La historia de Bolivia es la novela más escandalosa y divertida que se ha escrito. El 2005 con el triunfo del Movimiento al Socialismo (MAS) se abrió un nuevo capítulo en la historia política de Bolivia, pero está claro que faltan muchos capítulos por escribir, y uno de ellos es el “matrimonio igualitario para personas del mismo sexo”.
Ya son ocho años que vivimos en un proyecto de cambio, una de las síntesis y desafíos fue la “Asamblea Constituyente”, esa constituyente que pasó por avatares, errores, aciertos y problemas.
En mi razonamiento ese proceso constituyente no ha terminado, dejando de lado la aplicación del texto constitucional a la batalla de la interpretación y aplicación en materia jurídica, estrictamente de las leyes. Pero también existen temas que se han comportado de manera conservadora; está el tema de la opción sexual y el de la despenalización del aborto, y sobre esos temas, en vez de avanzar hubo un retroceso, que son más de reacción que de acción, más de prejuicios que de reflexión.
Falta claridad progresista, como ejemplo podemos observar que la anterior Constitución de 1967 cuando se hablaba de matrimonio no se mencionaba ni hombre ni mujer y la actual Constitución Política del Estado menciona en su artículo 63 que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer, dejando así de lado la opción sexual.
Y ese problema trasciende más allá de la Asamblea, la mentalidad boliviana como tal está llena de prejuicios, de sus valores y sus sentidos comunes, todavía no está preparada para cambios más avanzados.
En otros países estos problemas fueron resueltos, sin ir muy lejos, la Argentina legalizó el matrimonio igualitario el 2010. Y esto no significa que el Estado boliviano no tenga los instrumentos jurídicos suficientes para la aprobación.
Ya lo dije, el Estado boliviano está atravesando un proceso de cambio, eso incluye un cambio jurídico, basado en el respeto, la tolerancia y la no discriminación, como establece la Constitución y a partir de eso está la acción de los Derechos Humanos para Vivir Bien o la ley Nº 45 Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación.
Entonces, es necesario reactivar y ampliar los Derechos de la comunidad GLBT, en el caso exclusivamente del área civil, sobre los derechos de la personalidad, no existen procesos judiciales para la rectificación de nombre y dato del sexo, es decir, documentación personal (carnet de identidad, certificado de nacimiento, etc.) para las personas transexuales y transgéneros femeninos y masculinos para ser reconocidas como ciudadanos y ciudadanas en el Estado boliviano con su identidad de género.
Entonces como reflexión creo que es necesario una apuesta a una propuesta de ley, para lograr que la población o comunidad gay puedan ejercer sus derechos amplios, políticos, laborales, etc. sin discriminación y homofobia que tienen que enfrentar a diario.
Por Sergio Salazar
Activista boliviano