Seguimos en «democracia» con la constitución de 1980.
Estamos viviendo un conflicto social que ha reventado, como consecuencia de una historia escrita con una pluma de sangre y de muerte que nos pena desde hace 38 años. Continuada la dictadura impuesta por la Concertación a través de una seudodemocracia, se mantuvo la misma Constitución de 1980, que ha traicionado por décadas principios fundamentales de los derechos del hombre, permitiendo el lucro a la educación, la imposibilidad de un plebiscito, la explotación de inversionistas extranjeros sobre nuestras tierras, vendiendo Chile a la economía perversa del capitalismo a través de la liberalización sin control de los mercados financieros, entre otros.
Estamos viviendo bajo el poder de un casta oligárquica sorda a las demandas del pueblo y de los estudiantes, que no va a ceder en su ambición de lucrar a través de su colusión con los privados, y que en su agenda no figuran las peticiones del fin al lucro a la educación, ni el fin de la constitución de la dictadura de 1980, ni el fin de sus proyectos de destrucción del medio ambiente, ni la disminución de la brecha en la distribución de ingresos, ni la creación de un plebiscito que considere la voz de todo Chile, porque sus intereses económicos están por sobre ellas, y porque las decisiones de temas nacionales quieren ser controlarlas por sus élites, excluyendo al pueblo.
LA DISTORSIÓN DE LA INFORMACIÓN POR LOS MASSMEDIA
Paralelamente los massmedia -liderados por los capitalistas- se han encargado muy bien de distorsionar y denostar las manifestaciones sociales pacíficas poniendo todo el énfasis en los actos de vandalismo de los encapuchados infiltrados, que solo han sabido sabotear la causa social. Los massmedia no apuntan a enfocarse y analizar las peticiones que se han formulado para solucionar la problemática social. Noticias como resaltar el poco quorum que tuvo la manifestación de la CUT para indicar su fracaso evidencia su poco profesionalismo periodístico, y su carencia de ética en la omisión de la información completa. ¿Se les olvida acaso que horas antes el Gobierno había amenazado con invocar la “Ley de Protección Interior del Estado” para amilanar los ánimos de los cuidadanos? Tampoco mencionan que los trabajadores públicos estaban amenazados de ser despedidos de su trabajo, vigilados en sus puestos de trabajo por “sapos” de cuello y corbata y amenazados de ser sumariados si iban a ir las manifestaciones.
REPRESIÓN CONTRA LOS PROTESTANTES Y ESTUDIANTES, Y CERO DIÁLOGO
Como buenos hijos de Goebbels, los massmedia logran premeditadamente que una cantidad no despreciable de la masa -no pensante e ignorante-, hipnotizada con las imágenes de tanto destrozo provocado por los encapuchados, pida a gritos el apoyo de los perros fascistas protectores del status quo, para que salgan de sus mugrosas guaridas. Lo grave es que esta petición de los fascistas 2.0, es que las fuerzas policiales irán antes que nada contra los civiles protestantes y los estudiantes, porque para el Gobierno ellos son la verdadera amenaza, ya que cualquier grupo que atente contra sus intereses son considerados como anarquistas subversivos e inútiles que alteran el orden público, y con los cuales no habrán respuestas, ni diálogos, solo palos y lacrimógenas, amenazas, injurias y comentarios denostativos, sacando a relucir el vocabulario de Pinochet, ya que no tienen respuestas ni fundamentos, pues no quieren entender nada. Lamentablemente la dinámica de la derecha siempre ha sido sucia y engañosa, ya que nunca ha sabido valerse del legítimo diálogo, porque tal parece que la violencia, la represión y las amenazas son la única forma de solucionar las cosas que ellos no quieren cambiar.
LA SEUDODEMOCRACIA EN UNA OLIGARQUÍA
Los procesos sociales deben solucionarse apuntando al bien común de todos los ciudadanos, así se define la finalidad del ejercicio político y de la potestad entregada al gobierno por el legítimo soberano: el pueblo. Sobre sus bases quienes lideren el destino del país deben ser gobernantes idóneos y justos, no tiranos que venden la gran mentira de la democracia, acallando la voz del pueblo mediante la represión. Lamentablemente estamos viviendo el resultado de una enorme contradicción que nos ha entregado su factura. ¿Cómo es posible que quienes lideren este país sean empresarios? Si todo privado y sus estrategias financieras deben ser reguladas en el mercado por las instituciones públicas, y sin embargo, ¿el mismo Estado es controlado por ellos mismos? Esto no es ético pero la misma Constitución de 1980 lo permite. La Subtel regula a las empresas de telecomunicaciones, el Sernac los derechos del consumidor contra las empresas, ¿y contra los señores políticos capitalistas coludidos que nos gobiernan quienes nos defienden?
