El actual Ministro de Hacienda, Andrés Velasco, era en 1990 el Jefe de Gabinete del Ministro de Hacienda, Alejandro Foxley, su colega en el actual gabinete, y ambos estaban acompañados por José Pablo Arellano, como Director del Presupuesto, que hoy es el Presidente Ejecutivo de Codelco. Estos tres personajes, son los que en los 4 años del gobierno de Alywin, le negaron a Codelco los recursos para invertir, razón por la cual su producción bajó en un 9 %, pero al mismo tiempo, con la ley 18.985 de junio de 1990, en los hechos eximieron de impuesto a la renta a las mineras extranjeras, las que en vista de este “incentivo”, aumentaron su producción de 60 mil toneladas en 1989, a 910 mil toneladas en 1994, y 3,9 millones el 2007.
Estos mismos 3 personajes, vuelven a situarse en los más altos puestos del gobierno, y “coincidentemente” Codelco vuelve a bajar su producción de 9 % desde el año 2005, y además, tienen ya muy avanzado el proyecto de un nuevo gobierno corporativo de Codelco y su conversión en S.A., y también ya se ha anunciado que se prepara también un proyecto para vender una parte de su capital a privados, y también está en carpeta el proyecto que deroga el 10 % de sus ventas destinados a las Fuerzas Armadas, que permitiría la privatización total de Codelco.
¿Cuál es el pretexto para transformar Codelco en una sociedad anónima?. Que al tener un directorio que debe responder a los accionistas, y estar bajo la fiscalización de la Superintendencia de Valores y Seguros, ello sería una garantía de buena administración y generación de mayores utilidades. Como ejemplo de esta buena gestión, los adláteres de la privatización de Codelco, sostienen que si la corporación hubiese contado con un directorio privado en 1993, Juan Pablo Dávila no habría perdido cerca de 200 millones de dólares en los mercados de futuros del cobre, porque habría existido mayor implicancia y control en un Codelco privado, por el Directorio y sus accionistas, que habrían despedido a todos los responsables de esa cuantiosa pérdida.
Mostraremos que este pretexto es falaz y sin fundamento, puesto que la Cía. Minera Mantos Blancos S.A., sociedad anónima abierta que es fiscalizada por la Superintendencia de Valores y Seguros, perdió en los mismos mercados de futuros del cobre, 14 millones de dólares en 1994, y 49 millones de dólares en 1995, respectivamente el 8 y 25 % de sus ventas, lo que proporcionalmente es muy superior a las pérdidas de J.P. Dávila. que perdió solo el 7 % de las ventas de Codelco. Sin embargo, en aquel tiempo, El Mercurio, La Tercera, la televisión y otros grandes medios de comunicación, no dijeron absolutamente nada de las pérdidas de Mantos Blancos, pero durante meses escandalizaron a todo el país, pidiendo la privatización de Codelco, argumentando que las pérdidas en los mercados de futuro se habrían evitado si hubiese estado privatizada.
La Superintendencia de Valores y Seguros no fiscalizó esos balances, es más, al parecer ni siquiera se enteró de dichas pérdidas de Minera Mantos Blancos S.A., y su directorio y accionistas tampoco nada dijeron de estas cuantiosas pérdidas, ni despidieron a los altos ejecutivos responsables de ellas, por el contrario, fueron premiados por tener la grandiosa idea de generar estas pérdidas para no pagar impuesto a la renta en Chile. Es así como, el Sr. Diego Hernández, Presidente de Mantos Blancos de la época, fue ascendido a Presidente de Minera Collahuasi, una empresa de mayor envergadura. Posteriormente, sus pares de las mineras extranjeras, lo eligieran Presidente del Consejo Minero, por su destacada labor en la dirección de Mantos Blancos donde perdió 63 millones de dólares, en los mercados de futuro del cobre en solo dos años. Actualmente, el Sr. Diego Hernández, es Presidente BHP Metales Básicos, es decir dirige todas las mineras de BHP en América del Sur. Sin embargo, en la estatal y “mal administrada” Codelco, despidieron a todos los altos ejecutivos, considerados responsables de las pérdidas de J.P. Dávila.
Conclusión, esta comparación entre Codelco y una minera privada, nos muestra que los accionistas y el directorio de una empresa privada, no son en ningún caso un garante de una buena gestión empresarial, sobretodo cuando se trata de transnacionales mineras, que premian a sus directivos cuando generan pérdidas en Chile. Una buena gestión para Codelco significa generar utilidades, y para las mineras extranjeras, es generar pérdidas en Chile que se transforman en utilidades en paraísos tributarios en el extranjero. Por ello que cabe preguntarse, cual puede ser el objetivo de Andrés Velasco y José Pablo Arellano, y seguramente con el asentimiento del Alejandro Foxley, de convertir Codelco en una sociedad anónima, evidentemente transnacional, que genere pérdidas en Chile que mágicamente se convierten en utilidades en paraísos tributarios en el extranjero. ¿Qué pueden ganar ellos con esta transformación de Codelco en S.A., como paso previo a su privatización?.
El ejemplo que dimos, y los informes del SII sobre la tributación de las mineras privadas, confirman que ellas sólo generan pérdidas para nuestro país. La gran minería entrega utilidades al Fisco, sólo cuando es explotada por el Estado, y lo confirman los más de 25 mil millones de dólares que le ha aportado Codelco en los últimos 3 años.
Julián Alcayaga O.
Economista
www.defensadelcobre.cl