Compromisos Presidenciales, “con gusto a poco”

A días del esperado Anuncio Presidencial del 21 de mayo, el Gobierno ha cumplido con sólo el 25% de los compromisos anunciados en la misma fecha de 2008


Autor: Director

A días del esperado Anuncio Presidencial del 21 de mayo, el Gobierno ha cumplido con sólo el 25% de los compromisos anunciados en la misma fecha de 2008.

De los 143 compromisos asumidos por el actual gobierno, aunque con dificultades y cambios sustanciales en ambas cámaras, hasta el pasado 31 de marzo, un 25% estaba cumplido, un 55% se encontraba en proceso para ser discutidos en el Congreso y un 20% con evidente atraso y dificultad política y social para ser presentados. (Fuente: División de Coordinación Interministerial de la SEGPRES y Diario Financiero de 27 de 04 de 2009)

De la misma fuente, se desprende que de las 143 promesas de cambio, sólo se han desarrollado 36 y el área más postergada ha sido el área de la educación que del 100% de los compromisos adquiridos, muestra un cumplimiento de apenas un 12%, esto incluye a la LGE, recientemente aprobada por los bicamerales y que resultó ser un mero continuismo de la LOCE, privilegiando nuevamente el lucro y, a su vez, incorpora la posibilidad de que otros profesionales no docentes ejerzan la profesión de educar en los colegios de Chile, situación vista con malos ojos por los profesores y padres de familia ya que seguramente traerá consecuencias predecibles tales como; la desproporcionada competencia con resultado de cesantía y precarización en el profesorado.

En el sector trabajo, la fuente citada, indica que de los 10 compromisos que atañen al mundo del trabajo, existe un cumplimiento del 40%, otro 40% en proceso, un 10% con retraso y un 10% con problemas de ser concretados, situación que ha generado mucha incertidumbre y desconcierto en todos los trabajadores y trabajadoras de Chile, puesto que al distinguir los compromisos con dificultades, nos encontramos con peticiones y proyectos largamente postergados, tales como “El Derecho Efectivo de Huelga”, es decir huelgas sin reemplazos, situación que sólo lo permite nuestra legislación laboral y que el resto del mundo erradicó hace mucho tiempo.

Otro tema fundamental para los trabajadores es la modificación o abolición del Artículo 161 del Código del Trabajo, el cual indica que cualquier trabajador puede ser despedido por “Necesidad del La Empresa” y justamente, bajo esta premisa aproximadamente el 97% de los más de 650.000 cesantes en nuestro país, han sido desvinculados con esta excusa.  Asimismo, este Artículo, literalmente, ha barrido con muchos trabajadores que han tenido la ocurrencia natural de organizarse y sindicalizarse, burlando con ello la legislación vigente, debido a que la acción antisindical queda totalmente encubierta con el sólo hecho de aplicar dicho acápite del Código del Trabajo, ya que no exige ninguna otra explicación que dar, -ni al trabajador afectado, ni al Estado de Chile, ni a nadie.-, evitando con ello la formación de más sindicatos.

El comentado Artículo permite además, una prerrogativa adicional al empleador que lo aplique y es que permite al empresario rescatar a su favor los recaudos depositados por ella por concepto del fondo generado para el “seguro de cesantía” en la cuenta del trabajador.  Dicho de otra manera, el trabajador pierde dos veces con la aplicación del mentado Art. 161.

Ambas necesidades en el mundo del trabajo ha incubado en el tiempo dos efectos negativos para los trabajadores y el país entero.  En primer lugar y por las razones ya mencionadas, entre otras, Chile tiene una de las tasas de sindicalización más bajas de la región, la cual, no supera el 13%. En ese contexto, la historia económica y social contemporánea, indica que a menor tasa de sindicalización, mayor es la desigualdad en términos de distribución de los ingresos.  De hecho, nuestro país es uno de las diez naciones con mayor brecha entre ricos y pobres a nivel mundial.

Entre los proyectos cumplidos, podemos distinguir una de las banderas de lucha del gobierno concerniente al ámbito laboral, es decir, la Ley de Subcontratación.  Dicha ley, sólo resultó ser una ordenanza paliativa ante las enormes falencias y necesidades que aún persisten en el sector, que por lo demás, corresponde al área que absorbe la mayor cantidad de trabajadores a lo largo y ancho de nuestro país. Estos trabajadores, son los que más han sentido la actual crisis y los masivos despidos. No se pueden organizar en sindicatos, debido a su estado de dispersión laboral repartidos en múltiples giros empresariales.  Siguen teniendo un alto porcentaje de rotación laboral (inestabilidad en el trabajo), siguen percibiendo sueldos de hambre en relación a trabajadores directos de una misma empresa, giro o actividad.  Todo esto sucede, no porque sean menos capaces o dispongan de menor conocimiento en relación a un trabajador directo, pasa simplemente por su condición de subcontratados.

Otro tema de fundamental discusión es el sistema previsional chileno.  No puede ser que el Estado de Chile sólo se limite a observar, como los chilenos y chilenas pierden miles de millones de dólares (en promedio el 25% del total de los fondos provisionales para la jubilación), sin siquiera proponer una opción, ni cambio en la forma de administrar dichos fondos.  Los trabajadores, hemos solicitado crear una AFP Estatal, para que cada chileno, pueda –al menos- elegir entre una alternativa privada y una Estatal, puesto que la forma más lógica de disipar dudas, es comparando “durante un plazo perentorio razonable y prudente”, el accionar de ambas administraciones, tal como sucedió en Argentina. Es decir, no se trata de descubrir la rueda, pero si insistir una mayor preocupación y acción del Estado de Chile.

En las áreas de Hacienda, Economía, Relaciones Exteriores, Interior y Minería, la fuente consultada, dice que se concentran un total de 31 compromisos, de los cuales, se han cumplido en un 36%, 50%50%, 100% y 0% respectivamente.  Esta última cifra referida a la minería, corresponde a un sólo proyecto, el cual, se encuentra en proceso de discusión en las cámaras y -al parecer-, se trata de la propuesta de reestructuración de la plana ejecutiva de CODELCO, lo que deja entrever, que nuevamente no hay interés político de innovar más profundamente respecto a esta área de la producción que es la base del presupuesto nacional y como se ha dicho a lo largo de la historia, “la viga maestra de la economía chilena o, el sueldo de Chile”.

Sin duda alguna que todos los temas comentados anteriormente son importantes para los trabajadores y el país, pero resulta inconcebible que el área o actividad más importante de la producción y la economía nacional no esté en la agenda legislativa permanente, sobre todo cuando existen tantos estudios y elementos de juicio fundados, puestos en manos de las autoridades locales y nacionales que indican con meridiana sensatez, que es impostergable revisar y discutir en las cámaras. ¿O será normal y positivo para el país, por ejemplo; que la minería privada dueña del 72% del cobre chileno, aporte al Estado, aproximadamente un tercio de lo que se capta a través de CODELCO y ENAMI, que manejan el 28% del cobre restante?, o ¿O estará bien, el hecho de que muchas mineras prefieran llevarse el concentrado con contenido de oro, la plata y otros metales preciosos de manera gratuita y financiada por todos los chilenos? Todo esto deja una sensación en los trabajadores y trabajadoras en general de “Gusto a Poco”.

Por Pedro Marín Mansilla

Presidente Federación Minera de Chile.


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