8 de marzo: la reivindicación de la mujer trabajadora

Hace un siglo el mundo entero conmemora el día de la mujer

8 de marzo: la reivindicación de la mujer trabajadora

Autor: Leonel Retamal

Hace un siglo el mundo entero conmemora el día de la mujer. En este día se destacan los valores y las virtudes de las mujeres: amor, ternura, bondad, solidaridad, incondicionalidad, entre otras; y se hace un reconocimiento al papel que cumplen –desde sus diversos roles -, en la vida familiar, en el ámbito laboral y comunitario, pero se minimiza el trasfondo histórico y político que le da origen; por tanto, en esta celebración propicia para exaltar y destacar a las mujeres, es importante conocer la historia que declara el 8 de Marzo, como el día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Esta fecha está cruzada por situaciones y hechos complejos y conflictivos, que dieron paso a la reivindicación de las mujeres como sujetos de derechos, capaces de participar en la vida productiva y política de la sociedad.

Su origen está ligado a la huelga de las mujeres trabajadoras de la fábrica textilera Lower East Side, de Nueva York en 1857, quienes protestaron contra la jornada de trabajo de 12 horas y el salario desigual respecto a los hombres y lucharon por su reconocimiento como trabajadoras con derechos laborales. Algunos historiadores indican que este suceso culminó con el incendio de la fábrica donde murieron quemadas las mujeres en huelga. Diez años después, en Marzo de 1867, tuvo lugar una huelga de planchadoras de la ciudad de Troy en Nueva York para pedir aumento de salario; después de tres meses de paro se vieron obligadas a reingresar al trabajo sin grandes logros en su demanda.

Con base en estos hechos, a principios del siglo XX el Partido Socialista en Europa y Norteamérica, propone institucionalizar el 8 de Marzo como fecha para rememorar y conmemorar la lucha de estas trabajadoras, como ejemplo para avanzar en la defensa y el reconocimiento de los derechos de las mujeres. En 1908 el Partido Socialista Norteamericano instaura jornadas de reflexión y acción denominadas Woman’s Day (días de las mujeres), con el objetivo de promulgar campañas contra la esclavitud sexual y por el derecho al sufragio como oportunidad de participación política de la población femenina y, en 1911, se celebra por primera vez en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza el día internacional de la mujer obrera, aprobada un año antes en la II Conferencia Internacional de mujeres socialistas.

Estos hechos, que a primera vista parecen distantes y aislados de la época actual, son punto de referencia para entender y dimensionar el significado de esta conmemoración. El 8 de marzo, las mujeres del mundo entero reivindican los derechos fundamentales a los cuales han tenido acceso, después de una historia de desconocimiento, subvaloración y discriminación que ha generado vulnerabilidad y desigualdad; promulgan por el reconocimiento a la diferencia y la superación de las prácticas y discursos de inequidad de género que están anclados en el imaginario social y cultural y, abogan para que los asuntos considerados femeninos, íntimos y privados, adquieran la importancia que merecen por ser esenciales a la vida de los seres humanos.

Que sea entonces esta fecha una oportunidad más para destacar el valor de la mujer, no sólo por su condición biológica, sino también y fundamentalmente por su trabajo dentro y fuera de la familia, por su aporte a la educación de las nuevas generaciones, por su contribución al desarrollo de la sociedad y porque, en conjunto con los hombres, constituyen el potencial para crear la nueva sociedad que requerimos: más democrática, justa, equitativa y con oportunidades para todos.

 

Por Sandra Franco Patiño

Profesora/ investigadora, Departamento Estudios de Familia, Universidad de Caldas, Colombia

 


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