Ante un nuevo Día del Joven Combatiente (29 de Marzo), y en medio de un contexto de agitación azotando la falsa paz social del Estado y el Capital – al menos en Santiago y otros lugares del país- desde nuestro núcleo antiautoritario de agitación y propaganda escrita queremos compartir con lxs compañerxs nuestras breves reflexiones sobre algunos desafíos que afrontamos en nuestra participación activa como propagandistas de la anarquía en un contexto donde no somos la única corriente que agita las aguas del océano de la dominación.
1) El desafío permanente de recordar
Aunque el ritmo vertiginoso de la dominación arrastra a lxs individuxs a vivir en un eterno presente de consumo, obediencia y enajenación, nosotrxs tenemos la necesidad permanente de recordar y hacer memoria para la acción, recordar para el presente y para el combate cotidiano. Porque enriquecer nuestras experiencias actuales con las experiencias del pasado es algo fundamental para situar nuestro accionar dentro de una ruptura continua con el mundo de la autoridad, a pesar de los golpes represivos y de los diferentes contextos de lucha, porque el enemigo se esfuerza por aislar y silenciar estas experiencias para que nuevxs compañerxs empiecen de cero una y otra vez.
Es necesario recordar a los hermanos Vergara Toledo, a Ariel Antonioletti, a la compañera Claudia López, al hermano Mauricio Morales y otrxs compañerxs caídos en combate. Pero también es importante conocer y analizar sus contextos históricos, sus experiencias particulares y las dinámicas de lucha de cada momento para no caer en las trampas de la idealización ni el pantano de las ideologías. Conocer otras experiencias de subversión, valorarlas y criticarlas con fraternidad para afilar nuestras posiciones y prácticas actuales de lucha es algo que siempre han temido lxs poderosxs. Y eso es la memoria combativa.
2) El desafío de marcar la diferencia
¿Queremos aportar en radicalizar el conflicto contra la autoridad o nos contentaremos sólo con movernos dentro del contexto de movilizaciones pauteadas por otrxs? Tanto en las movilizaciones recientes como en fechas como el 29 de Marzo o el 11 de Septiembre las calles se inundan de distintas voluntades que suelen parecer uniformes a partir de prácticas comunes que les unen en la acción. Por un lado está la masa ciudadana, sus procesiones y demandas al Estado opresor, y por otro, la diversidad de individuxs que se hacen partícipes de la lucha callejera. Dejando de lado a la masa ciudadana, nos interesa hacer notar la necesidad de que la propaganda anárquica/antiautoritaria esté presente en las calles para diferenciarnos de otrxs discursos y propuestas que desde otras perspectivas se hacen presente en la radicalización de la protesta social.
De partida, hay que dejar en claro que no compartimos objetivos con quienes ven la lucha callejera y el enfrentamiento con la policía como una simple forma de diversión tan embriagante y fugaz como una droga. Para nosotrxs, la necesidad de desbordar y aniquilar los límites impuestos por el enemigo en todos los planos de la vida –incluida la protesta- es un acto de consecuencia con nuestra postura antiautoritaria e intentamos llevar estos planteamientos a cada una de nuestras acciones, incluso en aquellas que para algunxs parecen pequeñas o insignificantes como nuestra alimentación y nuestras relaciones entre amigxs y compañerxs…Por eso nos negamos a reivindicarnos como parte del lumpen, donde proliferan conductas consumistas, machistas y autoritarias.
