El año 2003 se creó en el Senado una Comisión Especial sobre la Tributación de las Empresas Mineras, que después de meses de estudio concluyó que había que hacer cambios a la tributación minera, pero sin que se mencionara siquiera la posibilidad de legislar sobre el establecimiento de una regalía minera, más conocida como royalty, a pesar que en el seno de la Comisión el tema había sido planteado sobre todo por el senador Jorge Lavandero, quien presidió dicha comisión.
El tema del royalty ni siquiera se mencionaba en los medios de comunicación, hasta que en junio de 2004, pocos días antes que se presentara el Informe de la Comisión del Senado sobre Tributación Minera, se reunió la Comisión Económica del PDC, convocada precisamente para tratar el tema de la tributación minera. Esta reunión se realizó en una sala del Senado en Santiago. A ella asistió el entonces senador vitalicio Eduardo Frei Ruiz Tagle, quién fue uno de los primeros en exponer sobre el tema. Se opuso terminantemente a cualquier cambio en la tributación minera y en forma rotunda a la posibilidad de instaurar un royalty minero. Mucho antes que terminara la reunión de esta Comisión, el senador Frei se retiró de la sala, y a su salida de la sala lo esperaban en masa los medios de comunicación incluida la televisión, que al parecer estaban enterados que Frei efectuaría declaraciones, quien efectivamente efectuó destempladas declaraciones contra y cualquier cambio a la tributación minera y sobretodo sobre la posibilidad de instaurar un royalty.
El senador Adolfo Zaldívar, a la época Presidente y líder incontestado de la DC, también asistía a esta reunión, se dio cuenta de lo que había declarado el senador vitalicio, y al término de la Comisión Económica de la DC, también se dirigió a los periodistas, pronunciándose abiertamente a favor de legislar para establecer un royalty a la minería. Declaró que la Democracia Cristiana como partido solicitaría al gobierno un proyecto de ley en ese sentido, y que la opinión contraria del senador Frei en nada comprometía al partido. Fue inesperada esta posición tan abierta del senador Zaldívar en favor del royalty a la minería.
Es cierto que anteriormente el senador Adolfo Zaldívar, incluso en pleno gobierno de Frei Ruiz-Tagle, había criticado enérgicamente la falta de política minera de los gobiernos de la Concertación, críticas que también efectuó el año 2000 durante la discusión del Tratado Minero con Argentina. Se había destacado en defensa de la pequeña y mediana minería nacional. Las críticas de Adolfo Zaldívar hacia la política minera de los gobiernos de la Concertación siempre se efectuaron al interior del Senado, pero fueron completamente ignoradas por los medios de comunicación. A pesar de estas críticas a la política minera de la Concertación, Adolfo Zaldívar nunca antes se había pronunciado por el establecimiento de royalty a la minería. ¿Por qué entonces lo hizo tan repentinamente en junio de 2004, inmediatamente después de las declaraciones de Frei?
En esa época habían dos precandidatos presidenciales de la DC para las elecciones presidenciales de 2006: Eduardo Frei y Adolfo Zaldívar. Cuando Eduardo Frei se pronunció tan abiertamente contra el royalty y cualquier cambio tributario en la minería, Adolfo Zaldívar seguramente vio en las declaraciones de Frei la oportunidad de torpedear su precandidatura presidencial, apoyando tan decididamente el establecimiento de un royalty e involucrando a la Democracia Cristiana en esta iniciativa. Fue un gran acierto de Adolfo Zaldívar, porque a las pocas semanas el tema del royalty adquirió una popularidad extraordinaria en la opinión pública, puesto que toda la Concertación tuvo obligatoriamente que sumarse a esta idea, porque si Adolfo Zaldívar, el «conservador» presidente de la Democracia Cristiana apoyaba tan firmemente la idea de legislar sobre el royalty, los partidos «progresistas» de la Concertación, como el PS, PPD y PRSD, no podían quedarse atrás y tenían obligadamente que sumarse con “entusiasmo” a la idea de instaurar un royalty a la minería, del que anteriormente nunca se habían siquiera atrevido a pronunciar el término.
Durante meses el tema del royalty estuvo en la agenda pública gracias al impulso que le había dado Adolfo Zaldívar el “conservador” presidente de la DC. Al sumarse todos los partidos de la Concertación e incluso algunos parlamentarios de derecha, la popularidad del royalty alcanzó un apoyo cercano al 80 % de la población, según las encuestas realizadas en la época. Ante este apoyo masivo al royalty, el Presidente Lagos se vio forzado a sumarse al clamor nacional, y envió un proyecto de royalty al parlamento. La víctima de todo esto fue Eduardo Frei, que tan firmemente se había opuesto al royalty, puesto que ante una popularidad tan extraordinaria del royalty, al final ni siquiera se presentó como precandidato presidencial en la DC. Pero las transnacionales mineras no le iban a perdonar a Adolfo Zaldívar su apoyo incondicional al royalty, y algo tendrían que hacer para torpedear su precandidatura presidencial. Es así como, se levantó como precandidata presidencial de la DC la ministra estrella del gobierno de Lagos, Soledad Alvear, quien finalmente derrotó a Adolfo Zaldivar gracias también al apoyo del gobierno de Lagos. En 1988, había ocurrido algo parecido, cuando en las elecciones para elegir el candidato presidencial de la DC, en un bochornoso episodio de desaparición de urnas, Patricio Alywin se impuso a Gabriel Valdés, el dirigente DC que junto a Radomiro Tomic y Renán Fuentealba habían prometido que el llegar al gobierno derogarían la ley minera de José Piñera. ¿Tendrían algo que ver las transnacionales mineras en estos episodios?
Todos sabemos que posteriormente el proyecto de royalty de Ricardo Lagos fue un fiasco, y que Adolfo Zaldívar fue expulsado de la DC, pero quería destacar su rol en el hecho que en Chile se haya legislado sobre este tema, y que el royalty haya salido del anonimato gracias a su compromiso. Este episodio que he relatado es desconocido, pero yo puedo testimoniar sobre él porque fui testigo presencial tanto de las declaraciones de Frei como de Zaldívar, en junio de 2004.
Julián Alcayaga O.
Economista
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