Aminatou, Sáhara Occidental y deuda histórica

”Lo que nunca se me pasó por la cabeza es que España ayudaría a Marruecos reteniéndome en su territorio en contra de mi voluntad” (Aminatou Haidar) Aminatou tuvo que soportar que su viaje de regreso a El Aaiún se frustrase a pesar de que el jefe del gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, […]


Autor: Wari

”Lo que nunca se me pasó por la cabeza es que España ayudaría a Marruecos reteniéndome en su territorio en contra de mi voluntad” (Aminatou Haidar)

Aminatou tuvo que soportar que su viaje de regreso a El Aaiún se frustrase a pesar de que el jefe del gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, confiaba en obtener los nuevos permisos para poder trasladarla en un avión medicalizado. Marruecos rechazó de nuevo el regreso de la activista y para reforzar su negativa cercó su domicilio con furgones policiales y fuerzas especiales.

“Hay un amplio despliegue policial y se están llevando a cabo detenciones arbitrarias”. «La familia de Aminetu está muy asustada porque su casa está rodeada de policías» Jamat Hamad (activista saharaui).

Aminatou es y se considera saharaui aunque tiene nacionalidad marroquí lo que conlleva que para entrar en España necesite pasaporte y visado; es también una firme defensora de los Derechos Humanos que postula la revolución pacífica como forma efectiva de revolución para reivindicar la libertad de su pueblo exiliado en el desierto. Es una mujer dialogante que fue vejada y torturada en las cárceles de un país que ignora la Declaración Internacional de los Derechos Humanos.

Aminatou Haidar fue expulsada de El Aaiún y trasladada en contra de su voluntad a Lanzarote. La activista volvía a casa tras recibir en Nueva York el “Premio Coraje Civil 2009”. Las autoridades marroquíes le retiraron el pasaporte y la enviaron a Canarias y una vez allí se le permitió la entrada en territorio español aún sin presentar su pasaporte.

Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores dice que “La señora Aminetu Haidar entró en España con su tarjeta de residencia que es un documento que, no vale, sin embargo, para viajar fuera de este país… Para salir de España se necesita un pasaporte o un documento de viaje del que, por el momento, carece al haber declarado que su pasaporte marroquí le fue retirado».

Aminetu Haidar, activista saharaui pro Derechos Humanos, ha interpuesto una demanda contra Marruecos por expulsión ilegal; contra las autoridades españoles por lo que considera un secuestro al obligarla a entrar en el país en contra de su voluntad y contra la Guardia Civil por los malos tratos recibidos en el aeropuerto de Lanzarote (denuncia que los agentes la obligaron con violencia y en silla de ruedas a desalojar las instalaciones). La activista está realizando una huelga de hambre que piensa llevar hasta sus últimas consecuencias o hasta el momento en él que pueda regresar a su tierra.

Según su abogada “No es que ella legalmente entre en el país, sino que se la obliga a entrar en el país, que es bastante diferente. España ha secuestrado a Aminatou Haidar contra su voluntad”.

Su salud se deterioró de forma ostensible después de haber estado encarcelada como presa política durante cuatro años en cárceles marroquíes sin embargo ni los cristales de sus gafas, ni la debilidad a causa de la huelga de hambre, ni siquiera la impotencia ante su situación han podido aminorar la fuerza de su mirada; los ojos de Aminatou reivindican derechos que son los de su pueblo; sus ojos refuerzan con su mirada el convencimiento de que “España es responsable de todo el sufrimiento del pueblo saharaui jurídica e históricamente. Hay intereses bilaterales entre ambas naciones…”

Por muy inconveniente que resulte hay que reconocer que al menos una buena dosis de razón tiene en lo que dice…

“El conflicto del Sáhara Occidental tiene como raíz un proceso de descolonización no concluido, bloqueado desde 1975 por la invasión militar ilegal del territorio del Sáhara Occidental por el Gobierno de Marruecos, y que debe culminar con un Referéndum de Autodeterminación con todas las garantías democráticas y de libertad” (Coordinadora Estatal de Asociaciones de Solidaridad con el Sáhara, Ceas-Sáhara).

