El despertar de las Universidades Privadas

Durante este año se vivió un importante proceso de movilización por partes de las llamadas “universidades empresas”, donde se viven las contradicciones más grandes del modelo educativo. Entre ellas la U. Andrés Bello y la U. Viña del Mar, ambas del grupo Laureate, los estudiantes denunciaron la falta de transparencia por parte de sus casas de estudio y la carencia de voluntad por parte del gobierno para terminar con el lucro en la educación, dentro de sus demandas.

Estas universidades privadas desde hace un tiempo han tomado un rol preponderante en la educación superior chilena, ya no son vistas con los mismos ojos, en especial este año donde fuimos parte importante del movimiento estudiantil, construyendo con hegemonía en los distintos espacios donde estamos insertos, denunciando endeudamiento que viven los estudiantes,  la falta de reinversión por parte de estas casas de estudio,  la carente democracia y fin al lucro, esta última como una de las grandes demandas históricas del movimiento estudiantil.

Respecto a este último punto, hace un tiempo se hizo de conocimiento público el informe entregado a la Securities and Exchange Commision (SEC) de EEUU donde se refieren a las reformas y discusiones en torno al sistema educacional expresando su preocupación –“Dependiendo de cómo se definan e implementen estas reformas podría haber un efecto adverso en nuestro negocio”– según el Diario La Tercera.

Hechos que los estudiantes de las universidades del Grupo Laureate hemos denunciado desde mucho antes que saliera a la luz dicha información.

Nos parece aberrante que la ministra Delpiano declare que desconoce que este grupo transnacional lucra, haciéndose clara la falta de voluntad política por parte del gobierno para enfrentar al actual sistema educacional,  demostrando como gran parte de la Nueva Mayoría sigue defendiendo los intereses de aquellos que han hecho de la educación un negocio, como por ejemplo Mariana Aylwin donde declara «Laureate tiene un prestigio en el mundo y no ha retirado ganancias».

Por parte de la vieja política solo vemos intereses creados, donde nosotros los estudiantes y el movimiento estudiantil en su conjunto vemos derechos sociales y universales.

Nuestro ánimo no es caer en defensas corporativas de las universidades o caer en un carácter economicista, sino volver a instalar la discusión sobre la construcción de un sistema educacional al servicio de la sociedad donde tenga total sentido financiar a las instituciones ajustadas con un proyecto nacional. Se debe velar para que las comunidades universitarias sean el real sentido de los planteles educativos y no así sus controladores o las diferentes figuras que las rigen, con el fin de que la democracia universitaria sea la base para definir qué Universidad es la que queremos para nuestras sociedad y para Chile.

* Nicolás Pereira
Estudiante de la Universidad Andrés Bello, Viña del Mar y militante Movimiento Autonomista.