Como resultado del estallido social que está experimentando Chile, actores dentro y fuera del país están trabajando duramente para que las demandas justas de los ciudadanos no lleguen a puerto.
Se aprovechan de las redes sociales y los medios de televisión para difundir noticias intencionalmente falsas. Una de las herramientas que se está usando para confundir a la población, es la difusión de una narrativa que argumenta que los Chilenos están siendo manipulados por una oscura conspiración de la ultra izquierda para retomar el poder en el continente. La viralización de un comunicado falso del frente amplio donde se llama a «forzar que los climas de violencia en los calles se extremen,» es sólo un ejemplo de ello. Sumado a esto, están los montajes de barricadas, incendios y violencia, difundidos ampliamente en los redes sociales.
Por otro lado, Juan Guaido en su lucha ideológica contra Nicolás Maduro intenta convencer al mundo que el levantamiento del pueblo chileno, es debido a infiltrados pagados por el gobierno de Maduro que buscan desestabilizar al país, un alegato que también hizo recientemente durante las protestas en Ecuador.
Con la intención de dar más fuerza a esta narrativa, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro entregó un comunicado donde culpa a movimientos de la «izquierda radical» de provocar el estallido social en nuestro país, y refiriéndose a ellos afirma que «su intención es atacar a Estados Unidos y ayudarse mutuamente para que sus partidos a la izquierda asciendan.»
No es de sorprenderse que el presidente Sebastián Piñera, aliado de líderes regionales de la ultra derecha, como lo son Juan Guaido y Jair Bolsonaro, comunicó por medio de las cadenas nacionales que «estamos en guerra contra un enemigo poderoso.» Es evidente que comparte y promueve esta teoría de conspiración, haciendo alusión a una campaña desestabilizadora de un enemigo dentro del país.
El resultado de todo esto es un sentimiento de confusión, miedo e inseguridad, que podría resultar en una polarización social entre los que apoyan y participan de las manifestaciones y los que lo culpan de generar caos en el país.
La población Chilena, cansados de tanta corrupción e injusticia, se ha despertado después de treinta años de letargo, lo cuál es una amenaza real para la clase política en el país y en el continente.
Desafortunadamente la historia de Chile da testimonio de los fallidos intentos de lograr una verdadera justicia social. Por eso, en estos momentos críticos, es urgente promover la no violencia y la unidad, para quitarle el oxígeno a los agitadores, que usando todos los medios a su alcance, intentan confundir a la población y desacreditar el despertar de la ciudadanía en Chile.
NO ESTAMOS EN GUERRA; ESTAMOS UNIDOS!!!
Por; Alejandro Gaete Hurtado
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