También nos parece necesario marcar la diferencia con las organizaciones marxistas leninistas y toda la gama de colectivos satélites de dichas orgánicas que escondiéndose con discursos de asambleísmo y horizontalidad alimentan las filas de las estructuras jerárquicas de la ultraizquierda deseosa de poder. Decimos esto porque nuestras proyecciones son completamente distintas a las del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), a las del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y las del Movimiento Juvenil Lautaro (MJL). Estos partidos leninistas aspiran a destruir al capitalismo y a ciertas formas de gobierno, pero nunca han estado interesados en destruir la autoridad y toda forma de dominación. Al contrario, en su forma de organizarse y en su propuesta de orden social, manifiestan la necesidad de crear y utilizar instancias de poder para ser vanguardias (abiertas o encubiertas) de lxs oprimidxs (como el FER, Andha Chile y la ACES ) y aspiran a controlar un Estado proletario o gobierno popular cuya experiencia histórica ha comprobado ser totalmente contrarrevolucionario y autoritario en la práctica (como terminó ocurriendo en Rusia, Cuba, China, Vietnam, y donde quiera que los leninistas de diverso tipo ocupan puestos de poder)… Nuestra insurrección es para destruir al poder, la de ellos, para hacerse del poder.
Además, queda también diferenciarnos de ciertas orgánicas libertarias y anarquistas (aunque no todas) que reproducen discursos y prácticas leninistas como la reivindicación de demandas parciales, las plataformas, las siglas y las vanguardias encubiertas.
Finalmente, a nivel más global, nosotrxs sentimos la necesidad de marcar nuestras claras diferencias con todo discurso y accionar que no tiene como objetivo permanente la destrucción de la autoridad. Aquí caben, por ejemplo, todas aquellas posiciones que incluso utilizando el método de la acción directa reivindican sus actos exclusivamente como simples formas de placer individual o como parte de ciertas luchas ecologistas radicales que creen poseer la verdad y no aspiran a la destrucción inmediata de la dominación. Entre los últimos, hacemos directa referencia a los planteamientos de la editorial española Último Reducto, los mexicanos de Anónimos Con Cautela, Rabia y Acción (y, en cierto modo, el discurso del grupo Individualidades Tendiendo a lo Salvaje que han hecho eco de un discurso racionalista que reduce la lucha al combate contra el sistema tecno-industrial – y no contra el sistema de dominación en su conjunto- expresando que solo sus objetivos de ataque hacen un real daño a dicho sistema) Por su contenido, sus proyecciones o falta de ellas, dichas posturas, aunque parezcan radicales en los hechos, no aspiran a la propagación de la lucha contra el poder y, por lo tanto, son otra cosa distinta a la praxis anárquica, insurrecta y antiautoritaria.
…Por eso tenemos claro (como alguien escribió por ahí) que somos una orgullosa minoría dentro de la minoría.
Sin embargo, aspiramos a contagiar a otrxs con nuestras ideas, no para hacer hegemonía o controlar las luchas, no para formar ejércitos populares ni apelar a una clase social supuestamente destinada a hacer la revolución. Aspiramos a la propagación y profundización de la lucha antiautoritaria simplemente porque nos interesa que otrxs individuxs también nieguen esta realidad de dominación y experimenten la libertad y la anarquía en el combate multiforme y cotidiano. Por eso apelamos a las conciencias individuales y a las vivencias comunes que permiten agudizar el conflicto y darle continuidad a la lucha contra el poder. No nos interesa levantar programas pero sí tenemos proyecciones; nos negamos a hacer de la organización un fin en sí mismo, pero sí la utilizamos como herramienta para actuar; nos negamos a militar en organizaciones formales que dividen la lucha en etapas, solo aspiran a reclutar