Por Bosco González Jiménez
Uno de los sedimentos pantanosos heredados por la dictadura cívico militar fue el desmantelamiento de articulaciones estratégicas de la Sociedad Civil. Estas articulaciones fueron condición de posibilidad para sostener un ideario democrático que refería a un “nosotros” que ha sido desmantelado por la diseminación del liberalismo en sofisticados y detallados escenarios micro sociales.
En el caso de las demandas y organizaciones de DDHH es posible sostener que en los últimos 50 años han desplegado una intensa agenda orientada a la demanda sistemática de verdad y justicia para militantes sociales y políticos asociados al proyecto de la Unidad Popular.
Sin embargo, estas demandas no siempre han logrado considerar especificidades sociales, políticas y culturales, como es el caso de la vulneración de los derechos Humanos de Pueblos Indígenas dentro y fuera del contexto dictatorial.
El pueblo Mapuche hoy ha logrado el reconocimiento del Memorial Mapuche Foluntu Aliwen en Isla Cautín, lo que marca un hito fundamental en la política nacional de Derechos Humanos tanto para el Estado como para las organizaciones de DDHH.
Este memorial, en el marco de las tradiciones y costumbres del Estado -Nación Mapuche se orienta a conmemorar a las y los 159 mapuche detenidos desaparecidos y ejecutados políticos durante la dictadura cívico-militar (CMN 2024)
Esto constituye un avance promovido por el pueblo Mapuche que contribuye a posicionar su existencia en diversos territorios discursivos de la sociedad Chilena y generar puentes de comunicación con la Sociedad Civil, esto pese a la ingratitud que recepciona sistemáticamente por parte de esta.
Nuevamente el pueblo Mapuche promoviendo una pedagogía para la democracia desde la praxis para Chile.
Bosco González Jiménez.
Presidente del Colegio de Sociólogos y Sociólogas de Chile Observatorio Sur Andino- Profesor Invitado Doctorado en Comunicación -UFRO.