Ayer participé en un debate organizado por los estudiantes de la Universidad Católica. Una de las pocas ocasiones de confrontar ideas y proposiciones sobre temas sustanciales. Tema: el transporte. Por la mañana el ministro Sr. Cortázar había confirmado que no necesita ver a un gastroenterólogo visto que hay que tener estómago para mentir con tanto aplomo…
En el debate participaron tres representantes de la derecha, y servidor corriendo con los colores de esta izquierda tan traicionada que tenemos. El más reaccionario fue el vocero de Enríquez, lo que desde luego no sorprendió a nadie. Sus ansias de privatización superaron las expresadas por la portavoz de Piñera.
Peor aún, dedicó buena parte de su tiempo a denigrar la política y los políticos, el mal del siglo. El “programa” de Enríquez es neutro y virgen, y fue concebido por “expertos”, chatos que saben, los depositarios de la “experticia”, tú tranquilo ahí que Zorro está por llegar.
Evacuar la política es el mejor modo de privar a la ciudadanía del derecho a ejercer su soberanía. Esa lección, los fascistas y los populistas europeos la conocen de memoria. “Todos podridos” es su lema, salvo ellos desde luego. ¿Razón por la cual Enríquez se mira el ombligo de sol a sol? Para no decir “Cara al sol”…
“Hay que organizar el gobierno de los mejores”, te dicen, pero son ellos quienes se arrogan la potestad de decidir “quién es el más mejol”. Los “camisas negras” de Mussolini, andaban en esa. ¡Cuidado!
Si la dama piñerista explicó con una cara de diamante (muy dura) que no hay nada que cambiarle al sector del transporte aéreo en el cual “no hay monopolio”, el representante de Frei padecía de amnesia. ¿El tren Victoria- Puerto Montt? El tipo confesó no ser especialista de ferrocarriles. ¿Los déficits abismantes de la EFE, los accidentes mortales, la virtual inexistencia de servicios? Ídem. ¿El escándalo de las concesiones viales con peajes más caros que en Europa? Nada. ¿El negociado de las autopistas urbanas concesionadas que te hacen pagar para acceder a tu propia ciudad? (desvío en Coronel para acceder a Lota: 1.000 $ y 1.600 $ el fin de semana…) Ya te dije: nada. ¿Transantiago? “Las micros amarillas eran peores…”
Pero en el futuro todo va a funcionar de coñas y la calidad de la vida va a aumentar que ya nos tarda verlo. Todo va a ser muy apañadito, muy ordenadito, así de fácil, basta con votar por Frei.
Sin detenerse a comentar las tarifas aéreas que son más caras que en los EEUU y en Europa (en donde sin embargo los costes aeroportuarios son mucho más altos), sin debatir de las tarifas del Transantiago que son más caras que en París o en Madrid, sin perder tiempo en explicar porqué el AFT tiene una rentabilidad de sueño sin hacer nada útil (ROE de más de un 63% anual), los tres candidatos de la derecha estaban de acuerdo en el bono, en el subsidio, en la limosna. Para pagar el transporte. O para pagar la luz, o el agua potable, o el uniforme de los niños, o simplemente la comida.
En Chile los hombres -y las mujeres- de Estado no reflexionan. Inventan “bonitos” para evitar el problema de fondo: la justa distribución de la riqueza creada con el trabajo de todos.
Etienne de la Boétie decía por allá por el año de gracia de 1549:
“A las frecuentes distribuciones de trigo, de vino y hasta de dinero, contestaba el pueblo con gritos de ¡Viva el Rey! ¡Imbéciles! No se daban cuenta de que con aquella falsa generosidad no hacían más que recobrar una mínima parte de lo suyo y que el tirano no se lo hubiera podido dar si antes no se lo hubiese usurpado”.
¿Porqué fui el único en mencionar la necesidad de pagar salarios decentes eliminando las limosnas que toman el nombre de “bonos”?
¿Porqué fui el único en mencionar la necesidad de descentralizar el poder, las competencias y los recursos del Estado para que cada localidad, provincia y región decida de las soluciones a sus propios problemas?
¿Porqué fui el único en abordar la exigencia de cambiar la Constitución heredada de la dictadura, que es la que permite que un puñado de privilegiados decida en nombre de todos, incluso en temas de transporte?
Porque son las proposiciones adoptadas por la izquierda al proclamar a Jorge Arrate como su candidato. Porque no creemos en las limosnas sino en el trabajo digno y en el salario justo. Por eso.
Por Luis Casado