Por: Alfonso Yáñez Delgado
Este 2 de febrero se cumplirán 50 años de un asesinato cometido en el interior del edificio Carolino por un grupo de jóvenes, a nombre de la pureza ideológica de la llamada izquierda y para obtener información de la infiltración gubernamental en la comunidad universitaria.
Dos hombres fueron introducidos con violencia al interior del edificio. Uno era estudiante de Idiomas, en la Universidad Autónoma de Puebla. Se llamaba David Germán Morales Flores, era policía y chofer del jefe policiaco, general Joaquín Vázquez Huerta. El otro era Héctor Alvarado, sin oficio alguno. El primero murió de un fuerte golpe en la base del cráneo, después de ser torturado como lo hacía Miguel Nazar Haro con los guerrilleros. El otro salvo la vida luego de ser golpeado duramente. Ambos fueron secuestrados, no se puede mencionar de otra manera, en un mitin de repudio al gobierno estatal frente al edificio mencionado.
En la madrugada del 2 de febrero, el cadáver del policía placa 170 fue depositado en la 6 sur, frente al número 304. La muerte del servidor público produjo repudio en toda la sociedad poblana. Líderes obreros, profesores y estudiantes universitarios exigieron esclarecer estos hechos. La acción criminal fue utilizada por sectores derechistas para exigir una nueva universidad y el cierre de la institución educativa, señalada como la generadora de todo tipo de disturbios, desde asaltos hasta crímenes.
Ese 2 de febrero la situación era muy delicada, casi de estallido social. La provocación con excelentes resultados: el grupo responsable del crimen había huido; se regodeaban el Yunque, el Fua, la Junta de Mejoras, sindicatos patronales, organizaciones confesionales, colegios de monjas y asociaciones enemigas de comunistas, masones, judíos, y del gobierno federal que presidía Luis Echeverría Álvarez.
Frente a ese clima social, ¿qué era lo sensato? Acudir al presidente. Reunidos en el paraninfo universitario, Sergio Flores, rector; Luis Rivera Terrazas, director de la Escuela de Físico-matemática; Alfonso Vélez, distinguido profesor, y quien esto escribe, director de Prensa y Relaciones Pública. Se aceptó la propuesta de Alfonso Yáñez de un encuentro con el presidente de la república. La gestión para la reunión se hizo a través del maestro Horacio Labastida Muñoz y de Jesús Reyes Heroles, ambos funcionarios del PRI. El mismo día 2, desde un café de chinos de la ciudad de México (para evitar las indiscreciones partidistas) se le informó al rector que el presidente esperaba a Terrazas, Vélez Pliego y a él, a las 19 horas en Los Pinos. ¿Qué trataron los dirigentes universitarios? Nunca se supo en la comunidad, pero hubo cambios en la forma de afrontar el problema.
Los comités de lucha de la UAP, integrados por profesores y alumnos publicaron el 3 de febrero un desplegado en el diario La Opinión que entre otras barbaridades decía: “al detener a esos provocadores, el movimiento buscaba encontrar la red policiaca que el régimen incrusta en nuestras filas”. Un día después, esos comités vuelven a publicar otra comunicación pagada, negando el crimen y afirmando que los secuestrados habían salido del Carolino por su propio pie. Estas afirmaciones no se las creyeron ni ellos mismos.
Los comités de lucha nacieron con el movimiento estudiantil de 1968, jugaron un papel muy importante y valiente en defensa de sus instituciones educativas y por las libertades políticas y la democracia. Con el tiempo se introdujeron conductas pandilleriles. En Puebla los robos a pequeños y medianos comercios era la constante con el aplauso de los sectores conservadores que magnificaban los ilícitos y mentían para afirmar que en la entrada al Carolino (hoy cerrado), en el piso había una imagen de la virgen de Guadalupe que pisaba todo aquel que entraba o salía del inmueble.
Cabe señalar que desde el inicio del gobierno del doctor y general Rafael Moreno Valle (1 febrero de 1969 al 21 de marzo de 1972) la universidad vivía un clima de zozobra y se arropó y financió a grupos de jóvenes para oponerlos a estudiantes y profesores de militancia izquierdista. Igual sucedió con el gobierno de Gonzalo Bautista (14 de abril de 1972 al 9 de mayo de 1973).
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@AlfYanezDelgado
Fotos: Archivo Histórico Universitario /BUAP
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