¿En qué cree Fernández?

Al leer y escuchar sus declaraciones, no deja de asombrar el personaje que ha “desatado” HidroAysén al contratar a Daniel Fernández, con la misión de vender a cualquier costo su malhadado proyecto hidroeléctrico

¿En qué cree Fernández?

Autor: Sebastian Saá

Al leer y escuchar sus declaraciones, no deja de asombrar el personaje que ha “desatado” HidroAysén al contratar a Daniel Fernández, con la misión de vender a cualquier costo su malhadado proyecto hidroeléctrico. En efecto, él declara sin empacho que “no hay lugares sagrados”. Queda claro que Fernández no es precisamente ‘gente de la Tierra’, ni muy chamánico, pero hoy esto es común. Esta desacralización de todo lo que nos rodea, complementada por un profundo narcisismo con una civilización totalmente desarraigada, son algunas de las profundas causas de la debacle en la que estamos sumiendo a la biósfera y, por consiguiente, a la propia humanidad que depende hasta el día de hoy, y pese a toda nuestra tecnología, 100% de la tan despreciada (¿depreciada?) como depredada naturaleza.

No son industrias humanas las que nos proveen el aire, el agua, los alimentos y la calidad de vida, sino la naturaleza. No son las economías humanas las que sustentan la naturaleza, es la naturaleza la que sostiene todas las economías humanas.

En esto Fernández es solo uno más de los tantos que desconocen su origen y sus raíces -ambas demostrables científicamente-, con las consecuencias nefastas que nos saltan a la vista. Agrega que sí hay lugares sagrados “para la religión”: los cementerios. Insólito. ¡Qué pena! ¿Qué dirían todos los pueblos del pasado y presente que ven el espíritu divino inmanente en toda la creación, en todos sus seres e incluso en ecosistemas como los ríos? Se nota la ignorancia antropológica de Fernández, que también es corriente, cuando utiliza ‘mito’ como lo falso, junto con pontificar que su tarea es “desmitificar ciertos temas que grupos opositores han establecido como verdades”. Los grandes ‘mitólogos’ se dan de cabezazos cuando escuchan estas vulgarizaciones y desnaturalizaciones de conceptos bellos y profundos como éstos. Para la antropología, los mitos, ritos y símbolos de las culturas tradicionales, son formas sofisticadas de transmisión de información codificada analógicamente, para sobrevivir el paso del tiempo y de las generaciones. Es más, según los especialistas, los mitos muchas veces contienen información clave, justamente, para regular la relación entre los seres humanos y la naturaleza.

De igual modo, Fernández señaló en la prensa que “Chile decidió democráticamente seguir…” su actual modelo de desarrollo. Esto si que es raro. Un PPD, supuestamente de centro-izquierda que no sabe que el modelito chileno lo heredamos casi íntegro de los tiempos de la dictadura y por gestión directa de los Chicago Boys, liderada por Milton Friedman, admirador y amigo de Pinochet. Es particularmente pertinente a la controversia sobre HidroAysén la trinidad legal en la que se basa el nuevo ordenamiento constitucional y jurídico que nos fue impuesto en ese nefasto período: la Constitución de 1980, con su Art.19 n° 24 que consagra la inalienable propiedad privada de los derechos de agua y transforma las aguas en una mercancía; el Código de Aguas de 1981, denominado por los expertos como el más neoliberal del mundo, que permitió la captura corporativa de las aguas, ríos y cuencas de nuestro país; y la Ley General de Servicios Eléctricos, el DFL 1 de Minería de 1982, que da potestades sin precedentes a las empresas eléctricas privadas, incluyendo servidumbres especiales para crear embalses hidroeléctricos prácticamente a costo cero. Todo esto fue promulgado en dictadura y las modificaciones posteriores de la Constitución y del Código, durante gobiernos de la Concertación, han sido calificadas como correctivas o incluso ‘cosméticas’ por expertos y legisladores. ¿Todo esto lo ignora Fernández? En CNN declaró que no cree en las organizaciones ciudadanas, en las ONGs, que cumplen un rol clave en un sistema elitista, oligárquico y cupular que busca asfixiar la participación ciudadana.

También ningunea a los que se opusieron a Barrancones. No pesca a los miles de chilenos que se oponen a HidroAysén. No cree en las encuestas. ¿En qué cree Fernández? Pareciera que únicamente en el dinero. Una lástima. Necesitamos urgentemente toda la inteligencia humana posible puesta al servicio del bien común y la sustentabilidad ambiental, tanto a nivel nacional como planetario.

Por Juan Pablo Orrego

Ecólogo. Presidente de Ecosistemas

Coordinador Internacional Consejo de Defensa de la Patagonia


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