A la sombra de Estados Unidos y su élite senil

Actualmente dos de cada tres senadores de Estados Unidos, superan la edad de jubilación y es el más viejo de la historia, con un promedio de edad de 64 años.

A la sombra de Estados Unidos y su élite senil

Autor: El Ciudadano

Por Carlos Gutiérrez P.

La famosa declaración de “América para los americanos” dicha por el presidente James Monroe en 1823, se transformó en una política que trajo ocupación, muerte, caos y subdesarrollo para nuestros países por parte de Estados Unidos.

A lo largo de los siglos XIX y XX sus arremetidas fueron violentas, indiscriminadas y totalmente ajenas a consideraciones de legalidad internacional, prefiriendo la intervención directa en América Central y el Caribe con el despliegue de sus infantes de marina, y a través de las fuerzas armadas y partidos de derecha de los respectivos estados en el caso de América del Sur.

Para el siglo XXI han preferido mecanismos más sutiles, como el desconocimiento de elecciones presidenciales que no eran del interés estadounidense, sanciones económicas, bloques económicos, presiones diplomáticas y amenazas encubiertas sobre restricciones en préstamos financieros.

En lenguaje de la época, la doctrina establecía que Estados Unidos no tolerarían ninguna intervención europea en las Américas (donde el capitalismo inglés era el hegemón de entonces), considerando que cualquier intento de colonización o intervención en la región sería una amenaza para la paz y seguridad de Estados Unidos.

En lenguaje contemporáneo, debe cambiarse donde dice intervención europea por presencia china o rusa, eliminar el concepto de colonización o intervención y dejar en forma explícita que esa presencia extranjera sería una amenaza para Estados Unidos.

Actualmente, es lo que ocurre con el accionar de Estados Unidos hacia Venezuela (un fuerte aliado de Rusia y China justamente), siendo parte del conflicto que este país tiene contra Guyana por la región de Esequibo, disputada desde finales del siglo XIX, y que además por casualidad es rica en recursos naturales y ubicada estratégicamente entre los dos estados.

Estados Unidos ha ofrecido apoyo militar a Guyana, en asesores y sistemas de armas, hasta ha dejado trascender una defensa en toda la línea en caso de que la situación tome el camino de la fuerza. Es una forma de presionar y abrir otro flanco de ataque al gobierno venezolano.

Con el actual gobierno derechista de Daniel Noboa en Ecuador ha renovado su interés por una presencia militar directa en el país, en esta ocasión no sobre la reactivación de lo que fue por décadas la base naval en Manta, sino por una nueva infraestructura portuaria en la isla de Galápagos, lo que le permitiría un espacio de control sobre el océano Pacífico muy significativo, especialmente ahora con el puerto de Chancay en Perú, que se construyó en sociedad con China. Esto se enmarca en el tratado de cooperación militar entre ambos países firmado en febrero de este año y que requiere una refirma constitucional, porque la actual prohíbe la presencia de bases militares extrajeras en territorio nacional.

El 10 de diciembre se aprobaron el “Proyecto de Seguridad Integral en la región insular” y el “Instructivo para la aplicación de acuerdos de cooperación entre Ecuador y Estados Unidos”.

El día 21 de diciembre el presidente electo Donald Trump amenazó con reclamar la soberanía sobre el canal de Panamá, argumentando que es crucial para su economía y su seguridad nacional, y que no “se respetan los principios morales y legales que sustentaron la transferencia del Canal”.

También recordó que su país pagó un alto precio en su construcción: “38.000 hombres estadounidenses murieron por mosquitos infestados en la jungla”.

El Canal es mucho más necesario para los Estados Unidos, ya que más del 70% del tráfico de transporte que pasa por el Canal está relacionado con el país.

Reprochó que China saque provecho del Canal y amenazó con exigir “que se nos regrese, en su totalidad y sin cuestiones”.

