Proyecto español de formación de cuadros políticos inaugura su sede en Uruguay

No sé qué pensar

Proyecto español de formación de cuadros políticos inaugura su sede en Uruguay

Autor: Leonel Retamal

Un Juan Carlos aún príncipe, acompaña a un senil Franco

No sé qué pensar. Es una de las noticias que más me ha generado impotencia en los últimos tiempos a sabiendas de que esta dictadura española asesina normalmente a ciudadanos inocentes en los calabozos de la guardia civil o policía nacional, y muele a palos a casi-niños que salen a demandar más presupuesto para la educación.

En España los manifestantes del 15-M son acusados de terrorismo, o se les ponen multas de 6.000 euros por haber participado en manifestaciones, y por lo tanto, alterado el orden público. Porque aquí la autoridad no tiene límite ético, ni opositores conscientes de que están arriesgando su libertad y hasta su vida por serlo. En la práctica no se admite disidencia, son controladas las opiniones que no sean favorables al Régimen Juan Carlos Pepesóe.

En enero pasado, solamente en un mes, los muertos por tortura en las mazmorras de la Guardia Civil fueron siete. Personas sencillas que, o fueron detenidas por una infracción de tránsito, o por sospecharse de alguna actividad como tender a posturas de las que no alaban al rey, o porque no llevaba documentos, o se habría tomado una copa demás. Eso solamente salió publicado en un periódico digital, en letras pequeñas y casi al final de la página porque no conviene levantar mucho polvo. Ningún periódico escrito o canal de televisión se hizo eco de esta denuncia.

En España señores de Uruguay, no hay censura. Es solo la autocensura la que se lleva obediente y temerosamente a la práctica.

Qué bueno que España va a enseñar a Uruguay a ser un país civilizado ¡¡Enhorabuena!!

¡Ahora sí que los uruguayos han elegido un maestro ejemplar! Aunque el maestro solo ha vivido un esbozo de democracia desde 1931 a 1936, y luego de eso se volvió a lo de siempre, a lo de toda su historia. Los de arriba mandan y hacen negocios, los de abajo sudan y obedecen.

Aquí el hurto al erario público, los despojos por parte de políticos -te hablo de miles de millones de euros a cada ratito- son moneda corriente, son noticias casi diarias. Los «imputados» se cuentan por miles, pero te informo que ninguno está en la cárcel. Ni siquiera uno que lo encierren por una semana para llenar el ojo.

Los jueces son multimillonarios y nombrados por el PPSOE y los policías torturadores campan a sus anchas a pesar de los sendos crímenes cometidos y evidenciados. Ninguno de éstos tampoco está ni estuvo preso nunca. Si se les acusa, automáticamente se les condona sin demora, sin mucho trámite. Durante el día o durante la semana.

Baltasar Garzón osó llevar a la justicia a los criminales de 130.000 personas sepultadas quien sabe donde durante el franquismo. Fue eliminado de la Audiencia Nacional y no se le permitirá más ejercer como juez. Vive en el extranjero.

Aprovecho para ofrecerte este enlace de discurso del Jefe de Estado vitalicio de España, hace ya unas décadas. El tiempo ha pasado pero la ideología no.

España por lo visto es el ejemplo y guía a seguir por Uruguay, aquel país que dió algunas buenas lecciones de vida civilizada hace casi un siglo mientras los españoles se devoraban los unos a los otros (y lo siguen haciendo).

Aquí la idea de participación pública en las decisiones diarias de los Señores del Poder es algo impensable y hasta punible. Quienes lo reclaman son llamados extremistas, antisistema, radicales, populistas. “El 15-M debe ser ilegalizado y sus dirigentes encarcelados” manifestó la presidente de la Comunidad de Madrid.

No se olviden los uruguayos que de los 27 países de la Comunidad Europea, España es el número 27 en productividad. El último. Así como es el número 1 en corrupción, en abandono escolar, en consumo de cocaína. Así como que es el número 24 en innovación y nuevas ideas. Pero aquí no acaba; también el número 27 europeo en cuanto a violaciones a los derechos humanos. Esto según Amnistía Internacional y la ONU

No se olviden tampoco que de las 200 mejores universidades del mundo no hay ninguna española.

Elegir a España como maestro es como poner al perro a que te cuide la carne.

Es como poner a Berlusconi como Ministro de Justicia o Fiscal Anti-Mafia.

Es como proponer a Bush para que presida la Corte Internacional de Justicia.

 

Por León Barriola


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