De Rusia sin amor

Aunque Ucrania está lejos de México, las manifestaciones de ucranianos, polacos y rusos, acercan al país la realidad de la guerra

De Rusia sin amor

Autor: Onel Ortiz

En el fondo de esta nueva guerra está un puñado de intereses económicos de Rusia y la OTAN; así como, la lucha por la sobrevivencia de Ucrania, como nación independiente en la frontera entre Europa y Rusia.

El acceso a Internet, posibilita una rápida circulación de la información. A estas alturas del conflicto, seguramente, además de los diarios, noticieros y redes sociales, hemos visto videos o documentales de historia ucraniana.

Por ejemplo, ya sabemos que en la región que hoy ocupa este país existen asentamientos humanos desde hace más de cinco mil años; que la historia ucraniana es el recuento de invasiones, desplazamientos, masacres y guerras. Que es una potencia agrícola e industrial, que tiene una superficie de 603 mil kilómetros cuadrados, que sería más o menos el equivalente a los estados de Chihuahua, Sonora, Coahuila y Durango juntos; con una población de 44 millones de habitantes. El antecedente más reciente, el conflicto de 2014, casi con los mismos protagonistas.

Ucrania está muy lejos de México, pero las imágenes de la guerra son muy recientes. Lo que sí está muy cerca son las manifestaciones, pequeñas pero de un gran simbolismo, de las comunidades ucraniana, polaca e inclusive, rusa, realizadas este fin de semana en las puertas de la embajada Rusa, en la casona que fuera de la Condesa, que le dio el nombre una de las colonias capitalina más conocida.
Banderas azules y amarillas, rostros de preocupación. Una sola demanda, detener el avance de las tropas rusas en territorio ucraniano y darle una oportunidad a la paz.

La invasión rusa a Ucrania lleva una semana. Europa pasa por un momento complicado, que implica la redefinición de alianzas y prioridades. Los efectos de este nuevo episodio bélico se sienten en todo el mundo. México y Latinoamérica no son la excepción.

Las sanciones de la ONU, Estados Unidos y la OTAN han sido económicas. En una semana, el rublo se depreció 30% y se prohibió que aviones o barcos con bandera rusa crucen el espacio aéreo y aguas de países integrantes de la OTAN.

El precio del petróleo aumentó a niveles que no se veían en una década y el oro fue el refugio de inversionistas. Los principales impactos serían: disminución del crecimiento de la economía mundial; impactos en el mercado energético, particularmente en el precio del gas; alza de los precios de los cereales y las leguminosas e impacto en los mercados financieros.

En México, la paridad peso dólar tuvo altibajos en la semana. Lo mismo ocurrió en Argentina, Chile, Brasil y Colombia. ¿Debemos preocuparnos en México? Por el momento, no. Sin embargo, si el conflicto se prolonga y otros actores políticos y económicos, como la OTAN y Estados Unidos, intervienen en el conflicto, los impactos serían impredecibles.

¿Se puede blindar la economía mexicana ante la ola expansiva ucraniana al ser un país productor de petróleo, pero importador de gasolina y gas? Lo primero es no caer en pánico, seguir los lineamientos del Bando de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El gobierno federal debe acelerar el gasto del ejercicio de este año. La cuesta de enero ha sido prologada, se necesita acelerar el proceso económico interno.

Como sociedad, nos corresponde seguir exigiendo la paz, condenando la guerra y solidarizarnos con los civiles y no estigmatizar a la sociedad rusa.

La política es de bronce.

@onelortiz


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