La decisión de transferir el Canal durante la administración del presidente Carter, por una tarifa simbólica, fue injusta y perjudica los intereses estadounidenses debido a las “tarifas excesivas” impuestas por la parte panameña, según el futuro presidente de Estados Unidos.

El presidente panameño José Raúl Mulino, el domingo 22, en respuesta a la amenaza declaró que “cada metro cuadrado del Canal y su zona adyacente, es de Panamá, y lo seguirá siendo. La soberanía e independencia de nuestro país no son negociables… es parte de nuestra historia de lucha y una conquista irreversible”.

Sobre las supuestas tarifas elevadas para los buques que por aquí transitan, el presidente panameño señaló que “se establecen de manera pública y en audiencia abierta, considerando las condiciones del mercado”.

La respuesta de Trump en sus redes sociales fue escueta y en su tono arrogante característico: “Ya lo veremos”. También publicó una foto de la bandera de Estados Unidos ondeando sobre el agua con la inscripción “Bienvenidos al canal de Estados Unidos”.

Hasta ahora solo el presidente Petro de Colombia ha salidos en defensa del gobernante panameño, declarando “Hasta las últimas consecuencias estaré al lado de Panamá y la defensa de su soberanía. Si el nuevo gobierno de Estados Unidos quiere hablar de negocios, hablaremos de negocios, de tú a tú, y en beneficio de nuestros pueblos, pero jamás se negociará la dignidad”.

Una élite senil

El supermillonario y futuro miembro del gabinete de Trump, Elon Musk, pidió introducir una “prueba básica” para evaluar las capacidades mentales de los funcionarios de Estados Unidos, a propósito de lo ocurrido con la congresista por Texas, Kay Granger de 81 años, que terminó en un asilo de ancianos con demencia, después de haberse perdido en la calle.

A este caso se suman los problemas de salud de la senadora Dianne Feinstein, fallecida recientemente a los 90 años; los dos episodios de parálisis del senador Mitch McConnel mientras hablaba con los periodistas.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer tiene 74 años. El líder de la minoría republicana, Mitch McConnel tiene 82 años.

La ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tiene 84 años.

Actualmente dos de cada tres senadores de Estados Unidos, superan la edad de jubilación y es el más viejo de la historia, con un promedio de edad de 64 años.

Si en algo coinciden ambos partidos, es que sus políticos son demasiado viejos.

Según el diario Wall Street Journal del 19 de diciembre, la Casa Blanca ocultó los problemas mentales de Joe Biden desde el principio, demostrando con el tiempo que su demencia senil tuvo una rápida progresión desde que asumió la presidencia, y a menudo era incapaz de realizar sus tareas habituales. Los asesores principales actuaban como sus confidentes, determinando con quiénes se reunía, filtrando información y tareas que debía asumir.

Hay que recordar que Biden cumplió 82 años en noviembre de 2024, y tiene el récord guinnes de la persona más vieja en ser elegido presidente de Estados Unidos, asumiendo en el año 2021 con 78 años de edad.

Trump, a pesar de que él tiene 78 años, ha optado por equipos más jóvenes. Su vicepresidente, James Vance, tiene 40 años y la mayoría de las proposiciones que está promoviendo para su administración no llegan a los 60 años.

Es altamente preocupante, como lo han demostrado los últimos meses del gobierno de Biden, que la superpotencia hegemónica esté dirigida por políticos con estos grados de senilidad, que se suma a la decadencia general de la élite, a la ultra concentración de la riqueza y sus estrechas conexiones con tomadores de decisiones, la industria armamentista y la burocracia estacionada en organismos decisivos.

Por Carlos Gutiérrez P.

Carta Geopolítica 28, 24 de diciembre de 2024.

Centro de Estudios Estratégicos de Chile – CEECH – [email protected]

Fuente fotografía


Las expresiones emitidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de su autor(a) y no representan necesariamente las opiniones de El Ciudadano.

Sigue leyendo:


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano