No es creíble. Es mentira. Las palabras de Alberto Labbé, se han escuchado en otras oportunidades, en otros personajes de la política chilena, en ejercicio o ya retirados, y hay que poner atención, tienen ese tufillo de la inocencia, el disminuir su pasado responsable, yo no estaba en ese lugar, nunca me enteré de nada, mi casa y mi trabajo, eso suele escucharse, la política no me interesa.
No es posible aceptar las afirmaciones de Alberto Labbé cuando sostiene que de la existencia de la Dina se enteró por los medios de comunicación. Son inaceptables estas palabras tan distanciadas de la verdad, ya que postula a ser embajador en un país que fue muy solidario con el pueblo chileno en esos primeros meses del golpe militar. El que era presidente de Panamá, el general Omar Torrijos, se llevó a muchos presos políticos a su país, en gesto que lo hacen un hombre justo con este tipo de causas.
De lo que sucedía en Chile durante la dictadura militar todo el mundo civil estaba enterado, Onofre Jarpa Labbé, Sergio Diez, Jovino Novoa, Francisco Javier Cuadra, Jaime Guzmán, Sergio Fernández, Joaquín Lavín, toda la familia Piñera, toda la familia Frei, toda la familia de Ricardo Claro, todos los que trabajaban en El Mercurio Jaime del Valle, Modesto Collados, Carlos Bombal (que delató a profesores en la Universidad y que actualmente se encuentran desaparecidos) y otros tantos. Esa cantidad enorme de civiles adictos a la dictadura se queda con lo que la Dina decía, que cada uno de los muertos y desaparecidos eran extremistas pagados por el dinero extranjero. Ellos leían El Mercurio, claro la sola prensa que existía en aquellos años y que tantas buenas relaciones mantuvo con los gobiernos de la Concertación.
No nos vamos a equivocar. Las Fuerzas Armadas, su personal en activo, los pasados a retiro, han mantenido siempre la misma postura, han practicado la mentira porque les sirve, haciendo uso de la mentira tratan de salvar su miserable honor del que tanto y tanto se ufanan. Parados para decir la verdad ante un juez, se apegan al olvido, invocan amnesia, dan explicaciones que hacen que la población civil ponga en justa duda el honor, la hombría, el valor de la que insisten de manera constante en esas parafernalias militares de marchas, gritos y jugarretas para encandilar noviecitas, porque más que eso no son.
El 5 de septiembre de 1974 Jaime Guzmán manifestó que la Junta Militar no responde ante nadie sino “ante Dios y la historia”(1). Sabemos que Dios no existe y la historia se ha encargado de desmotar y demostrar cada uno de los delitos que han cometido ellos, el personal de las Fuerzas Armadas. La condena de los oficiales que resultaron culpables del asesinato del ex Comandante en Jefe general Carlos Prats y su esposa, reafirma que la verdad es un ejercicio que nunca practican los uniformados, sencillamente porque se han acostumbrado a mentir… siempre.
La historia que dejaron escrita a sangre y muertos los valientes soldados fue encabezada por generales traidores y serviles a intereses extranjeros como lo fueron los intereses norteamericanos. El concepto “vende patria” que era lanzado para denigrar a la izquierda, se encontraba verdaderamente en los regimientos y academias militares, es vende patria el militar que acepta el soborno, es vende patria el que roba dineros fiscales, es vende patria el que acepta coimas en las cuentas de sus hijas y de sus hijos, es vende patria el uniformado que ayuda también robar. Y los militares no han cambiado. Buen indicador es una estatua del Almirante Merino y los honores a un ex Comandante en Jefe, que ante la historia es definido como un general traidor y capitán general… ladrón.
Pocos se recuerdan del aquel Estado Mayor de esos primeros años, muchos ya están muertos sin haber rendido cuentas de sus actos, en otros el abandono de la memoria se tomó el poco espacio en su céfalo.
Bando N° 40
(A interpol)
Se ordena
1.- A partir de hoy, 20 de septiembre de 1973, las Líneas Aéreas, Compañías Marítimas, Agencias y empresas de Transportes Terrestres, Nacionales y Extranjeras, deberán hacer entrega y dentro de las 24 horas, al Departamento de Policía Internacional de la Dirección General de Investigaciones, de los siguientes datos de personas que soliciten informes de viajes al exterior:
Nombre y apellidos
Número de Cédula de Identidad
Número de Pasaporte, fecha y lugar de emisión (en caso que tenga)
Nacionalidad
Dirección y teléfono en Chile
(Fdo) JUNTA DE GOBIERNO
Distribución al Plan B
Santiago, 21 de septiembre de 1973. (2)
Un bando militar especial para combatir al extremismo, para cuidar los sagrados intereses de la patria, para que los chilenos sin odio de ninguna clase puedan empezar con su aporte al renacer del país, eso repetían cada día y a cada instante las radios de los militares, no había otra alternativa que la oficial, no había ni existía otra verdad que la verdad oficial. Ninguno de los aparecidos en la lista de los 119 salió de Chile, todos fueron asesinados en Santiago, eran las ordenes, y que se dictaba por bandos militares lo que había que hacer… y sabemos que todo era mentira.
Allí están el Informe de la Comisión Verdad y Reconciliación, el Informe Prisión Política y Tortura, allí están los nombres de Londres 38, Villa Grimaldi, Cuartel Borgoño, Cuartel Silva Palma… un Chile entero.
Los militares mostraron su arrojo con prisioneros maniatados y vendados, eran esos los momentos en que la valentía llegaba a los extremos. Eso sí es verdad. Recordemos al valiente Álvaro Corvalán prometiendo irse a las montañas con sus hombres para defender la obra militar, y qué decir de aquel coronel que pintado de juguete hablaba de corvos acerados, esos y otros tantos están encarcelados por cometer horrendos crímenes que no son en ningún casos aislados o desbordes personales era: POLÍTICA MILITAR Y LA VERDAD MILITAR ERA LA MENTIRA… todos un ejército de asesinos.
Es buen ejercicio traer del pasado a los que pasan discretos, de puntillas, para que no se les vincule a las páginas más oscuras de la historia que construyeron las Fuerzas Armadas. Y hay que hacerlo, es la derecha la que gobierna este país y ellos siguen mintiendo.
(1) Simplemente lo que vi (1973-1990). Andres Aylwin Azócar. LOM abril 2003. Santiago Chile.
(2) Por la fuerza sin razón. Manuel Antonio, Roberto y Carmen Carretón. LOM septiembre 1998. Santiago Chile
Por Pablo Varas