La Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, Anamuri, desde hace 8 años, en nuestra 1ª Asamblea Nacional de trabajadoras asalariadas de la agroexpotacion, establecimos el día 26 de agosto como el día Nacional de las Asalariadas Agrícolas.
Por eso cada año, en esta fecha tan emblemática, las trabajadoras hacemos un alto en nuestras labores, para hacer un balance de lo transcurrido en cada temporada. Para ver cuáles han sido nuestros avances y cuáles han sido los principales problemas, que cada temporada tenemos que enfrentar.
En este día tan especial para nosotras, las Asalariadas Agrícolas, queremos en primer lugar reafirmar nuestra solidaridad con los 33 trabajadores mineros que se encuentran atrapados en el norte de Chile; este hecho, es sólo una muestra más de la precariedad en la que nos encontramos las y los trabajadores/as en nuestro país.
Bajo estas condiciones, lamentablemente cada año, más que evaluar avances, continuamos sumando víctimas producto de las condiciones en las que trabajamos, no solamente las mujeres de la agro exportación, las trabajadoras del campo, los trabajadores del campo y la ciudad, los mineros. Cada temporada debemos lamentar la muerte o accidentes graves, que pudieron ser prevenidos, si los empresarios con sus gigantescas ganancias, hubiesen invertido en mejorar las condiciones de seguridad de los campos y las empresas.
Según las últimas investigaciones del Centro de Estudios de la Mujer (Cedem), indican que las condiciones en que se realiza el trabajo asalariado agrícola, en particular de las mujeres, está asociado además con la calidad de vida y la salud, por tanto, estos factores de riesgos no sólo son físicos, ambientales o químicos, sino que están vinculados a la forma que adquiere la contratación de la fuerza de trabajo.
Los/as asalariadas son contratadas generalmente por faena, lo que en la actualidad no se justifica, puesto que existe un ciclo regular y predecible, es decir cada año, cada temporada , se necesita la misma cantidad de trabajadoras/es realizando las mismas faenas.
En este contexto, el desconocimiento de los y las trabajadoras sobre nuestros derechos, la falta de información y de organización sumado a las malas prácticas empresariales son la constante. Sigue siendo normal el aplicar plaguicidas estando las y los trabajadores en los huertos, el no respetar los períodos de reingreso, el criterio de la ganancia prima por sobre la vida y la salud de las trabajadoras; en este contexto, tenemos casos como los denunciados en nuestro Tribunal Ético, entre ellos, el de Cecilia Ortiz trabajadora agrícola de la Región de Atacama, quien sufrió un grave accidente con resultado de pérdida de vida; hasta el momento, la empresa “La Ruta” de Copiapó sigue negando tener cualquier responsabilidad en su muerte, pese al informe forense. El caso sigue en los tribunales de justicia, y hasta ahora no existe ningún pronunciamiento.
Casos como el de Cecilia, o de Victoria en Talca, y Cristiana en la Novena, se convierten en cifras que siempre quedan en la oscuridad, aun cuando en la Región del Maule, en la temporada 2009 se constataron más de 50 accidentes con consecuencias fatales o sea 50 pérdidas de vidas humanas y más de 130 lesionados gravemente; actualmente van a la fecha 94 accidentes, por accidentes laborales en esta Región, quedando los/as trabajador/as en la más absoluta indefensión.
En esta semana, hemos visto concretarse el anuncio del presidente Piñera de crear la Comisión de Reforma en Seguridad del Trabajo. Frente a su composición sólo nos resta lamentar que ésta sea una comisión que no contempla en su composición la inclusión de trabajadores, omite a nuestros expertos y expertas en prevención de riesgos y seguridad en el trabajo.
Nos parece grave y no nos da garantía el que esta comisión esté integrada mayoritariamente por quienes han sido asesores de los empresarios, y con quienes muchas veces, nos vimos enfrentadas en las mesas de negociación. Para nosotras este es un intento más de pretender mostrar eficiencia, frente a un problema cuya solución está en poner en primer lugar la vida y la salud de las y los trabajadores, situación que resulta imposible de ser resuelta favorablemente, sin nuestra participación. La composición de dicha comisión nos deja más que claro que lo que hoy domina, son las leyes del mercado basadas en sobreexplotación y desprotección de los trabajadores.
Pero a pesar de este lamentable panorama, nosotras continuamos luchando, organizando y denunciado las malas prácticas empresariales, que atentan contra nuestra vida, la organización, el bienestar y la felicidad de los y las trabajadoras.
QUEREMOS UN TRABAJO DIGNO, UN SALARIO JUSTO, NO MÁS MUERTE NI TRABAJADORES SEPULTADOS
VIVAN LAS TRABAJADORAS ASALARIADAS AGRÍCOLAS DE LA AGROEXPORTACIÓN
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