nuevos adeptos y tienen respuestas estructucturadas por su ideología. Sin embargo, sí tenemos una propuesta, y esta es la proliferación de los grupos de individuxs organizados por medio de la afinidad capaces de generar actividades antiautoritarias de diverso tipo y capaces de conectarse y coordinarse con otrxs a través de la informalidad… Y en el seno de esta propuesta organizativa se materializa en la práctica la forma de vida que proponemos: una vida libre, donde lxs individuxs libremente asociados den rienda suelta a su autonomía en apoyo mutuo con sus afines y en conflicto permanente con toda forma de poder. En eso creemos, y por eso luchamos, desarrollando formas antiautoritarias de relacionarnos y aniquilando las relaciones de dominación y dependencia, porque nuestro modo de organizarnos refleja el modo en que queremos vivir, sin líderes ni representantes…Por eso nos negamos a separar la lucha de nuestra propia vida…
3) La necesidad de conocer cómo funciona la represión
Por supuesto que el enemigo desea vernos derrotados, enajenados, aislados, encerrados, paranoicos, etc. Pero conocer cómo funciona la represión y cómo esta ha operado en contextos pasados y recientes nos ayuda a entender lo que pasa a nuestro alrededor y en cierta medida a anticiparnos a posibles golpes represivos. Es sabido que en fechas emblemáticas como el 29 de Marzo o el 11 de Septiembre los agentes del poder suelen realizar seguimientos especiales o apuntan su vigilancia a ciertos espacios y compañerxs conocidxs por su postura de vida anárquica. Incluso pueden haber allanamientos o amenazas de éstos para intentar mostrar que está todo controlado o simplemente para atemorizar a lxs revoltosxs. Por ejemplo, a fines de 2009 en vísperas de las elecciones presidenciales fueron allanadas varias casas okupas y centros sociales autónomos, tal como ocurre a menudo en Grecia en vísperas de algunas fechas importantes.
Por eso llamamos a quienes se sienten parte de la lucha anárquica/antiautoritaria a permanecer atentos y cuidadosos sin nunca bajar los brazos ni caer presxs del miedo, manteniendonos activxs en todo momento y lugar.
…Preparando el segundo número de nuestra publicación, nos despedimos con saludos de fraternidad insurrecta.
!!!Por lxs combatientes de ayer y hoy:
Que este 29 de Marzo la insurrección y la anarquía salgan a las calles!!!
Por Sin Banderas Ni Fronteras,
Núcleo antiautoritario de agitación y propaganda escrita
[email protected]
Texto de autoría externa. Recibido y publicado por
Ante un nuevo “Día del Joven del Combatiente”,
Que la insurrección y la anarquía salgan a las calles.
(Por: Sin Banderas Ni Fronteras)
…Ante un nuevo Día del Joven Combatiente (29 de Marzo), y en medio de un contexto de agitación azotando la falsa paz social del Estado y el Capital – al menos en Santiago y otros lugares del país- desde nuestro núcleo antiautoritario de agitación y propaganda escrita queremos compartir con lxs compañerxs nuestras breves reflexiones sobre algunos desafíos que afrontamos en nuestra participación activa como propagandistas de la anarquía en un contexto donde no somos la única corriente que agita las aguas del océano de la dominación…
1) El desafío permanente de recordar.
Aunque el ritmo vertiginoso de la dominación arrastra a lxs individuxs a vivir en un eterno presente de consumo, obediencia y enajenación, nosotrxs tenemos la necesidad permanente de recordar y hacer memoria para la acción, recordar para el presente y para el combate cotidiano. Porque enriquecer nuestras experiencias actuales con las experiencias del pasado es algo fundamental para situar nuestro accionar dentro de una ruptura continua con el mundo de la autoridad, a pesar de los golpes represivos y de los diferentes contextos de lucha, porque el enemigo se esfuerza por aislar y silenciar estas experiencias para que nuevxs compañerxs empiecen de cero una y otra vez.
