@onelortiz
El litio es un metal blando utilizado en la fabricación de baterías de teléfonos móviles, computadoras y autos eléctricos. Desde teléfonos hasta bicicletas, pasando por medicinas y complementos alimenticios. En este siglo, se convirtió en uno de los minerales más codiciados en el planeta. Se trata de una materia prima clave para el desarrollo de nuevas tecnologías, particularmente la construcción de pilas para automóviles, por lo cual resulta correcto que el Estado mexicano mantenga el control sobre este recurso estratégico.
El litio es el metal más liviano. No se encuentra en forma pura en la naturaleza, está contenido dentro de minerales estables en rocas duras, en solución en cuerpos de salmueras dentro de lagunas de sal, en agua de mar o salmueras geotermales, así como en forma de arcillas. Este es el caso del localizado en México, donde existen casi 250 mil toneladas de reservas probadas en Sonora.
Es un recurso valioso pero escaso. ¿Dónde hay litio? Más de 60% se encuentra en el triángulo formado por las fronteras de Bolivia, Chile y Argentina; en algunas regiones de China, Australia, Estados Unidos y, ahora sabemos, en México. El proceso de extracción es complejo y de no realizarse adecuadamente puede provocar grandes afectaciones a la naturaleza. En Sudamérica su extracción requiere de grandes cantidades de agua en una de las regiones más áridas del planeta. Extraerlo de las profundidades del mar, como lo pretenden hacer algunas empresas chinas, puede producir efectos desconocidos en los ecosistemas marinos.
También está presente un fuerte componente político. No es un dato menor las afirmaciones que señalan que el reciente golpe de Estado en Bolivia tuvo como trasfondo el control del litio en esa nación sudamericana.
En México la extracción se realizaría a cielo abierto en cientos de hectáreas, impactando de manera sustancial el medio ambiente y afectando tierras comunales y ejidales. Se sabe que existen más de 24 mil concesiones mineras y proyectos en marcha.
¿Qué propone AMLO respecto del litio? Establecer en los artículos 25 y 28 constitucionales que este metal sea propiedad de la Nación. Que no se otorgarán concesiones y no constituirá un monopolio las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en este mineral estratégico. En los transitorios propone que las concesiones mineras otorgadas por el Estado mexicano y por las cuales ya se está explorando y/o explotando oro, plata, cobre y otros minerales se conserven en los términos otorgados. Es decir, que dichas concesiones no amparen la explotación y producción de litio. Precisa que a las concesiones mineras otorgadas por el Estado y en que a la fecha existen antecedentes de exploración de litio debidamente avalados por la Secretaría de Economía, no les será aplicada esta restricción.
El presidente envió juntas la reforma al sector eléctrico y al litio, el tema es el mismo: el control del Estado sobre sus recursos estratégicos, pero son guisos diferentes, se cuecen en recipientes separados. En el proceso de discusión que se desarrolle en el Congreso de la Unión, sería conveniente la discusión particular de cada una de dichas reformas.
Eso pienso yo, ¿usted que opina? La política es de bronce.