Análisis sobre la intención de repatriar los restos de Alfredo Stroessner;
“(…) y en la madrugada del lunes la ciudad despertó de su letargo de siglos con una tibia y tierna brisa de muerto grande y de podrida grandeza”
Gabriel García Marquez en “El otoño del patriarca”.
Un fantasma recorre el Paraguay… pero a diferencia de aquel anunciado por el barbudo de Treveris, este fantasma está en sus antípodas. Es el cadáver del dictador Stroessner el que vuelve de los tachos de la historia, con la intención de empayenar (1) el alma de la Nación. Vuelve desde los sepulcros con su halo pestilente, vuelve con su tendal de muertos, con los atormentados gritos de las catacumbas, con las fosas comunes y las tumbas anónimas, con huellas de sangre marcando su paso.
No es casual que este “lasánima”(2) reaparezca en este momento de la historia del país, momento en el que sus herederos políticos y biológicos sueñan con restaurar el poder absoluto de la oligarquía en el Paraguay. El cadáver del tirano quiere ser el símbolo del escarmiento a quienes osan desafiar ese poder omnímodo, quieren convertir su triunfo táctico del 22 de junio en un triunfo más completo. Pretenden que la osamenta actúe para desencadenar nuevamente el maleficio y la posesión de un país. Se conjuran para que Tánatos cubra con su gélido y oscuro aleteo los fogonazos de luz que fue conquistando el pueblo. Quieren que la muerte derrote a la palabra.
Pero bien sabemos que las palabras verdaderas se caracterizan por la rebeldía y la libertad, vuelan vibrantes y bellas en alas de un Colibrí, conocen más de flores que de cementerios, se posan en los labios de los arandu porâ (3) que nos curan de los males, son eternas, no temen a las calaveras inertes ni a los buitres que las protegen. Con un simple aleteo las vuelven cenizas.
Dejemos que los muertos entierren a sus muertos y dediquémonos a defender la vida, como hicieron aquellos que hoy son polvo de estrellas y que desde las entrañas de nuestra tierra, iluminan horizontes nuevos y renacen cada día en combates solidarios.
La belleza, la poesía, la honestidad y la pureza de nuestra causa han de ser nuestra respuesta a los canallas que quieren espantarnos con espectros agonizantes.
Tomemos la palabra, que por nuestra boca hablen los siglos de rebeldía y dignidad de nuestro pueblo, que se enciendan los fogones entorno a los cuales la danza, el canto y el verbo renueven la esperanza y la lucha.
NOTAS
(1) Embrujar, hacer un maleficio, en guaraní
(2) Alocución guaranizada que significa alma en pena
(3) Los chamanes, los que poseen el poder de curar en la cultura de los Mbya guaraní
Por Gustavo Zaracho
Octubre 31, 2012
Publicado en ea.com.py