Nos dirigimos a UD., con el fin de exponer a luz pública, la grave situación en que nos encontramos los estudiantes de la Escuela de Trabajo Social “Dr. Alejandro del Río”, pionera en Latino América actualmente pertenece a la Universidad Tecnológica Metropolitana.
El 5 de Marzo del presente año, los estudiantes de primer año, fueron citados para comenzar su año lectivo, sin embargo, para sorpresa de toda la Escuela, fue anunciada la implementación de un nuevo plan de estudio, llamado “modelo por competencias”, lo que incluía poner en práctica una nueva malla curricular, de carácter bimestral, con escasa base teórica, reducida práctica en terreno y gran énfasis en la administración de servicios y gerencia social, es decir, formación de profesionales “competentes”, que respondan a los requerimientos del mercado y no a las necesidades y falencias de nuestra sociedad.
Este modelo innovador sitúa sus orígenes en Europa, es financiado por el BM y el FMI, y en Chile, específicamente, se sustenta en los Proyectos Mecesup, impulsados por el MINEDUC, el cual pretende implementar el modelo por competencias en todas las Universidades del Consejo de Rectores de Chile, estableciendo como fecha el 2010 (según el Bicentenario).
A su vez, es necesario destacar que este “modelo” fue implementado sin ninguna participación, aprobación o ingerencia de los estudiantes y que además, incide directamente en el perfil del egresado que ha mantenido históricamente nuestra Escuela, ya que ésta se ha caracterizado por formar estudiantes conscientes y críticos, egresando a Trabajadores Sociales comprometidos con la justicia social, reivindicando las desigualdades de los sistemas imperantes, por lo tanto, teniendo un rol transformador intrínseco. Por el contrario, con las competencias profesionales aplicadas al Trabajo Social, el perfil del egresado se asocia a un Gerente Social, el cual se adecua a las demandas del mercado laboral, lo cual es contrario a nuestra ética profesional histórica.
Es preciso señalar, que hubo por parte de los estudiantes de primero y de la Escuela en general, la disposición a ser partícipes del nuevo modelo. Sin embargo, luego de analizar y evaluar los resultados del primer bimestre, el modelo por competencias mostró serias falencias en su ejecución; no se encontraban los requerimientos básicos infraestructurales, falta de preparación por parte de los docentes, sobrecarga académica, escasez de cátedras para el proceso de aprendizaje, incoherencia en la secuencia de los módulos e inexistencia de prácticas intermedias, lo cual es fundamental para la formación del Trabajador Social. Fue así, como al finalizar el primer bimestre, la Escuela decidió hacer un claustro reflexivo, en el que se realizó un profundo análisis del modelo educacional tradicional y su malla 2143; y el nuevo modelo por competencias y su malla bimestral.
De este claustro concluimos que es imposible continuar con este nuevo modelo, pues apunta a impedir y deslegitimar nuestro accionar histórico, nuestro perfil profesional y nuestra vocación de servicio, intervención y relación directa sujetos sociales, además de deteriorar nuestra formación, todo lo cual se expone en un informe que fue entregado a los directivos de la Escuela.
Luego de tres semanas de paro como Escuela y cuatro de primer año, los académicos agotaron todas las vías de diálogo y conductos regulares, al determinar dos premisas irrefutables:
* Todo análisis, reflexión, u opinión de los estudiantes será tomado como un insumo para las decisiones de la escuela, las que serán tomadas por su cuerpo docente.
* El sistema por competencias no será derogado como sistema educacional, solo podrá ser modificado en su ejecución, siempre bajo el mismo marco.
De todo lo anteriormente expuesto, afirmamos que es imprescindible para nosotros como estudiantes de educación pública, y como futuros profesionales, dar cuenta a toda la sociedad, de la seria y compleja problemática en que nos encontramos como estudiantes de Trabajo Social de la Universidad Tecnológica Metropolitana.
No permitiremos que el modelo neoliberal siga reproduciendo graves irregularidades en nuestro sistema educacional, imponiendo mallas curriculares que son discordes a nuestra idiosincrasia e incluso intelectualidad latinoamericana; arrebatando a nuestra sociedad la posibilidad de contar con profesionales comprometidos y trasformadores y no con aquellos que buscan seguir reproduciendo este sistema provocador de desigualdades e injusticias, a cambio de sólo grandes sueldos.
Estudiantes de Trabajo Social
UTEM.