En la mañana del día Viernes 6 de Febrero, con ansias de sumergirme en la fantasía en la cual los medios de comunicación digital me quieran embalsamar, tengo la ingrata fortuna de toparme con un tema que genera convulsiones en todas las capas sociales del país; el famoso Aborto. Sí!, somos de los pocos sino el único país del mundo que no se pronuncia al respecto. Más que un proyecto de ley, es un desafiante reseteo a las líneas conservadoras que anudan los zapatos de este país.
Nada fuera de lo común, Unos gritan “es un derecho de la mujer”, otros “es un derecho del niño por nacer”. Hasta que la tradicional disputa moral se rompe con una declaración más que desafortunada por parte del Diputado Pablo Lorenzini, quién para meter aún más presión a la DC de la que ya tiene en la NM, se expresa muy mal en contra el gran pilar comunicacional del siglo XXI, que es la “libertad femenina”, diciendo o dejando a entender que las mujeres muchas veces eran violadas por borrachas, o por depresivas. Lo que instantáneamente me pregunté es:
…Si subimos los impuestos al alcohol, disminuirán los abortos?, O quizás si se habilitan sicólogos en las plazas públicas habrían menos violaciones?, y siendo mucho más esquizofrénicos, si el día de mañana se legaliza el consumo de cannabis, también tendremos menos mujeres vulnerables a los delirios sexuales de los hombres?, obviamente NO, aunque suene gracioso. Lo destacable para mí, es el punto que intentó explicar el diputado, dejando en claro que el proyecto del Gobierno estaba cojo, entendiendo que no era claro en la tipificación del cómo y el cuándo es violación. Si me preguntan, es un punto fundamental del debate, pero una torpe y negligente forma de expresarlo.
Lo esencial a mi juicio viene en el transcurso de la tarde. El diputado es difamado por Pedro, Juan y Diego en las redes sociales. Las mujeres de su partido dejan de lado su atuendo aterciopelado, por uno que incluya municiones de indignación de género, y créditos electorales para las siguientes encuestas. Tras solo una tarde de bombardeo, El Diputado por el Maule aparece en un medio radial, haciendo la gran “Moreira”, pidiendo disculpas públicas. Asumiendo su error de cara a sus críticos. Pero manteniendo lastimosamente su tropiezo discursivo, al decir que lo sucedido le pasa por ser muy “Franco”, y que precisamente su franqueza no representaba en absoluto su propio pensamiento, ni menos el de su partido. Volviendo a la lógica del autogol. Pero más allá de que todos consideremos que esta era la mejor estrategia a elegir entendiendo la metida de pata. En muy poco tiempo pasó de ser un diputado con un discurso argumentativo aterrizado, al dejar de lado la discusión moral-doctrinaria de la DC. Y se transformó en un Parlamentario repudiado, y auto-tergiversado. Repito, En solo una tarde.
El culpable además de su limitada capacidad de dar ejemplos, Fue y fueron las redes sociales, ya que una declaración espontánea por los medios, pasó a ser un tema de rebeldía y comedia popular. No me sorprendería que el día de mañana su análisis fuera utilizado para alguna rutina humorística, como el “raspado de olla”, o el “error involuntario”, a raíz de que forman parte de la concreción de arquetipos comunicacionales que consolidan precisamente las redes sociales.
Y como si fuera poco, estas plataformas de interacción virtual además de destruir públicamente a un “Honorable Diputado de la República”, son el medio por el cual el 17 de Enero pasado se juntaron más de 12 mil jóvenes y adultos a recrearse en el Parque O’higgins, sin permiso alguno de la Intendencia, sin un mínimo de seguridad, y menos cumpliendo estándares de salubridad y trato responsable del Medio Ambiente. Ya que el lugar quedo repleto de basura, la cual los funcionarios del aseo (escasos para un evento de esta magnitud) tuvieron que limpiar, incluso fuera de su horario de trabajo. Esta Monumental concentración , no surge de una propagando publicitaria costeada por grandes marcas, ni menos con un respaldo comunicacional físico, sino solo de la voluntad de una persona conectada, sumergida en una comunidad virtual, la cual con un solo click, reúne intereses de forma activa y determinante.
El mismo día que el diputado por mi región convulsiona las pantallas móviles y estables del país, la Alcaldesa de Santiago Carolina Tohá presenta un recurso de protección a la Corte de Apelaciones para que estos actos masivos se hagan de forma responsable. Ya que el evento del “día del melón con vino” tendría su versión “2.0” este 14 de Febrero en la Quinta Normal, con ya más de 17 mil asistentes virtuales. El poder de las redes sociales es tal, que puede tanto hundir a un diputado, como a un parque entre los desperdicios de los cibernautas.