La raíz del problema actual se remonta a principios del siglo XX, entre 1900 y 1912 las fronteras del Sáhara Occidental sufrieron diversos cambios sujetos al capricho de Francia y España; ambos países, en diferentes acuerdos, variaron a su libre albedrío los límites territoriales hasta que finalmente en el año 1934 los líderes de las diferentes tribus saharauis firmaron un “sometimiento amistoso” al gobierno español. Dos años después se produjo la total ocupación del territorio.

A raíz de su ingreso en la ONU, en el año 1955, España tiene que someterse a los principios que el organismo internacional establece sobre descolonización pero el gobierno de la dictadura intenta ralentizar el proceso y sigue dominando la zona aunque la cooperación entre España, Francia y Marruecos había llegado a su fin.

Los saharauis pidieron ayuda a sus convecinos, a los que ellos habían apoyado anteriormente, para luchar en pos de la liberación del dominio español. La respuesta por parte de Marruecos fue negativa. El gobierno español como recompensa otorgó a los marroquíes lo que actualmente se conoce como la provincia de Tarfaya, situada al sur de la frontera marroquí, zona que hasta ese momento había estado bajo el dominio español y habitada por saharauis.

El Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas, en el año 1963, incluyó al Sáhara Occidental en una relación inicial de regiones a las que tenía que aplicárseles la Declaración sobre concesión de independencia a países y territorios coloniales. Dos años después España “es invitada” a que no demore más los trámites descolonizadores y a partir de ese momento queda aceptado el principio de autodeterminación ante la ONU.

En los primeros años de la década de los setenta da sus primeros pasos el proceso previo a la Independencia con los ojos puestos en el año 1975 fecha fijada para la celebración del Referéndum de autodeterminación. La respuesta del rey de Marruecos, Hasán II, que ya había expresado su intención de anexionar el Sáhara Occidental, se produjo el 16 de octubre de 1975 con el anuncio de una “invasión pacífica y multitudinaria” cuya intención era desalojar a los españoles para que Marruecos pudiese ocupar la antigua colonia. Tres semanas después, el 6 de noviembre, da comienzo la “Marcha Verde”.

Al mismo tiempo, Mauritania, que había acordado con Marruecos el reparto del territorio, envía a su ejército hacia el sur; ante la invasión militar la población saharaui sólo tiene una alternativa, la huida hacia la región argelina de Tinduf donde se establecen en campamentos con el apoyo del gobierno argelino. Todo esto ocurre porque España había firmado los Acuerdos Tripartitos de Madrid o lo que es lo mismo la entrega del territorio del Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania.

En el año 1979 Mauritania firmó un Acuerdo de Paz con el Frente Polisario y posteriormente reconoció a la República Árabe Saharaui Democrática (Rasd).

El paso que conduce a la lucha armada se produjo cuando en junio de 1970 se masacra a los manifestantes que pedían la independencia del Sáhara. Fue entonces cuando los saharauis decidieron coger las armas y luchar.

En mayo de 1973 se celebra el Congreso Constitutivo del Frente por la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario) que tiene como líder a El Uali Mustafa Sayed. En mayo de 1975, entre constantes amenazas de invasión por parte de Marruecos y Mauritania, la Comisión de Encuesta de la ONU comprueba en territorio saharaui que “El Polisario es la única fuerza política dominante en el territorio y que la inmensa mayoría del pueblo desea la independencia».

La alternativa del actual gobierno marroquí al Referéndum es un simulacro de autonomía bajo su soberanía y la creación del Consejo Real para los Asuntos del Sahara (Corcas) integrado por miembros de los distintos clanes y tribus saharauis que serían designados por el rey de Marruecos. Argelia apoya el rechazo del Frente Polisario a esta “solución” y también apoya la reivindicación de independencia con la celebración de un Referéndum de Autodeterminación «Justicia y Libertad para el pueblo saharaui».

Por Pilar Rego

Educadora Social

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