El asesinato político en la América Latina del siglo XX: Brasil (5ta parte)

Primera parte:   El asesinato político en la América Latina del siglo XX (1a

El asesinato político en la América Latina del siglo XX: Brasil (5ta parte)

Autor: Leonel Retamal

Primera parte:   El asesinato político en la América Latina del siglo XX (1a. parte)

Segunda Parte: Argentina

Tercera Parte: Chile

Cuarta Parte: El Salvador

Luego de que la CIA desató una feroz campaña propagandística en contra del gobierno de João Goulart en 1964, cuya culminación fue un golpe de Estado, Brasil sufriría por más de dos décadas la presencia de dictaduras militares.

Este triste período fue iniciado con el mandato del general Humberto de Alencar Castello Branco y cuando el país conocería un régimen de persecuciones, torturas y asesinatos políticos sin parangón. Luego del breve período presidencial de Artur da Costa e Silva, una Junta Militar detentó el poder, con el general Emilio Garrastazú Médici a la cabeza. Esta junta castrense llevó la represión a niveles nunca antes conocidos en el país. Luego se sucedería el mandato del general Ernesto Beckmann Geisel y, finalmente, el del general Joao Baptista de Oliveira Figueiredo.

Con la creación del Servicio Nacional de Información (SNI), por parte de Castello Blanco, las dictaduras castrenses subsiguientes contaron con un eficiente instrumento para llevar a cabo su terrorismo de estado entre 1964 y 1979. Este macabro organismo tenía como funciones las de recoger y clasificar la información sobre supuestos enemigos del gobierno. El SIN coordinaba y maniobraba con las secciones de inteligencia de los diferentes cuerpos de seguridad, así como con las Divisiones Regionales de Operaciones de Inteligencia y Coordinaciones de la Defensa Interna.

De acuerdo con el Informe “Brasil: Nunca Más, emitido en 1985, se registraron en Brasil 144 asesinatos políticos, 1843 casos de tortura y 125 casos de desaparición de personas, también por los mismos motivos.

Por las investigaciones realizadas para conocer las violaciones a los derechos humanos en ese período, se pudo determinar que los Estados Unidos apoyaron sistemáticamente a las dictaduras militares, facilitando fondos, entrenamiento y asesoría para llevar a cabo sus actividades represivas. El propio oficial CIA Dan Mitrione entrenó a una enorme cantidad de militares y policías brasileños con sus «Métodos científicos para arrancar confesiones y obtener la verdad». Las víctimas con las que se experimentaban estos métodos de tortura fueron niños de la calle y mendigos de la ciudad de Bello Horizonte.

Una práctica muy común en este período fue la desaparición de ciudadanos, muy difundida ya en otras naciones latinoamericanas. Se conoce hoy que entre 1964 a 1979 ocurrieron 125 casos de personas desaparecidas por razones políticas, las que fueron enterradas bajo otras identidades.

En Brasil, fue donde se estrenó, mediante el primer golpe de estado, la Doctrina de Seguridad Nacional de Estados Unidos, aprobada por J. F. Kennedy en 1962, y que posteriormente propiciaría la difusión de juntas fascistas en gran parte de América Latina.

Uno de los movimientos sociales que más ha padecido el asesinato político ha sido el Movimientos de los Sin Tierra, sobre todos en los estados norteños brasileños y en Pará. Las amenazas de muerte, ejecuciones sumarias y masacres han sido, entre 1985 y 1997, muy frecuentes, al extremo que 1003 campesinos sin tierra fueron asesinados en Brasil. La impunidad de los asesinos es total, ya que solo 56 casos fueron investigados y una pequeña parte del total fueron juzgados.

Los periodistas también han padecido la feroz persecución y el asesinato. En el 2004 fueron asesinados en ese país Jorge Lourenço dos Santos (propietario de la radio Criativa FM, Santana do Ipanema, en Alagaos) y José Carlos Araújo (periodista de la Radio Timbaúba FM, Timbaúba, en Pernambuco).

El hecho más notorio del terrorismo de Estado en Brasil fue la masacre de la Guerrilla de Araguaia, sobre cuyos miembros se ejerció una brutal violencia. De los 69 guerrilleros que la integraban, 59 fueron asesinados y sus cadáveres desaparecidos. Esa valiosa cantera de luchadores del Partido Comunista de Brasil, integrada en lo fundamental por médicos, enfermeras, maestras y otros intelectuales, fue hecha desaparecer con saña y perversión. Es cierto que la represión en Brasil fue más encubierta que en otros países del continente, pero no por ello menos violenta y condenable.

Primera parte:   El asesinato político en la América Latina del siglo XX (1a. parte)

Segunda Parte: Argentina

Tercera Parte: Chile

Cuarta Parte: El Salvador

Por Percy Alvarado Godoy

Publicado originalmente en Rebelión

Texto -de origen externo- incorporado a este medio por (no es el autor):

 


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