¡Los políticos de hoy, no arriesgan nada! ¡Y lo quieren todo!
¡Yo pido sangre! Así como los japoneses ven el mundo con un ojo en la eficiencia y otro en el honor. Sus acciones exudan honor. Se entiende incluso lo despóticos que han de ser gerentes o líderes japoneses en sus causas, ya que ante el fracaso, ante el deshonor, ofrecen su vida como una salida honorable y restitutiva cuando no responden a las expectativas que han cifrado. Y si bien hoy el Hara Kiri (suicidio ritual) es poco usual, en el código japonés siempre ronda la idea. Es decir, es una alternativa latente. La vida carece de sentido sin honor. Yo quiero eso de mis líderes.
El mito cristiano establece a un Jesús “muriendo por nosotros”. Esa religión no sería la misma si Él hubiera vivido muchos años y en prosperidad. Tenía que morir, y por nosotros. Ofreció lo que ofreció y murió por aquello: Honra.
Arturo Prat como prócer chileno. Murió a sabiendas, saltó al abordaje, sable en mano por Chile y por su honor. La opción: “la rendición”, era posible y no lo hizo. Murió con honor. Carrera murió fusilado luego de luchar por la independencia, gastándose sus propios recursos económicos, incluso salvándole el pellejo alguna vez a O´Higgins, y muriendo traicionado por el mismo. Carrera, dictador y todo también, pagó con la vida sus sueños de poder: Honor. Manuel Rodríguez: Honor. Así tantos otros que creyendo en algo murieron por aquello.
O´Higgins en cambio, ya sabemos, no se libró del estigma y el desprecio. Salvo para los militares, en Chile O´Higgins es nadie.
¿Pinochet? como en el chiste, “murió de viejito”escapando de la ley. Sepultando cualquier lugar en la historia al lado de hombres que vivieron lo que pregonaron. Se fue al patio trasero donde residen los deshonrosos y ladrones. De apellidos-vergüenza y deshonra. Pero fundó la escuela moderna: La de los “amantes del pueblo con derecho a cagarla y salir sin rasguño”, como si trabajaran ad honorem y en su tiempo libre. La escuela de los políticos que jamás aceptarían una daga Samurai. Claro, si se espantan ante una simple aguja: Quitándole hábilmente el poto a la jeringa.
Los de hoy parecen un chiste, cuando todo esto es asunto serio. Cómo hablan y hablan de su amor a la ciudadanía y el gran esfuerzo que harán por mejorar las condiciones de la gente ¿y que garantía ofrecen? Suena gracioso pero ¿Qué garantía ofrecen? ¿Saltarán al abordaje? ¿Se ofrecerán para el fusilamiento?
Si esto lo lee algún candidato, te lo digo a ti: Piénsalo ¡Grítalo! ¡Garantízalo! Y firma ese desinteresado amor a tu país con tu sangre, ponte la daga en el estómago y garantiza: “O cumplo o me inmolo”. Martirízate, ¡martirízate en serio! Y deja de decir que tienes “vocación de servicio” ¿Crees que esto es un hobby? ¿O un equipo de fútbol en que pierdes, quiebras y te vas? Nunca arriesgas nada. Quiero que arriesgues todo ¡Pero todo! La vida misma.
Como Carrera, Rodríguez y Prat. Entonces juega al poder, juega con la gente, muévela, márcala como al ganado y afecta su destino, el de generaciones incluso, la salud de millones, la vida misma. Antepón la tuya también. Atiéndete en la salud pública, envía a tus hijos a la escuela pública, vive lo que pregonas.
Ofrezco mi voto al Dictador y máximo déspota si quieren, pero que cumpla a “Morir” por lo que dispone y que ponga su vida de aval. Lagos no lo hizo, Aylwin tampoco, Frei menos, y ahí está nuevamente postulando, arriesgando nada otra vez. ¿Quién de estos entrará en la historia de los próceres? ¿Quién de estos ante la deshonra se apuñaló o murió batallando llevando su nombre al máximo honor per sécula?
Parece una idea romántica y de la antigüedad pero bueno, no hace tanto, Allende lo hizo, y la historia dará su veredicto.
Por Mauricio Contreras
Voz, letras y guitarra en Huinca, banda de rock metal chilena.