Por Florencia Lagos Neumann
A través de una supuesta nueva investigación conjunta de la cadena televisiva norteamericana “CBS”, la revista rusa, “The Insider” y su colega alemana “Der Spiegel”, vuelve a reflotar la acusación de supuestos “ataques sónicos” a miembros de la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
La indagación señala que los diplomáticos estadounidenses si han sufrido ataques sónicos con una misteriosa arma. En las publicaciones, el teniente coronel retirado del Ejército de Estados Unidos, Greg Edgreen, indicó que la iniciativa provino de Rusia.
En esta oportunidad vinculan directamente al Kremlin. Señalan que miembros de una unidad de inteligencia específica rusa, pueden haber usado algún tipo de arma acústica no letal contra los diplomáticos estadounidenses.
Lo anterior es falso y no es la primera vez que se utilizan este tipo de construcción de mentiras para, en este caso, acusar a Cuba de prestarse como territorio al servicio de una potencia extranjera que quiera atacar a EE.UU.
Johana Tablada, Subdirectora para Estados Unidos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba, señaló que se trata de una operación política y de propaganda: “Aun cuando no se ponga a Cuba como el supuesto principal actor, ponen al territorio cubano como la plaza que se presta para que potencias extranjeras o países extranjeros puedan hacer actos contra Estados Unidos”.
Desde finales de 2016, diplomáticos estadounidenses y sus familiares en Cuba, dijeron haber sentido síntomas como nauseas, mareos, vómitos, pérdida del equilibrio, dolor de cabeza y sordera provocados por un agudo y paralizante sonido.
Estas fueron las razones para la interrupción y giro radical en el acercamiento de Barack Obama hacia la nación caribeña. El gobierno del presidente Donald Trump (2017-2021) recurrió a este pretexto y endureció aún más las sanciones contra Cuba con el objetivo de infringir dolor en la población y generar un cambio en el sistema político.
Un informe de varias agencias de inteligencia de EE.UU. de marzo de 2023 calificó de “poco probable” que se trate de un ataque sónico o que una potencia extranjera esté detrás.
“Desde la perspectiva de la ciencia no hay fundamento ninguno”, dijo en declaraciones al medio de prensa AP, el doctor Mitchell Valdés-Sosa, director del Centro de Neurociencias de Cuba. Por años Valdés-Sosa, investigó los supuestos síntomas que dijeron padecer representantes norteamericanos:
“Creo que no aporta elementos serios esta investigación periodística, sobre todo que haya una nueva enfermedad causada por una energía misteriosa y que además los diplomáticos, por lo menos los que estuvieron en Cuba fueron atacados”.
Según Valdés-Sosa, hubo al menos cinco informes de centros de investigación y organismos estadounidenses de primer nivel en el último año que desestimaron el síndrome o la existencia de la misteriosa arma.
¿Por qué una noticia que había sido desmentida y clarificada vuelve a aparecer?, ¿Por qué culpar ahora a Rusia?.
Rusia es uno de los principales socios estratégicos de Cuba. Intercambios económicos y comerciales en las áreas de transporte, energía, salud, industria farmacéutica, donativos de fertilizantes, combustible y la banca internacional, dan cuenta de aquello.
El vice primer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, visitó Moscú en marzo del presente año donde sostuvo encuentros encaminados a dar seguimiento a los sectores priorizados en las relaciones bilaterales. El Banco Internacional de Inversiones (BII), organismo multilateral del que Cuba es miembro y con el que sostiene una relación de larga data fue una de las prioridades. Además, la Isla es país observador de la Unión Económica Euroasiática (UEE), un mercado potencial donde la nación caribeña puede comercializar sus productos.
Este año se anunció la posibilidad de que la Mayor de las Antillas ingrese a los BRICS. De ocurrir este fenómeno, sería una gran oportunidad para contrarrestar los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero que impone el gobierno de Estados Unidos a Cuba hace más de 60 años.
Considerando lo anterior, y en el contexto de futuras elecciones en EE.UU. donde el ex presidente Donald Trump se perfila como uno de los favoritos del partido republicano junto a Marco Rubio como vicepresidente, los sectores más reaccionarios necesitan alimentar el voto de La Florida. Una mafia anti cubana que históricamente se ha alimentado de las políticas de sanciones contra la Isla.
En palabras de la viceministra del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) Josefina Vidal, en el marco de la conferencia magistral sobre las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI): “… El tema de Cuba deberá dejar de ser rehén de la política interna y los cálculos electorales de los partidos y sus candidatos, en el caso particular de este proceso no se confirmaron los indicios que al final del mandato de Obama parecían apuntar a que las decisiones fundamentales sobre Cuba finalmente estaban siendo determinadas por los objetivos e intereses de la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos, esto se pudo apreciar con claridad durante las dos últimas campañas para las elecciones presidenciales en las que se dieron o dejaron de dar pasos en la política hacia Cuba a partir de cálculos erróneos sobre el peso decisivo del llamado voto cubano en Florida”
Cuba seguirá abogando por establecer una relación de convivencia entre los dos países, alejada de agresiones y sanciones.
Un modelo de relaciones lleno de desafíos dada la existencia de profundas diferencias entre ambos gobiernos. La principal contradicción es y será la pretensión de dominación de EE.UU. y la defensa de la soberanía de la Revolución cubana.
Florencia Lagos Neumann, La Habana.
X @FlorenciaLagosN