Es necesario recordar a los hermanos Vergara Toledo, a Ariel Antonioletti, a la compañera Claudia López, al hermano Mauricio Morales y otrxs compañerxs caídos en combate. Pero también es importante conocer y analizar sus contextos históricos, sus experiencias particulares y las dinámicas de lucha de cada momento para no caer en las trampas de la idealización ni el pantano de las ideologías. Conocer otras experiencias de subversión, valorarlas y criticarlas con fraternidad para afilar nuestras posiciones y prácticas actuales de lucha es algo que siempre han temido lxs poderosxs. Y eso es la memoria combativa…
2) El desafío de marcar la diferencia
¿Queremos aportar en radicalizar el conflicto contra la autoridad o nos contentaremos solo con movernos dentro del contexto de movilizaciones pauteadas por otrxs? Tanto en las movilizaciones recientes como en fechas como el 29 de Marzo o el 11 de Septiembre las calles se inundan de distintas voluntades que suelen parecer uniformes a partir de prácticas comunes que les unen en la acción. Por un lado está la masa ciudadana, sus procesiones y demandas al Estado opresor, y por otro, la diversidad de individuxs que se hacen partícipes de la lucha callejera. Dejando de lado a la masa ciudadana, nos interesa hacer notar la necesidad de que la propaganda anárquica/antiautoritaria esté presente en las calles para diferenciarnos de otrxs discursos y propuestas que desde otras perspectivas se hacen presente en la radicalización de la protesta social.
De partida, hay que dejar en claro que no compartimos objetivos con quienes ven la lucha callejera y el enfrentamiento con la policía como una simple forma de diversión tan embriagante y fugaz como una droga. Para nosotrxs, la necesidad de desbordar y aniquilar los límites impuestos por el enemigo en todos los planos de la vida –incluida la protesta- es un acto de consecuencia con nuestra postura antiautoritaria e intentamos llevar estos planteamientos a cada una de nuestras acciones, incluso en aquellas que para algunxs parecen pequeñas o insignificantes como nuestra alimentación y nuestras relaciones entre amigxs y compañerxs…Por eso nos negamos a reivindicarnos como parte del lumpen, donde proliferan conductas consumistas, machistas y autoritarias.
También nos parece necesario marcar la diferencia con las organizaciones marxistas leninistas y toda la gama de colectivos satélites de dichas orgánicas que escondiéndose con discursos de asambleísmo y horizontalidad alimentan las filas de las estructuras jerárquicas de la ultraizquierda deseosa de poder. Decimos esto porque nuestras proyecciones son completamente distintas a las del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), a las del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y las del Movimiento Juvenil Lautaro (MJL). Estos partidos leninistas aspiran a destruir al capitalismo y a ciertas formas de gobierno, pero nunca han estado interesados en destruir la autoridad y toda forma de dominación. Al contrario, en su forma de organizarse y en su propuesta de orden social, manifiestan la necesidad de crear y utilizar instancias de poder para ser vanguardias (abiertas o encubiertas) de lxs oprimidxs (como el FER, Andha Chile y la ACES ) y aspiran a controlar un Estado proletario o gobierno popular cuya experiencia histórica ha comprobado ser totalmente contrarrevolucionario y autoritario en la práctica (como terminó ocurriendo en Rusia, Cuba, China, Vietnam, y donde quiera que los leninistas de diverso tipo ocupan puestos de poder)… Nuestra insurrección es para destruir al poder, la de ellos, para hacerse del poder.
Además, queda también diferenciarnos de ciertas orgánicas libertarias y anarquistas (aunque no todas) que reproducen discursos y prácticas leninistas como la reivindicación de demandas parciales, las plataformas, las siglas y las vanguardias encubiertas.
Finalmente, a nivel más global, nosotrxs sentimos la necesidad de marcar nuestras claras diferencias con todo discurso y accionar que no tiene como objetivo permanente la destrucción de la autoridad. Aquí caben, por ejemplo, todas aquellas posiciones que incluso utilizando el método de la acción directa reivindican sus actos exclusivamente como simples formas de placer individual o como parte de ciertas luchas ecologistas radicales que creen poseer la verdad y no aspiran a la destrucción inmediata de la dominación. Entre los últimos, hacemos directa referencia a los planteamientos de la editorial española Último Reducto, los mexicanos de Anónimos Con Cautela, Rabia y Acción (y, en cierto modo, el discurso del grupo Individualidades Tendiendo a lo Salvaje que han hecho eco de un discurso racionalista que reduce la lucha al combate contra el sistema tecno-industrial – y no contra el sistema de dominación en su conjunto- expresando que solo sus objetivos de ataque hacen un real daño a dicho sistema) Por su contenido, sus proyecciones o falta de ellas, dichas posturas, aunque parezcan radicales en los hechos, no aspiran a la propagación de la lucha contra el poder y, por lo tanto, son otra cosa distinta a la praxis anárquica, insurrecta y antiautoritaria.
