Las expansiones como las restricciones monetarias de dólares se han convertido en una especie de mantra sistémico, que responden a la estrategia neo liberal concertada con la Reserva Federal de los Estados Unidos, que ha funcionado con varios ex presidentes de la FED como, Paul Volcker, Alan Greenspan, Ben Bernanke o Janet Yellen. Luego de cada expansión, se suceden los aumentos de tasas, que elevan el valor del dólar y provocan un efecto recesivo, como la última gran recesión de la deuda hipotecaria, que se expandió a todo el mundo y asfixió a muchos países atrapados en la trampa de la deuda en dólares. Los montos acumulados hoy son notoriamente más riesgosos frente a una próxima crisis, condición que obliga a la FED a seguir subiendo las tasas y a retirar la expansión. La perspectiva de un fuerte aumento del dólar es incierta, porque grandes países, como China, Japón, Rusia, etc., han reducidos sus tenencias de deuda norteamericana y están utilizando sus propias monedas para realizar operaciones de comercio exterior y el intercambio de petróleo.
Los medios oficiales relacionados con Wall Street y los precursores del neo liberalismo que controlan las mega corporaciones, están constantemente instalando en sus más variadas formas de comunicaciones, ideas fuerzas en cuanto a que la economía de EEUU, tiene una posición de gran fortaleza y cuya pujanza sería el resultado de la política de Donald Trump, quien no tiene reparos para decir que son niveles históricos alcanzados por la economía en muchas décadas. Sin embargo, la verdad contrastada con las evidencias sustentadas por investigaciones de entidades privadas serias, tienen más consistencia, y hacen dudar de los datos oficiales para alentar un optimismo que se observa en los segmentos ligados al poder, el dinero y la especulación.
Neil Irwin, en un artículo en el Washington Post de fecha 9 de junio, analiza tres factores generales para comparar y exponer la situación de la economía norteamericana, concluyendo que el largo recorrido, de lo que ellos llaman una larga “recuperación”, se refleja en factores de mejoría que son herencia de la época de Barack Obama, en cuanto a rendimiento económico, dirección del cambio y ritmo del cambio. Señala que el rendimiento, como el PIB por persona ajustado por la inflación, se encuentra en el nivel más alto, sin embargo, no debe sorprender a nadie, porque en el tiempo, el trabajo, la tecnología y los aumentos de capital son valores que históricamente aumentan el PIB de gobierno en gobierno, excepto en las recesiones. En esta ocasión, el gobierno de D. Trump no es diferente a lo ocurrido en gobiernos anteriores, sólo que el discurso a la opinión pública, se hace omitiendo la explicación del real significado con respecto a las tendencias pasadas.
En cuanto a la dirección de la economía, es muy simple. Esta es siempre positiva en todas las ocasiones en que aumenta la producción y el ingreso, excepto cuando ocurre una recesión. El tercer factor que considera es la tasa de crecimiento, la cual se parece mucho a una continuación simple y directa del segundo mandato de B. Obama, porque se exhibe como triunfo una mejora de 2,09 % como promedio de un año de Trump, cifra que está por debajo de los puntajes más altos del II mandato de B. Obama. Con estos tres indicadores sin grandes cambios, no hay razón para hablar de éxito económico en EE.UU., porque falta sincerar las zonas negras de la economía.
Las zonas negras de la economía corresponden a la estructura de un sistema agotado y en crisis, del cual nadie se hace cargo, es decir, del modelo económico neo liberal, cuyas consecuencias tiene a la economía ante un inminente peligro de colapso, con repercusiones globales. Entre estos nubarrones, está la enorme burbuja tecnológica compuesta por las empresas “FAAMNG”, Facebook, Amazón, Apple, Microsoft, Netflix, Google, etc., cuya valoración subió un 617 % desde la crisis financiera 2008, convirtiéndose en la tercera burbuja más grande de los últimos 40 años. Gran parte de la emisión de los US$ 4,5 billones pueden estar ahí, por la especulación. Solo ocho empresas combinadas tienen un PIB de US$ 3,8 bn, mayor que el PIB alemán, acentuando la concentración del poder y el dinero, que les permite espiar a la gran mayoría de la población mundial para pautear el consumo.
Jim Paulsen, de Leuthold Group, dijo recientemente: “La tecnología se apodera del mercado bursátil tarde en un ciclo de recuperación, aparentemente haciendo al toro eterno, empujando las carteras hacia una exposición más concentrada de la nueva era, estimulando la avaricia de los inversores reforzada diariamente al observar a unos pocos elegidos ( FAAMNG) alcanzando nuevas alturas, para convencer a muchos que la tecnología es realmente una inversión defensiva contra las presiones de ciclo tardío que dificultan otras inversiones».
¿Qué es lo relevante de la economía norteamericana? Según los datos oficiales se menciona un PIB real de 2,2 % en el primer trimestre, un desempleo del 3,8% y la inflación del 2,8 %. Esta última cifra ya pasó el nivel objetivo que se había planteado la FED de 2%. John Williams, el investigador estadístico más importante de Estados Unidos, fundador de Shadow Government Statistics, ha rastreado datos del gobierno norteamericano durante más de tres décadas y señala que la inflación real se encuentra por encima del 6% y la tasa de desempleo por encima del 20%. De acuerdo a los cálculos de J. Williams, la economía ha estado dos décadas en depresión y argumenta que las agencias estadísticas de EE.UU., sobreestiman los datos del PIB, subestimando el deflactor de inflación que utilizan en el cálculo. Es por eso, usando esta medida ajustada, la economía de los EE.UU., no es más grande que hace dos décadas, considerando que la población de Estados Unidos se ha disparado un 15% desde entonces, dato que ha colocado al país en un estado de gran depresión durante un largo tiempo.
