Me parece inaudito esto de la crítica al Gobierno. ¿Cómo no se dan cuenta de que ellos la llevan y que tienen la razón? Claro. ¿No ven que la compraron? (la razón, digo). Por eso, y ante lo que pasa con la lucha educativa, hacía falta una voz como la de Rodrigo Hinzpeter que pusiera orden. Hoy habló.
Hace tiempo que la gente no cacha. El ministro Hinzpeter dijo hoy que “se acabó el tiempo de las marchas” porque el Gobierno “no ha sido terco” y “la intransigencia de los estudiantes… bla bla bla” y acto seguido declaró que van a “tomar todas las medidas para hacer valer la decisión del Gobierno”. ¿Qué más diálogo quieren? ¡Obvio! Si la propuesta está en la mesa y si no la aceptan, no hay nada más que dialogar. ¡Así se hace, Ministro! ¡Mano dura con estos intransigentes! Ya era hora que llegara una persona inteligente y prolija en el arte de la negociación a hacerse cargo en la política chilena.
En este país la gente no se conforma nunca, no agradece cuando le imponen una solución. Ahora les ha dado por reclamar. ¡Como si esta weá fuera una democracia! ¿A’onde la vieron? Si hace rato que nos perdimos la posibilidad de recuperarla poh.
Ahora se creen que con marchas y haciendo disturbios van a resolver el problema de la educación. ¿Pa’ qué quieren educarse bien? ¡Digo yo! Si la mayoría de esos giles que marchan lo que van a aprender en las universidades es a pasársela agachando la ca’eza la mayor parte de sus vidas. Al menos eso es lo que han aprendido nuestros profesionales egresados de la educación superior en las décadas pasadas y presentes.
Deberían darse con una piedra en el pecho que el Gobierno se tomó la molestia de hacerles una propuesta después del Acuerdo (Gane) que había querido imponer el Presidente antes, esa vez que el otro Ministro de Educación estuvo paradito y bien quietecito atrás mientras el jefe hablaba. Es decir, ya van dos acuerdos que los perlas se dan el lujo de rechazar. ¡Son muy car’e rajas!
¿Cómo va a avanzar el país si la gente no ayuda? Ya va siendo hora de que se pongan a producir, pues. Hoy el Presidente dijo que son 60 millones de horas de clases las perdidas. Mejor que vayan a calentar el asiento rapidito en vez de helarse el poto en las tomas que no conducen a nada. Aunque algunos giles poco avispados anden diciendo que estos cabros chicos “le han devuelto la sensación de dignidad a esta sociedad dormida, que ha perdido la capacidad de pelear por el mundo que desean”. ¡Miiiiren las weás que hablan, poh! Como si eso diera de comer.
A las finales, como dicen en la pobla, tenemos que trabajar igual. Y mientras antes comencemos, mejor. Así que sería bueno que dejen de andar haciendo olitas con charquitos de agua como esa tonterita de la educación pública, gratis y de calidad para todas y todos. Como si con eso se ganara algo.
Se andan comparando con el resto de América Latina, donde están todos cagaos, para decir que tenemos la educación más cara del Continente. ¿Quieren que estemos como ellos?
Se andan comparando con los países de Europa, donde le garantizan el derecho a la salud y facilidades para educarse a la gente, allá mismo donde una nana gana el doble que un profesional medio de este país. ¿Pa’ eso quieren educación?
Dejen que el Presidente administre, que él ha demostrado que sabe hacer plata y la idea es que el país tenga mucha. Aunque casi nadie la vea. Si para ser ricos, tenemos que sacrificarnos para así poder seguir viendo por encima del hombro a los habitantes de los países vecinos, que no han sabido hacer los sacrificios que la patria requiere, para que nos vean con el respeto que nos merecemos. Aunque de respeto poco acá adentro.
Así que eso, poh. Vamos dando paso a la cordura, que los ciudadanos de bien nos estamos cansando de que se tomen la Alameda y que no dejen circular, como dice el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, cuyo discurso de protección de la propiedad privada deberían enseñar en cuarto medio.
Dicen que mañana hay marcha, los secundarios por la mañana y los profes con los universitarios por la tarde. Ya nos les basta con una al día, ahora quieren matiné, vermú y noshe… ¡uta la lesera! Me perece muy bien que el ministro Hinzpeter les haya puesto los puntos sobre las íes a estos cabros chicos que no miden lo que le cuesta al país mantenerlos embrutecidos en sus escuelas. Ya era hora de que alguien roncara con voz de hombre.
Por César Baeza Hidalgo
Twitter: @Cesar_inBH
El Ciudadano