…Por eso tenemos claro (como alguien escribió por ahí) que somos una orgullosa minoría dentro de la minoría.
Sin embargo, aspiramos a contagiar a otrxs con nuestras ideas, no para hacer hegemonía o controlar las luchas, no para formar ejércitos populares ni apelar a una clase social supuestamente destinada a hacer la revolución. Aspiramos a la propagación y profundización de la lucha antiautoritaria simplemente porque nos interesa que otrxs individuxs también nieguen esta realidad de dominación y experimenten la libertad y la anarquía en el combate multiforme y cotidiano. Por eso apelamos a las conciencias individuales y a las vivencias comunes que permiten agudizar el conflicto y darle continuidad a la lucha contra el poder. No nos interesa levantar programas pero sí tenemos proyecciones; nos negamos a hacer de la organización un fin en sí mismo, pero sí la utilizamos como herramienta para actuar; nos negamos a militar en organizaciones formales que dividen la lucha en etapas, solo aspiran a reclutar nuevos adeptos y tienen respuestas estructucturadas por su ideología. Sin embargo, sí tenemos una propuesta, y esta es la proliferación de los grupos de individuxs organizados por medio de la afinidad capaces de generar actividades antiautoritarias de diverso tipo y capaces de conectarse y coordinarse con otrxs a través de la informalidad… Y en el seno de esta propuesta organizativa se materializa en la práctica la forma de vida que proponemos: una vida libre, donde lxs individuxs libremente asociados den rienda suelta a su autonomía en apoyo mutuo con sus afines y en conflicto permanente con toda forma de poder. En eso creemos, y por eso luchamos, desarrollando formas antiautoritarias de relacionarnos y aniquilando las relaciones de dominación y dependencia, porque nuestro modo de organizarnos refleja el modo en que queremos vivir, sin líderes ni representantes…Por eso nos negamos a separar la lucha de nuestra propia vida…
3) La necesidad de conocer cómo funciona la represión.
Por supuesto que el enemigo desea vernos derrotados, enajenados, aislados, encerrados, paranoicos, etc. Pero conocer cómo funciona la represión y cómo esta ha operado en contextos pasados y recientes nos ayuda a entender lo que pasa a nuestro alrededor y en cierta medida a anticiparnos a posibles golpes represivos. Es sabido que en fechas emblemáticas como el 29 de Marzo o el 11 de Septiembre los agentes del poder suelen realizar seguimientos especiales o apuntan su vigilancia a ciertos espacios y compañerxs conocidxs por su postura de vida anárquica. Incluso pueden haber allanamientos o amenazas de éstos para intentar mostrar que está todo controlado o simplemente para atemorizar a lxs revoltosxs. Por ejemplo, a fines de 2009 en vísperas de las elecciones presidenciales fueron allanadas varias casas okupas y centros sociales autónomos, tal como ocurre a menudo en Grecia en vísperas de algunas fechas importantes.
Por eso llamamos a quienes se sienten parte de la lucha anárquica/antiautoritaria a permanecer atentos y cuidadosos sin nunca bajar los brazos ni caer presxs del miedo, manteniendonos activxs en todo momento y lugar.
…Preparando el segundo número de nuestra publicación, nos despedimos con saludos de fraternidad insurrecta.
!!!Por lxs combatientes de ayer y hoy.
Que este 29 de Marzo la insurrección y la anarquía salgan a las calles!!!
Sin Banderas Ni Fronteras,
Núcleo antiautoritario de agitación y propaganda escrita.