El fin del ejercicio público debería ser responsable en el corto y en el largo plazo y esto significa cuidar el patrimonio nacional -tanto en el ámbito de recursos naturales, trabajo, social, salud, y educacional entre otros-, de los intereses capitalistas, principalmente de los bancos que se nutren sin control financiero del endeudamiento de cientos de personas desinformadas. Nos referimos a un proceso financiero que a la larga será insostenible de mantener con su producción sin freno y su espiral de consumo, ya que los recursos del planeta son no renovables, y la deuda entera se ha disparado a límites abismales, y todo por la avaricia intransigente de unos pocos.
LA PÉRDIDA DE NUESTRA MEMORIA HISTÓRICA
El pueblo votó por un gobierno de derecha decepcionado de una falsa democracia, se pensó ilusamente que si el patrón de fundo y su séquito de latifundistas serían empresarios, mejorarían las condiciones económicas para todos. Un ejemplo de este errado racionamiento es pensar que si el chófer ofrece llevarme, no me va a cobrar, pero el chófer no dejará de ser chófer, lo decía Alfredo de Vigny hace más de un siglo. La historia demuestra que la reacción de la derecha es capaz de cualquier barbaridad con tal de mantener sus privilegios, y hace rato que los chilenos pagamos caro la ingenuidad. Hablamos de un país maltratado, con miedo, con una historia negra que tuvo que tragarse 17 años de imposición militar, de abusos, de tortura, de crímenes impunes y de fantasmas que aún no descansan hasta que haya justicia, pero al parecer todo esto es tan fuerte que aún no lo hemos digerido.
En estos 38 años se nos pidió cerrar las heridas del pasado, fuimos gradualmente perdiendo nuestra memoria histórica, castrando nuestra conciencia colectiva, primero bajo la imposición del miedo, luego bajo la indiferencia, el desinterés y el distanciamiento. Después del gobierno de la Concertación, nos cerramos bajo la mirada del descrédito y la desconfianza frente a todos los procesos sociales y políticos que vivimos. El individualismo también cobró un lugar muy importante bajo el paradigma exitista que nos impuso el sistema atrapado en este espiral del consumo. Se nos enseñó a ser competitivos para ser aceptados en el mercado, pero en el camino nos olvidamos del estudiante humilde e íntegro que habita en cada uno, que ahora despersonalizado y convertido en una seudomáquina, de la casa al trabajo apenas puede deglutir sus propios asuntos.
EL DESAFÍO DEL MOVIMIENTO SOCIAL POR LOS JÓVENES
El futuro hoy en día está en los jóvenes, ellos aún no están contaminados por el sistema perverso neoliberal. Ellos son el motor de este gran movimiento social que ha despertado nuestra conciencia colectiva histórica con su energía y valor. En estas nuevas generaciones esperanzadoras que se atreven a enfrentar a quienes tienen el poder y a desafiar el futuro sin miedo, están los cambios sociales que vienen. Nos referimos a todos estos jóvenes solidarios con su entorno social que están luchando por sus convicciones y por sus valores, por un mañana en la educación y por la equidad para todas las clases sociales de Chile. Su lucha principal es contra la ignorancia, la gran enemiga de todo proceso revolucionario, y que solo puede ofrecer el beneficio de absolver al ignorante de su inconciencia.
EXPANDIR LA CONCIENCIA SOCIAL PARA LA NUEVA ERA
Hoy es tiempo de darse la oportunidad para ser más humildes, para matar al juez y al tirano que hay en nosotros, para despertar el niño que no teme a nada y que todo lo quiere saber para matar la ignorancia. Hoy es tiempo de concientizar al joven solidario y empático que hay en cada uno y cultivar los lazos sociales por sobre los intereses materiales. Hoy es tiempo de humanizar al viejo que teme a los cambios, para volverlo más sabio, y más conectado con su espíritu. Estamos en el momento transitorio de la disolución de las viejas creencias y en la apertura de una transformación integral para una nueva era que nos espera.
@ Michelle Valencia G.
26.08.2011
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