Arbaín: dolor, duelo y reflexión (II)

Arbaín es un día de dolor, de duelo, pero también de reflexión. Es un día de conmemoración de ideales de la humanidad representados por Husein: libertad, igualdad, lucha contra el despotismo; la constante lucha contra la opresión y la falsedad.

Arbaín: dolor, duelo y reflexión (II)

Autor: Pablo Jofre

En un artículo escrito en un portal amigo donde solía colaborar (1) y con referencia a Arbaín, hice un correlato respecto a la expresión Eppur si muove –y sin embargo se mueve– una frase que la tradición científica atribuye al astrónomo italiano Galileo Galilei, obligado por la Inquisición católica a abjurar de la teoría heliocéntrica del mundo y con ello desechar su escrito científico establecido en el “Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo ptolemaico y copernicano”.

Una idea que ya el Islam, según nos señala en su texto “La Civilización del Islam” el intelectual Ricardo H. S. Elía, había tratado con rigor: “efectivamente, hacia el año mil, cuando en la Europa cristiana se predecía el fin del mundo y la ignorancia y la superstición reinaban por doquier, Al Biruni calculó el radio de la tierra y demostró que nuestro planeta giraba alrededor del sol… 633 años después, el astrónomo italiano Galileo Galilei (1564-1642) a los setenta años de edad debió comparecer ante un tribunal de la Inquisición y pronunciar de rodillas la abjuración de su doctrina –entre otras cuestiones el movimiento de la tierra”. Abjuración que tendría una satisfacción póstuma para la memoria del científico italiano cuando 359 años, cuatro meses y nueve días después de la sentencia de la Inquisición el fallecido papa Juan Pablo II pidió perdón por la sentencia.

Sin duda, si consideramos el valor simbólico de la frase atribuida a Galileo, sintetiza en ello la tenacidad, el vigor, la fuerza y la voluntad de enfrentar las más terribles pruebas, amenazas, exigencias y temores en pos de un ideal, de una creencia y, sobre todo, de la justeza de un actuar. Hoy, en el año 2024 occidental y en 1445 del calendario islámico, en el mes de Safar, el mundo musulmán y en especial millones de chiítas conmemoran Arbaín, que se observa 40 días después del Día de Ashura –es decir, la evocación del martirio del nieto del profeta Muhammad, el tercer Iman de los chiítas: El Iman Husayn ibn Alí y sus seguidores.

Cuarenta días después de Ashura, millones de creyentes, venidos de todos los confines del planeta, encaminan sus pasos hacia la ciudad santa de Karbalá en Irak. Esto, en una peregrinación que sitúa a Arbaín como una de las reuniones anuales más importantes y masivas del mundo en un solo lugar. Simbolizando en este viaje y las remembranzas en la ciudad, la postura y conducta inquebrantable de situar la verdad sobre la mentira y la lucha de la humanidad contra todo aquello que signifique injusticia, tiranía y opresión. Arbaín es un día de dolor, de duelo, pero también de reflexión. Es un día de conmemoración de ideales de la humanidad representados por Husein: libertad, igualdad, lucha contra el despotismo; la constante lucha contra la opresión y la falsedad.

Peregrinos que, ondeando banderas negras, rojas, verdes con imágenes del Imam, coreando eslóganes donde se expresa la dolencia, el duelo, pero también la meditación después de 14 siglos es una imagen que llena los ojos y los corazones, que inunda de emoción a todo aquel que ha tenido la oportunidad de realizar este recorrido en un río colectivo. Una caminata pletórica de sentimiento vital, donde millones de seres humanos, a pesar de las guerras, la agresión y el terrorismo salafista, sionista y occidental, es capaz de elevar sus plegarias ante el ejemplo de fortaleza, lucha contra la opresión, la justeza y la verdad que el martirio del Imam Husein representa.

Arbaín es universal

Arbaín es la unión del recuerdo público, expresado multitudinariamente, pero también el ejercicio espiritual que distingue a los chiítas, del cual no se restan otras creencias, que son invitadas a conmemorar valores universales representados por el Imam Husein. En Arbaín se dan cita esos valores y me hace tener presente cada una de las cartas de Seyed Alí Jamenei dirigidas a aquellos que en su juventud representan la esperanza del mundo. En su primera carta “a los jóvenes como luz de esperanza” y en la segunda de ellas “a los jóvenes de Europa y Norteamérica”, fundamentalmente se consigna los valores del martirio del Imam Hussein y convoca a los jóvenes del mundo a sumarse a un mundo mejor, donde ellos tienen una función y un deber fundamental.

