El NO a Castilla y el incremento de los ingresos tributarios

Contrariamente a los que trasmiten los medios de comunicación y una gran cantidad de expertos, la decisión de la Corte Suprema de no aprobar el EIA de la termoeléctrica Castilla, es muy beneficiosa para la economía chilena, sobretodo para el Fisco que percibirá en los próximos 3 o 4 años varios miles de millones de […]

El NO a Castilla y el incremento de los ingresos tributarios

Autor: Leonel Retamal

Contrariamente a los que trasmiten los medios de comunicación y una gran cantidad de expertos, la decisión de la Corte Suprema de no aprobar el EIA de la termoeléctrica Castilla, es muy beneficiosa para la economía chilena, sobretodo para el Fisco que percibirá en los próximos 3 o 4 años varios miles de millones de dólares de mayor tributación. La no construcción de Castilla va a permitir que el precio del cobre se mantenga sobre los 3 dólares la libra en los próximos años, y de la mantención del precio derivan los miles de millones de dólares que recibirá el Fisco, gracias a la paralización de Castilla.

Pero si además de Castilla no se construye HidroAysén y tampoco la carretera eléctrica, en ese caso el precio del cobre podría alcanzar los 5 dólares la libra, y los ingresos tributarios se multiplicarían, y se mantendrían por muchos años más. ¿Qué tiene que ver la no construcción de Castilla e HidroAysén con el aumento del precio del cobre? Es eso lo que vamos a explicar, pero solo quedará claro al final de este análisis.

Si bien anteriormente se negaba, ahora ya nadie se atreve a negar que la termoeléctrica Castilla e HidroAysén se debían construir para abastecer de energía a los grandes proyectos mineros del norte chileno. La construcción de Castilla después del supremaso aún sigue siendo factible, pero su puesta en marcha podría demorar varios años. HidroAysén, sin que se apruebe la carretera eléctrica, deja de ser factible o su puesta en marcha se retrasaría varios años. El problema es que sin esas centrales eléctricas, no puede ponerse en marcha ningún proyecto minero de gran envergadura en el norte de Chile.

Todos los proyectos mineros necesitan mucha energía eléctrica para sus procesos productivos. Pero la falta de energía eléctrica no es el principal obstáculo a la puesta en marcha de nuevos proyectos mineros, sino la falta de agua. Los procesos mineros necesitan enormes cantidades de agua, sobretodo para el transporte de los concentrados hasta los puertos de embarque. Es la falta de agua la que tiene estancado todos los nuevos proyectos mineros, en razón que ya no existe agua en el norte. Los yacimientos mineros que ya están en explotación, se chuparon toda el agua del norte, que les fue regalada por los 4 gobiernos anteriores. El actual o cualquier futuro gobierno ya no lo pueden seguir entregando derechos de agua a las mineras, por la sencilla razón que ya no queda más agua en el norte. Falta incluso agua potable para varios pueblos y ciudades del norte. Para que nuevos proyectos mineros vean la luz, necesitan tener mucha agua la que solo se puede obtener desalinizando el agua de mar.

Para poder desalinizar el agua del mar, y además, para transportar por tubería esa agua hasta las plantas de procesamiento de minerales que por lo general se encuentran en zonas cordilleranas, se requieren enormes cantidades de energía eléctrica. Es fundamentalmente para desalinizar el agua del mar, que las mineras requieren que se construya Castilla, HidroAysén y otras termoeléctricas. Es precisamente por esa falta de agua que la producción chilena de cobre comenzó a estancarse a partir del año 2004, y a consecuencia de ello comenzó a subir considerablemente el precio del cobre, como lo demuestran las cifras que analizaremos a continuación, que hemos sacado del Anuario 2011 de www.cochilco.cl.

El año 2004 el precio del cobre subió, a un promedio anual de 1,3 dólares la libra, a 1,67 el 2005, 3 dólares el 2006 hasta alcanzar 4 dólares la libra el 2011. De 1996 a 2003 el cobre estuvo por debajo de un dólar la libra (en ciertos períodos estuvo a 60 centavos de dólar). En 1989 el precio del cobre era de 1,5 dólares la libra, y 10 años más tarde pasó a 0,7 dólares. El colapso del del precio del cobre se debía a la enorme sobreproducción que habían generado las transnacionales mineras en Chile, que pasaron de una producción de 220 mil toneladas en 1989, a 2,9 millones de toneladas en 1999 y 3,9 millones de toneladas el año 2004. A modo de comparación, la producción MUNDIAL de cobre, entre 1973 y 1989 había aumentado solo en 1,5 millones de toneladas.

