La historia de las definiciones políticas mexicanas es la historia también del pataleo y berrinche de la inconformidad.
Para que exista primer lugar, debe haber segundo. Para que ese segundo lugar trascienda, dentro de la derrota, debe, forzosamente, patalear. Es parte del performance de la política nacional.
Acorde como lo anticipaban las tendencias, y estudios demográficos, Claudia Sheinbaum se impuso categóricamente en la encuesta que realizó morena, y las encuestas espejos propuestas por los aspirantes, dejando una distancia abismal entre ella y el segundo lugar, Marcelo Ebrard. El excanciller afirmó que existieron una serie de irregularidades en el desarrollo y conteo de la encuesta, que ameritaban la reposición del proceso.
Primer pataleo. Sería ilusorio pensar –más aún por un político tan avezado como lo es Marcelo- que la dirigencia partidista accedería a tal reclamo y repusiera el proceso.
Dada la negativa, Marcelo decidió impugnar el proceso de Morena ante el órgano de la Comisión de Honestidad y Justicia. Segundo pataleo.
Naturalmente, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, determinará que el proceso electivo de Claudia Sheinbaum, como ungida sucesora de la transformación, fue limpísimo, pulcro y de transparencia cristalina.
El tercer pataleo puede llegar, materializado con la salida de Marcelo del Movimiento de Regeneración Nacional.
Dos caminos son los posibles: la candidatura presidencial en Movimiento Ciudadano, -las proyecciones indican que Marcelo en MC tendría el 15% de la votación total-, o la ruta en solitario; que Marcelo lidere su propio movimiento, buscando un futuro registro que le posibilite competir en el año 2030 por la Presidencia de la República.
Ante estos posibles hechos, quedan un par de reflexiones en el aire:
- La incapacidad de la dirigencia partidista de acotar en la contención de daños, y garantizar la permanencia de Marcelo Ebrard dentro del movimiento.
- El no entendimiento de Marcelo Ebrard del rol histórico que le correspondió jugar, bajo el liderazgo carismático y absoluto del presidente López Obrador.
Las venideras elecciones presidenciales las ganará Morena.
Las ganará el aura del presidente López Obrador, ahora encarnado en la figura de la Doctora Claudia Sheinbaum.
El tiempo en forma de olvido, terminará por evaporar los pataleos del excanciller. El tiempo, en forma de boletas, terminará por consumar la sucesión presidencial.
La historia se está redactando. Por primera vez México tendrá una presidenta, y será una mujer de izquierda, del auténtico obradorismo.
Si algo debería tener en claro Marcelo Ebrard Casaubón es que el individuo nunca debe pelearse con la historia.
Citando al gran escritor checo, Franz Kafka: En tu lucha contra el resto del mundo te aconsejo que te pongas del lado del resto del mundo.
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