El Arte de Embriagarse: Chile Gate

Chile se ha familiarizando con la mala praxis del poder político y económico, con recurrentes y variados casos de apropiación ilícita de dineros públicos y el enriquecimiento indebido de aquellos a los que el pueblo le ha confiado sus pocos pesos

El Arte de Embriagarse: Chile Gate

Autor: paulwalder

Chile se ha familiarizando con la mala praxis del poder político y económico, con recurrentes y variados casos de apropiación ilícita de dineros públicos y el enriquecimiento indebido de aquellos a los que el pueblo le ha confiado sus pocos pesos.

Este es uno de los motivos por los que nos volvimos tan asiduos al popular e internacional sufijo Gate. Un término que acuñaron históricamente los americanos para referirse a cualquier escándalo famoso y tornarlo un fenómeno mediático en el mundo entero. Derivado del inglés, Gate nació como una continuación al célebre fraude (Watergate) que obligó a Richard Nixon a renunciar a la presidencia de EEUU. Ahí se disparó todo. Y allí también, comenzamos a asociar Gate no sólo precediendo los escándalos sino además, a las renuncias de los implicados.

Eso fue en los 70. En adelante el juego de palabras se extendió vorazmente por naciones y continentes. Y es que disfrutamos poniéndole Gate de apellido a todo lo genere algún tipo de sorpresa o impacto a nivel nacional.

Y aunque en Chile costó entenderlo, prácticamente lo adoptamos como parte de nuestra dialecto, como un chilenismo más. Es así, como a  día de hoy, presumimos de una larga lista. Acumulamos tantos escándalos o Gates como Estados Unidos o cualquier país europeo que haya tenido una vida más vasta. Qué orgullo.

Ejemplos de esto fue primeramente el histórico MOPGate, el mayor caso de corrupción política ocurrido durante el gobierno de Ricardo Lagos que protagonizó el Ministerio de Obras Públicas (MOP) al pagar sobresueldos por trabajos jamás ejecutados a la empresa Gestión Ambiental y Territorial S.A (GATE).

Luego fuimos testigos de la participación de Sergio Jadue en el FIFAGate,  evento de corrupción interna del organismo internacional en el que el ex presidente de la ANFP habría recibido sobornos y que le costó la suspensión de por vida de toda actividad vinculada al fútbol.

 

Recordemos también, la indignación social causó el MilicoGate, el millonario desfalco mediante el uso de boletas falsas que hicieron las Fuerzas Armadas de Chile con dineros procedentes de la Ley Reservada del Cobre. Aunque en versión mejorada, este año nos deleitamos con el PacoGate, el ostentoso fraude al patrimonio fiscal que se hizo al interior de carabineros por más de 10.000 millones de pesos, cifra aún en ascenso.

Tampoco podemos dejar de mencionar, eso sí en una categoría menor, incidentes como el Muñeca Gate, espectáculo digno de aplausos que nos brindó el Ministro de Economía Luis Felipe Céspedes en la tradicional ceremonia de ASEXMA (Asociación de Exportadores de Manufacturas), al recibir una muñeca inflable de manos del ex presidente del gremio empresarial Roberto Fantuzzi bajo la consigna “para estimular la economía”. Una foto que dio vuelta al mundo y en la que aparecieron sonrientes también, Alejandro Guillier y José Miguel Insulza.

Así es como el Gate ya es parte del chileno de a pié.

Recientemente accedimos a las declaraciones de patrimonio de nuestros gobernantes. La ley 20.880 sobre Probidad en la Función Pública y Prevención de los Conflictos de Interés obligó a parlamentarios y personeros de Gobierno a declarar bajo juramento el patrimonio con el que cuentan. Corregidos los supuestos malentendidos, como el número adicional por “error de tipeo” que le pusieron a Juan Antonio Coloma, los millones de sobra atribuidos a la cónyuge de Alejandro Guillier sobre sus terrenos en la Comunidad Ecológica de Peñalolén o la predecible austeridad de Navarro, no tuvimos, afortunadamente, un PatrimonioGate.

Lo único que pudimos corroborar después de este blanqueamiento forzado de platas es que Chile es probablemente una de las tierras más desiguales si en repartición de riqueza se trata.

Manuel Maira, Periodista de cultura y espectáculos, autor de libros como: Canciones del Fin del Mundo, Bajen la Música y Jorge González, una historia original  nos comparte algunas ideas.

Del 1 al 10 ¿qué tipo de bebedor eres? (entendiendo el 10 como máximo)

En años universitarios, debo haber sido 8.5. Hoy el deporte me ha llevado al 2.

 

 

Del 1 al 10 ¿Cuánto bebe Chile?

Como buen adolescente, se emborracha rápido y suele dar jugo, muchas veces en el máximo nivel.

¿Qué es lo más traumático de tener caña?

Tan traumático que a un amante de la vida como yo, le han dado ganas de dejar de existir.

¿Es Chile un país que produce músicos?

Chile es un país que produce músicos por accidente.

 A tu juicio, ¿A qué músico(s) le perjudicó el consumo sostenido de alcohol?

Desde su nombre, hasta su trágico final, Amy WINEhouse…

¿A cuál le hizo extremadamente bien?

Me acuerdo de Eddie Vedder en el primer concierto de Pearl Jam en Chile y se empinaba una botella de vino como una trompeta. Le hizo muy bien.

A quién le invitarías un trago, que no lo hayas hecho….

A Nicanor Parra, Camila Vallejo y Arturo Vidal. Cada uno por separado y trataría de no hablar de trabajo con ninguno.

¿Cuál es la banda sonora de Chile en 2017?

Hay un descontento general y una rebeldía joven que calza muy bien con el punk rock.

¿Cuál es la noticia del momento?

La siempre sorprendente carrera presidencial.

¿Próximo Presidente de Chile?

Me gusta Alejandro Guillier.

¿Por qué debiéramos brindar hoy?

Por la suerte que tenemos de ver jugar a la mejor selección chilena de la historia.

 

 


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