Un emplazamiento potente, vigoroso, que convoca a estudiar el Islam, que los jóvenes se informen más allá de lo que los medios de los países donde viven transmiten. Informarse “de primera mano” y evitar la propaganda claramente islamófoba. Tener presente también la tercera de esas misivas, donde Seyed Ali Jamenei se dirige a los jóvenes que defienden con valor a Palestina en su lucha por la autodeterminación, en su resistencia ante el sionismo; jóvenes que denuncian los crímenes cometidos contra hombres, mujeres y, entre ellos, miles de niños. El líder religioso iraní sostiene: “En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso. Escribo esta carta para esos jóvenes cuya conciencia despierta los ha movido a la defensa de las mujeres y los niños oprimidos de Gaza. ¡Queridos jóvenes estudiantes de los Estados Unidos de América! Este es un mensaje de concordia y solidaridad de nosotros con ustedes. Están ustedes ahora en el lado correcto de la historia, cuyas páginas están pasando ante nosotros. Ustedes conforman hoy una parte del Frente de la Resistencia, y, bajo la presión brutal de su gobierno, que defiende abiertamente al despiadado régimen usurpador sionista, han iniciado un combate honroso…” (2)

Así, el objetivo principal de estas cartas se engarza con el ejemplo de Arbaín. Letras plenas de emoción, pero también un llamado al combate contra la injusticia. Letras dedicadas a los jóvenes de Occidente, para darles a conocer la verdadera cara del Islam. Un ejemplo que después de 14 siglos se expresa aún en toda su magnitud. En estos jóvenes, representado en el valor de los mártires, jóvenes como ellos, con sueños, anhelos, con una vida truncada por los enemigos de los pueblos. En estos jóvenes se confía como motor de cambio y transformación, una confianza que da una luz de esperanza también respecto a la posibilidad de transitar hacia caminos de paz en nuestro planeta.

Jóvenes, hombres y mujeres en pleno tránsito de ser líderes, conductores, responsables del futuro de sus pueblos. Jóvenes que aún tienen la mente abierta, a diferencia de los líderes occidentales que distorsionan intencionalmente la verdad. Y, en ese plano, Seyed Ali Jamenei los invita a conocer el Islam sin prejuicios y no dejarse confundir por aquellos que bajo el nombre del Islam lo distorsionan y sirven a intereses miserables en el marco del wahabismo y los intereses hegemónicos de unos cuantos países. Por esto, conocer la historia, recordar hechos memorables y gloriosos como Arbaín es una escuela de aprendizaje, de enseñanza, de honor.

No existe mejor fecha para que vuelva a recordarse las letras de una carta tan esclarecedora, como es Arbaín. Esto, en medio del trasiego valeroso de la resistencia contra aquellos poderes de una hegemonía a la baja, contra sionistas e imperialistas, contra los enemigos de los pueblos, sean estos árabes, persas, latinoamericanos, africanos o asiáticos. Un Arbaín cuyo ejemplo y mensaje esencial están más presente que nunca, donde surge potente el ejemplo de un martirio ocurrido en Karbalá hace 14 siglos y que tiene, en propiedad, valores universales posibles de amplificar a todas las culturas.

Arbaín es la expresión de que, a pesar de lo convulso de nuestro mundo, del terror impuesto por los enemigos de los pueblos, nos movemos por nobles ideales. Esto, porque en Arbaín conmemoramos como seres humanos, más allá de las creencias religiosas, el valor de la vida, de la dignidad como seres humanos, que se eleva sobre cualquier ideología, sobre cualquier política hegemónica, sobre cualquier sanción y bloqueos contra los pueblos. Ashura, así como Arbaín son faros dentro de esa nube de muerte y destrucción, bajo esa oscuridad que algunos quieren propagar con el nombre de sionismo en el mundo.

Por ello y a pesar de las fuerzas en contrario, a pesar de las mentes y las políticas siniestras, a pesar de aquellos que se quieren oponer a la felicidad de los pueblos, tenemos a Ashura y Arbaín, el ejemplo de Husayn; a pesar de todo, EPPUR SI MUOVE. Y, aquellos que no van en ese movimiento, que se niegan al avance de los pueblos por su libertad, que no creen en la justeza de las acciones encaminadas a lograr la satisfacción de nuestras sociedades, la historia pasa su carro y los arrollará en forma inmisericorde. No puede existir piedad con aquellos que tiene el mal como estandarte, el exterminio como meta, el robo como conducta y el desprecio por la humanidad como crónica forma de vida.

Ashura, Arbain, el ejemplo imperecedero del martirio del Imam Husein impacta enormemente, no sólo en el mundo del Islam, sino también en todas las sociedades en el aspecto moral y referencial. Un ejemplo que seguir en un mundo distinto y diverso, incluso para las sociedades que no tienen al Islam como guía. Arbaín es una guía para luchar contra la indignidad, la injusticia. El martirio del Imam Husein es agua viva, es frescor en la batalla, es señal que la maldad no tiene espacio y debe ser destruida. Es señal que la justicia se impondrá más temprano que tarde. Seguir el modelo de vida generado por el Imam Husein es comprobar que estamos en el lado correcto de la historia.

Por Pablo Jofré Leal

Artículo para Hispantv

Permitida su reproducción citando la fuente

REFERENCIAS

  1. https://articulo.islamoriente.com/article/arbain-y-sin-embargo-se-mueve ↩︎
  2. https://spanish.khamenei.ir/news/5807 ↩︎

Las expresiones emitidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de su autor(a) y no representan necesariamente las opiniones de El Ciudadano.

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