La Ley de Pesca, promulgada en el anterior gobierno de Sebastián Piñera, ha consolidado una de las situaciones más dañinas para Chile, su ecosistema, su economía y su sociedad. La concentración de la pesca, que le reporta utilidades por tres mil millones de dólares a siete familias, no sólo contribuye a la desigualdad y la pobreza, sino que amenaza con eliminar los peces de la dieta de las futuras generaciones. Mario Osses se encarga de recordar esta perversión en la siguiente columna.
https://www.youtube.com/watch?v=revY1SiyfxM&feature=youtu.be