«Si hubiera que juzgar a los filósofos por su barba, lo más justo sería poner a la cabeza de todos un macho cabrío.»
A propósito de esta terrible historia que a muchos nos impactó por el horrible desenlace contra un bebe inocente y esperando que a ese monstruo Antares de la Luz se lo estén devorando los demonios en el infierno, y que sus secuaces insensibles e inhumanos se pudran en la cárcel y les den la pena de muerte más dolorosa por haber sido cómplices de un asesinato tan cruel contra un ser inocente e indefenso, me permito descargarme de impotencia por este cobarde crimen pero además debo dar mi opinión respecto de una injusta y mal hecha asociación -poco profesional sin duda- que cae en una falacia llamada «Generalización Precipitada», que se trata de extraer conclusiones a partir de cosas que sólo son ciertas accidentalmente, y que es lo que hacen tantas personas que generalizan a determinadas actividades colectivas o individuales por el abuso en que puedan haber incurrido algunos de sus miembros de forma contingente: pero que a mi parecer está siendo tratada de forma errada y manipulada por el programa Contacto de Canal 13 y que se comete al confundir la esencia con el accidente.
NO CONFUNDAMOS LA ESENCIA CON EL ACCIDENTE
“Platón era filósofo, pero no por sus facultades dialécticas, como Hipócrates era médico, pero no por su elocuencia. También yo puedo ser filósofo y cojo al mismo tiempo, y sin embargo, no habíais de imitarme en la cojera para ser filósofos». (Epícteto)
Lamentablemente debido al uso inescrupuloso, fraudulento, poco profesional de muchas herramientas de autoconocimiento ancestrales, por parte de algunas personas ignorantes e incluso enfermas, éstas se están constantemente desprestigiado fuera de su verdadero contexto ecológico y de propósito idóneo, y no me refiero solo al uso medicinal de las plantas sagradas sino también al uso del tarot, reiki, biomagmetismo, etc., por dar un ejemplo entre muchos.
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Debido a la ignorancia de los no entendidos en estos conocimientos sagrados de milenios de antiguedad, quienes manejan los medios de comunicación cometen un grave error de razonamiento no solo al polemizar y demonizar un tipo de medicina ancentral sagrado, sino también al invalidarla y desacreditarla, lo que evidencia un claro propósito pauteado dentro de los massmedia -al servicio del establisment por supuesto-, de propagar la ignorancia y el desconocimiento de las masas respecto a los medios alternativos de sanación naturales mediante artilugios extra-argumentales a fin de descalificar e invalidar lo que desean atacar, lo cual cae en la falacia del engaño «ad ignorantiam» y la desviación mediante la apelación emocional a las masas a través de esta tragedia tras una apariencia polémica y confusa que pretende asociarlo todo en un argumento que induce a aceptar una proposición que no está debidamente justificada.
Si vamos a esbozar un mal real que afecte a esta sociedad y genuinamente nos quisieran informar bajo periodismo de verdad, lo primero que se debería difundir es la toma de conciencia de lo enfermo que nos tiene este sistema transnacional tras su conglomerado de 1.500 farmacias triopólicas a lo largo de todo Chile vendiendo incluso mercadería como cola-cola, cigarros y toda la mierda de jugos con aspartamo, que son todos verdaderos venenos, para qué hablamos del agua y lavados bucales con fluor que también son veneno, etc., etc.
Deberían informarnos antes de llenarnos de pastillas, que la sanación es un proceso de conciencia, que todo está integrado desde nuestra mente y pensamientos hasta nuestro cuerpo, en armonía con nuestro entorno, y que entonces es lógica la conexión con la tierra y su naturaleza que es sabia y que nos provee de todos los recursos naturales que necesitamos desde tiempos inmemoriables para no solo alimentarnos sino sanarnos, y que no necesitamos de toda esta basura alópata artificial con que nos bombardean para solo curarnos un rato y luego hacernos dependientes. Doy un ejemplo de un remedio súper masivo para los dolores musculares: el ibuprofeno (un infame veneno que a la larga mata por si alguien no lo sabe), o como el catalogar a los niños de déficit atencional (una enfermedad que se ha descubierto no existe) que solo los lleva a tenerlos dopados y sin conciencia con efectos secundarios que más aún desconocemos.
Parece una película de terror este gran negocio maquiavélico de los conglomerados farmacéuticos coludidos y amparados por los massmedia en su abuso de poder y que supera la ficción: enfermarnos y matarnos, propagar más el cáncer y la grasa y el estrés. Las enfermedades son su mejor negocio, y entonces al parecer tiene mucha coherencia su estrategia en demonizar y encontrar la oportunidad de desprestigiar cualquier vía de sanación genuina por donde pueda, que en manos de personas idóneas y éticas debería dar excelentes resultados, y no -por un esquizofrénico, psicótico, narcisista y con delirio mesiánico- vamos a satanizar una planta sagrada proveniente de nuestras raíces y civilizaciones ancestrales que a curado a generaciones enteras.
Por Michelle Valencia Gómez
Octubre 23 de 2014