El Banco Julius Bär Group, banco privado suizo, fundado por Julius Baer, a través de sus economistas, hace interesantes relaciones para tener presente. Los datos comerciales de China para mayo sorprendieron al alza. El crecimiento anual de las exportaciones fue casi tan fuerte como el mes pasado en un 21,6%, mientras que las importaciones aumentaron aún más en un 26% en comparación con el año pasado. Las negociaciones comerciales entre China y los EE.UU., se han estancado y Estados Unidos anunció la introducción de un arancel del 25% después de la publicación de una lista definitiva, de los US$ 50 mil millones en productos chinos antes del 15 de junio.
La deuda acumulada que tiene los Estados Unidos y la que tiene el resto del mundo están ahogando la economía global, sin embargo, en Wall Street las operaciones financieras continúan racionalizando la deuda que se dispara por el costo de hacer negocios especulativos, donde los fundamentos sin una base productiva real son factores desintegradores que están apuntando a una catástrofe económica, que pareciera estar cada vez más cerca.
Crearon una fantasía económica. La economía norteamericana está bien junto al resto del mundo, y la solución ha sido imprimir más dinero, aumentar la deuda, cambiar las tasas de interés y bajar los porcentajes de impuestos para que todo marche bien. Dicha política está agotada y en agonía. Los días en que se imprimía un dólar para crecer uno o dos dólares están en el pasado. Según los datos publicados por la FED de St. Louis, el PIB de EE.UU., aumentó de US$ 10 billones en el 2000 a US$ 19,7 billones a fines de 2017. Sin embargo, la deuda total de EE.UU. (todos los sectores públicos y privados) aumentó de US$ 27,2 billones a una asombrosa cifra de US$ 68,6 billones durante el mismo período. Es en estas cifras donde se esconde la inflación fantasma, disimulada en grandes burbujas. En 2017, los alquileres habían aumentado a 8,66 veces el salario semanal promedio, un aumento del 17%. Las personas técnicamente pueden estar ganando más dinero, pero con su dinero compran cada vez menos, eso es inflación fantasma, existe pero no se ve. La economía se está deteniendo.
Estados Unidos ni el resto del mundo tienen la energía barata de los años 50´s o 60´s, disponible en el futuro para pagar esta deuda. Por lo tanto, a medida que la deuda explota, también impactará el PIB, porque el gasto de interés anual sobre la deuda global de US$ 237 billones será enorme y convertirá en un infierno el acto de pagarla en los países altamente endeudados, incluida Norteamérica. Las ganancias salariales reales son en realidad más bajas que en 2014-2015, en parte por el aumento de los precios de la gasolina, los aranceles y una inflación soterrada que está absorbiendo las ganancias de las familias de clase media. Los aumentos en las ventas de vehículos, estuvieron respaldados por el crédito para reponer los vehículos dañados por los huracanes y se formó la burbuja automotriz.
El porcentaje de estadounidenses de 16 años o más que están en la fuerza laboral es solo del 62,7%, muy por debajo del 66,4% que prevalecía antes de la Gran Recesión. Veamos algunas opiniones sobre el particular. CNN, el 18 de mayo de 2018, publicó: «Casi la mitad de las familias de EE.UU., no pueden pagar lo básico como el alquiler y la comida». Marketwatch, el 2 de junio de 2018: «50 millones de hogares estadounidenses ni siquiera pueden pagar los gastos básicos de subsistencia». Wall Street Journal, 13 de febrero de 2018: «Los hogares de EE.UU., tienen un récord de deuda de $ 13,15 billones». En contraste, en China el 4% de la población era de clase media en el año 2000, según la consultora McKinsey. Para 2012, la clase media de China había crecido al 68% de la población.
Finalmente, está la otra gran burbuja que se llama Donald Trump. Su objetivo político parece responder más a una alta exposición de narcisismo y egolatría personal, que crea conflictos y evade las graves distorsiones financieras de EE.UU., como el déficit anual de US$ 600 mil millones, culpando a otros países con una agresiva guerra comercial, aplicando cargas arancelarias que están produciendo represalias de la UE, Canadá, México, Rusia, etc., condición a la cual no ayuda el reciente fortalecimiento del dólar ni el aumento del precio del petróleo. Por ahora, los economistas no prevén que las tensiones comerciales perjudiquen en gran medida a la economía estadounidense, sin embargo, las causas más profundas, que son conocidas por la extrema derecha de EE.UU. pero que no pueden reconocer públicamente, es una lucha dura y peligrosa para sostener un neo liberalismo que sigue derrumbándose.
La curva de tipos en EEUU se está aplanando y si la tendencia continúa podría terminar invirtiéndose, lo que en casi el 100% de las veces ha sido un síntoma inequívoco de que la próxima recesión está cerca (diez meses promedio), según la FED de San Luis. Los bonos con vencimiento a corto plazo, a uno o dos años, se están acercando al rendimiento del bono de 10 años. Eso es una anomalía, nadie invierte en bonos a 10 años de riesgo, si los bonos a uno o dos años rinden más. Por eso, el Comité Federal de Mercado Abierto de la FED (FOMC) de EEUU anunció hoy, 14/6/2018, subir los tipos de interés un cuarto de punto hasta un rango objetivo del 1,75 % y 2% en la reunión de junio, y se volverán a elevar los tipos de interés dos veces más el 2018, hasta alcanzar un rango de entre el 2,25% y el 2,5 %. Los países muy endeudados, como Argentina, con una deuda a junio de 2017 de US$ 307.205 millones, un 46% del PIB, deberán sumar otros US$ 50.000 millones recién solicitados por el Presidente Macri al FMI, y destinar una mayor porción del PIB para pagar los nuevos altos intereses a los bancos norteamericanos.
Por Mario Briones R.