Me he enterado de que en la Universidad de Talca se está sumariando a uno de sus profesores más destacados, el cual le ha dado prestigio a la Universidad en el ámbito nacional e internacional. Este es el Dr. Ingeniero Forestal, Roberto Pizarro Tapia, académico e investigador de la Facultad de Ciencias Forestales de esa prestigiosa casa de estudios pública.
¿Cuál es el motivo de este sumario? Haber criticado la candidatura a Rectoría del actual rector Álvaro Rojas, quien postulaba a un nuevo período que le implicaría mantenerse por 28 años en su cargo y que, de hecho, así ocurrió.
Como ciudadano y demócrata, no puedo dejar de expresar mi más absoluto rechazo a una situación como esta. Francamente, una Universidad, en especial una Universidad pública, amplia y abierta, no puede castigar administrativa ni judicialmente un debate de ideas, ni menos las opiniones expresadas libremente, como corresponde al mundo académico de alto nivel que, estoy seguro, representan tanto el Dr. Pizarro como el Dr. Rojas. Esta medida, no hace más que practicar los antiguos planteamientos de aplastar al que disiente, de no permitir las críticas. ¿Es esa la prerrogativa universitaria? ¿Son esos los valores que se quieren imponer?
Al conocer esta decisión de sumariar al Dr. Pizarro, no puedo más que sentir vergüenza, porque es increíble que, en el siglo XXI, aún en Universidades públicas, no exista el derecho a la libre expresión. De ser así, ¿cómo podría un país, siquiera, declarar que aboga por la democracia?
El profesor Roberto Pizarro no merece ser sumariado y menos por expresar una idea que disiente de una candidatura que ya ha ostentado un cargo durante 24 años. Que esos años de rectoría del Dr. Rojas hayan sido buenos o malos, no es la cuestión de fondo, ni me corresponde juzgarlo. Pero cuando pensamos en el ejercicio democrático, en especial cuando se dice representarlo, se debe actuar de manera consecuente. Y dar espacio libre a las críticas, pudiendo contrastarlas con razones y no con puniciones, es ejercer la democracia.
Puedo dar fe del amplio respeto que el profesor Pizarro ha ganado por sus actividades como ingeniero forestal, académico, investigador, director de centros de investigación y de programas y organismos nacionales e internacionales. El profesor Pizarro ha establecido líneas de trabajo, ha formado hidrólogos, ha realizado investigaciones de punta y, además, es un ferviente defensor de la ética y de los valores democráticos de la república. Puedo además, dar fe de que el Dr. Pizarro es un académico que día a día ha sabido levantar el nombre de su universidad y de su país, en Chile y en el exterior, inculcando valores que muchas veces se extrañan en el actuar nacional público y privado.
Expreso estas opiniones porque creo que son necesarias para el sano ejercicio democrático de nuestras Universidades e instituciones nacionales en general. Bajo este marco, solidarizo con el Dr. Pizarro y abogo a que las ideas puedan expresarse con libertad, sin miedos y sin represalias. Porque quien tenga certeza y convicción de la limpieza y efectividad de sus acciones, no necesita del oprobio, del castigo o de su poder, para demostrarlo.
Como egresado del Instituto Nacional y de la Universidad de Chile, nos unen los valores republicanos de hombres y mujeres que no pueden tolerar que se cometan injusticias como las que el Dr. Pizarro está sufriendo. Apelamos al sentido universitario y democrático de una Universidad pública y de prestigio, que debe también inculcar dichas bases a quienes forma, sin excepción.
Fray Camilo Henríquez, prócer de la Independencia de Chile, dejó como lema a los alumnos del Instituto Nacional que el gran fin de nuestro colegio era dar a la patria ciudadanos que la defendieran, que la dirigieran, que la hicieran florecer y que le dieran honor. No tengo dudas que el profesor Pizarro ha cumplido cabalmente con la máxima de nuestro colegio, que no es más que un gran sentido de patriotismo. Expreso mi solidaridad y mejores parabienes al profesor Dr. Roberto Pizarro y espero que estas líneas contribuyan a que miles de chilenos y chilenas nos manifestemos contra los oprobios a la ética, a la democracia y a la libertad.
Por Gabriel Mancilla, Ph. D., Académico U. de Chile
Director Ejecutivo Centro del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe