciclovías).
Resumiendo:
No comparto el solicitar a las autoridades la aplicación de la debida condena para el chofer.
Me inclino por apoyar a la familia de la ciclista, y al mismo chofer en caso de que fuera inocente, lo cual insisto, para mí es un tema secundario, para solicitar la aplicación de la debida condena de autoridades políticas, ingenieros, legisladores y urbanistas responsables por transformar nuestras vías en escenarios para que la muerte se haga presente.
Tema complejo, necesario de debatir, urgente de hacer sentir incluso obligar, la participación ciudadana transversal y equitativa. ¿Cuántas víctimas más lamentaremos hasta que recuperemos las calles para la gente de las garras del transporte motorizado?
Profesor Otto Lührs Middleton