Señor Director:
Este martes un grupo de comisionados de los vecinos y vecinas acudieron ante el Consejo Municipal de Providencia para pedir que se apruebe la nueva Ordenanza de Participación de la comuna, en cuya elaboración participaron de forma inédita 1.400 vecinos y cerca de 80 organizaciones sociales durante cerca de cuatro meses.
Pero el valor de esta herramienta no solo radica en la forma en que se gestó, con la participación activa de la comunidad. Contar con una regulación y especificaciones claras respecto de cómo se llevan adelante este tipo de procesos y consultas tiene un valor intrínseco, y además viene a consolidar el sello de apertura, escucha y construcción colaborativa que ha tenido el actual gobierno municipal encabezado por la alcaldesa Josefa Errázuriz.
Cuesta entender en ese sentido las enormes trabas que han puesto al proceso algunos concejales, que pese al mandato constitucional de promover la participación ciudadana, obstaculizan una y otra vez su aprobación.
La comisión a cargo de revisar la nueva Ordenanza de Participación ha dilatado este proceso por largos meses (casi un año), y ayer el concejal Manuel José Monckeberg anunció además la presentación de una solicitud ante Contraloría para objetar diversos aspectos.
La controversia fundamental radica en la creación de una Defensoría para los vecinos y vecinas de Providencia, cuyo grado de autonomía parece crispar a los detractores de la propuesta; quienes de todos modos saben que no existe fundamento jurídico en la presentación, pues la Ordenanza no contraviene ninguna normativa vigente, según dan cuenta dos informes en Derecho presentados por la Dirección Jurídica de la Municipalidad.
Solo podemos preguntarnos ¿A qué le temen el concejal Monckeberg y quienes se identifican con la oposición al actual gobierno comunal? Y más importante: ¿Cómo se alinea esta mirada con la propuesta programática de la candidata de Chile Vamos a la alcaldía de Providencia, la señora Evelyn Matthei?
Nuestra comuna ha dado un giro sustantivo en los últimos cuatro años en cuanto a la valoración de las expresiones de la comunidad en la gestión del gobierno local, que a nuestro entender debe ser fortalecida y profundizada con herramientas como esta nueva Ordenanza. Como vecinos seguiremos empujando en esa línea, en aras de una Providencia cada vez más inclusiva, más participativa y más nuestra.
Sandra Basso
Tomás Echiburú
Diego Edwards
Gabriel Ramírez
Alfredo Rojas
Bernardo Valdés
Revolución Democrática Providencia
10 agosto 2016