No estaría de más ni de paso decir ¡basta por favor, el mundo se está muriendo! Aaaaah, pero “menos mal que no es aquí” ¿cierto? Hasta cuándo, por favor, cambie un poco las cosas, es sencillo, no bote la basura al suelo… el plástico, por favor, ese guárdeselo bien en el bolsillo hasta llegar a su casa. Ahora, si en su ciudad no hay basureros cada 10 mts., diríjase a su municipio y demande esta idea… emane ideas.
O es Ud. y el ambiente limpio o Ud. y el ambiente. Vamos, póngase una mano en el pecho -y si es fumador tanto mejor-, respire y sienta la frescura de su entorno. Si se encuentra en el sur de Chile, de seguro la inhalación será más honda… digo, en un campo del sur de Chile; ahora, si está en la ciudad, será diferente, ahí y en cualquier ciudad del mundo. ¿Se ha dado cuenta de la calidad del aire respecto -solamente- a 5 años atrás? Es cierto que también podría no preocuparse: claro, pensar que alguien puede hacer el trabajo de desinfección en vez de Ud., como por ejemplo, la naturaleza. Pero ¿sabía que la madre tierra ya no posee ni la mitad de su fuerza original? Cree que porque puede ver aún un bosque en pie o un río correr, es que hay vida para rato. Se equivoca si continúa pensando que el problema “no es aquí” y “es allá”. El mundo está que revienta de contaminación, guerra y de enfermedades. ¿Es natural? No. Imagínese qué cantidad de energía consumimos o nos consume a diario: basta pensar en la cantidad de teléfonos celulares, televisores o aparatos eléctricos encendidos en todo el planeta y todos al mismo tiempo.
Y ese conflicto al “otro lado del planeta”, ¿no le da pena? Que le provoque algo más que eso, no sería malo. ¿Ha salido a manifestarse a la calle alguna vez? Bueno, si no lo ha hecho, hágalo. O escriba a este diario y ya estará ayudando en algo. Déjese de criticar y mirar feo, eso de nada le sirve. Mírese, mírese detenidamente, revise, tómese un tiempo para con el mundo, deje de mentir, reaccione, olvídese de Ud. por un rato, bote su basura adecuadamente, manifiéstese de alguna manera y provoque algo. Hasta aquí.
Pía Sommer