Carta del Presidente de la Asociación de Suboficiales de Gendarmería de Chile

Los gendarmes cumplimos con nuestro deber en condiciones extremas, responsables de la custodia de personas que nuestra sociedad ha desatendido y arrinconado como bestias, en galerías y torres de las cárceles chilenas, haciéndonos cautivos también a nosotros, a pesar nuestro, de sólo una de las premisas de nuestros deberes como funcionarios: ¡Evitar las fugas! Solapadamente, […]

Carta del Presidente de la Asociación de Suboficiales de Gendarmería de Chile

Autor: Sebastian Saá

Los gendarmes cumplimos con nuestro deber en condiciones extremas, responsables de la custodia de personas que nuestra sociedad ha desatendido y arrinconado como bestias, en galerías y torres de las cárceles chilenas, haciéndonos cautivos también a nosotros, a pesar nuestro, de sólo una de las premisas de nuestros deberes como funcionarios: ¡Evitar las fugas!

Solapadamente, la sociedad ha congelado los derechos de estas personas y ha existido escasa preocupación por  el acceso al trabajo, la salud, la dignidad humana y su posterior reinserción en la sociedad. Lo anterior,  en la práctica, nos ha obligado  por muchos años a realizar lo que se puede, dentro de las limitaciones existentes. Lidiamos con altos niveles de agresividad de la población penal, con complejas situaciones de hacinamiento, escasas condiciones de seguridad laboral, poco personal, con una insuficiente capacitación y además trabajando en turnos arcaicos, que desgastan el ánimo y la capacidad de atender,  de buena forma, a los usuarios del sistema,  bajo el apremio diario de las inseguridades propias,  del  contacto directo con los reclusos. Ni hablar de la infraestructura disponible, totalmente insuficiente y en la mayoría vetusta.

Juan Marechal Salazar

Suboficial de Gendarmería

Presidente Asociación Suboficiales Gendarmería de Chile (Ansog)

Foto de Iván Vicencio


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