Los aportes de Codelco pasaron de US$ 2.300 millones en 1989, a solo US$ 272 millones en 1999, perdiendo miles de millones de dólares durante los años noventa por el colapso del precio del cobre generado por la sobreproducción de las mineras extranjeras. Por su parte, la casi totalidad de las mineras extranjeras no pagaron un solo dólar de impuesto a la renta, aduciendo que no tenían utilidades porque el precio del cobre era muy bajo. Pero todo comenzó a cambiar a partir de 2004, con la desaparición de los stocks y el aumento constante del precio del cobre. Con el aumento importante del precio, las mineras extranjeras ya no podían aducir que no tenían utilidades y comenzaron a tributar sobre todo a partir del año 2006. Es así como desde el año 2004 a 2011 han tributado alrededor de US$ 20 mil millones, mientras que desde 1990 hasta el 2004 habían pagado alrededor de US$ 800 millones solamente. Por su parte, Codelco ha aportado al Estado alrededor de US$ 50 mil millones desde el 2004 a 2011, mientras que desde 1990 a 2004 había aportado poco más de US$ 11 mil millones solamente. Esos importantes ingresos tributarios gracias al alto precio del cobre, es lo que arriesgaba perder si se aprobaba la central Castilla. Lo que pasamos finalmente a explicar.

Los expertos al servicio de las mineras nos dicen que el precio del cobre ha aumentado gracias al importante crecimiento de la demanda china, mientras que la realidad es que ello se debe al estancamiento de la oferta chilena, por el agotamiento del agua en el norte.

Analizaremos posteriormente la demanda china, ahora ocupémonos de la producción chilena de cobre, que aporta más del 50% de todo el cobre de mina que se comercializa en el mundo, por lo tanto todo lo que pase con la producción chilena afecta directamente su precio. Volvemos a insistir que todos los datos son sacados del Anuario 2011 de www.cochilco.cl. En el período de 7 años que va de 1997 a 2004, ambos años incluidos, la producción chilena pasó (en miles de T.) de 3.392 a 5.412, aumentando en 2,02 millones de toneladas con un crecimiento promedio anual de 288 mil toneladas. Mientras que en el período de 7 años que va de 2004 a 2011, la producción chilena en vez de subir bajó a 5.263 el 2011, con uns disminución en el período de 136 mil T., es decir Chile disminuyó en casi 2 millones de T. su producción de cobre, en relación a lo que había aumentado de 1997 a 2004. Bastaría con estas cifras para probar que el aumento del precio del cobre se debió a la muy importante caída de la oferta de cobre del principal productor del mundo.

Ahora veamos la demanda o consumo mundial de cobre refinado. Entre 1997 y 2004 este aumentó de 3,6 millones de T., pasando de 13,1 a 16,7 millones de T., mientras que entre 2004 y 2011 este consumo aumentó de 2,8 millones solamente, alcanzando 19,4 millones de T. el 2011. Es decir, el consumo mundial siguió creciendo pero a un ritmo bastante inferior al de los 7 años anteriores al 2004, por lo tanto no existe un crecimiento extraordinario del consumo mundial, sino una caída de poco de alrededor de 2 millones de T. de la oferta chilena.¿Y qué pasa con el famoso aumento de la demanda china? Ella efectivamente creció en forma extraordinaria, pasando de 3,4 millones de T. el 2004, a 7,9 millones el 2011, con un crecimiento de 4,5 millones de toneladas, pero paralelamente, bajó el consumo en la mayor parte de los países desarrollados y emergentes del mundo. Por ejemplo, entre 2004 y 2011 el consumo de cobre refinado de EEUU bajó en 654 mil T., Francia bajó en 353 mil T., es decir poco más de 1 millón de T. Otros 5 países sumados, Reino Unido, Canadá, Japón, Corea del Sur y Taiwan disminuyeron en otro millón de T., más una serie de baja en otros países de menor envergadura económica, lo que hace que el importante incremento de la demanda china, sea contrarrestada por la caída en el resto del mundo.

¿Por qué crece tanto el consumo de cobre en China y disminuye el de los países desarrollados y emergentes? Principalmente porque cientos o miles de fábricas de EEUU, Europa, Japón, en incluso Taiwan y Corea del Sur, se cierran y se construyen en China, produciendo entonces un “desplazamiento” de la importante demanda industrial de cobre hacia China. El precio del cobre comenzó a subir a partir de 2004, a pesar que existía un descenso en el crecimiento de la demanda mundial de cobre. Lo que produjo el aumento del precio del cobre, que lo mantiene por sobre los 3 dólares le libra desde el año 2006, es evidentemente la importante caída de la oferta chilena, gracias a que se agotó el agua en el norte de Chile, un fenómeno físico que nada tiene que ver con el mercado. El estancamiento de la producción chilena es la que ha permitido el aumento del precio del cobre, y de los multimillonarios ingresos del Fisco chileno, y que ha permitido que la crisis financiera mundial no afecte a nuestro país.

Ahora ya podemos estar en condiciones de comprender por qué la paralización de la Termoeléctrica Castilla tiene una incidencia directa en la mantención de un elevado precio del cobre, en razón que no se pueden poner en marcha una serie de proyectos mineros, por falta de agua y de energía eléctrica.

Julián Alcayaga O.

Economista

www.defensadelcobre.cl


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