El problema no es sólo de gestión, es la privatización del agua

Hoy jueves 25 de marzo nos enteramos por la prensa de que se crea el Ministerio de Obras Públicas y Recursos Hídricos, creándose a su vez una nueva Subsecretaría al respecto, todas propuestas derivadas del trabajo de la Mesa Nacional del Agua.

Hay que enfatizar que el problema del agua en Chile es un tema estructural, que deriva de la privatización y mercantilización de este bien común natural, mediante el Código de Aguas de 1981, que si bien reconoce el agua como bien nacional de uso público su acceso es a través de derechos de aprovechamiento del agua, creando un mercado en que se puede comprar, vender, arrendar y hasta hipotecar el agua.

En Chile no sólo se han acaparado los derechos de agua por parte de diversos agentes extractivistas, como el agro-negocio, las forestales y las mineras, sino que también nos encontramos ante una usurpación constante por parte de grandes corporaciones y grupos económicos, como por ejemplo la empresa agrícola de Andrónico Luksic, que extraía agua ilegalmente en el Valle del Elqui. Debemos enfatizar que además se han sobre-otorgado derechos de aprovechamiento más allá de la capacidad de recarga hídrica de las cuencas.

Tenemos claridad, el problema del agua en nuestro país es producto de una hidro-política del despojo y saqueo que se ha ido consolidando en todos estos años de neoliberalismo extractivista.

Nos encontramos en un tiempo constituyente, de debate respecto de los principios y derechos que deben estar presentes en una nueva Constitución, y como ello derivará en leyes y en una nueva institucionalidad, y por lo mismo, es una burla la creación de este ministerio a puertas cerradas, desconociendo y desvalidando los diversos procesos de reflexión y debate de las comunidades, los pueblos y los territorios respecto de la necesidad de una gestión comunitaria.

Llevamos años desde el Movimiento por el Agua y los Territorios – MAT señalando la importancia de derogar el Código de Aguas y crear un nuevo cuerpo normativo en que el agua (y sus diversos cuerpos) sea reconocido como derecho humano y de la naturaleza, desde su gestión comunitaria por cuenca y subcuenca, en que se priorice tanto el consumo humano como el resguardo de los ciclos hidrológicos para la protección y restauración de los ecosistemas.

El fin a décadas de privatización de los diversos cuerpos de agua será la única forma de transición socio-ecológica para los buenos vivires de todos los pueblos y de la naturaleza.

Por Francisca Fernández Droguett

Antropóloga y Doctora en Estudios Americanos

Integrante del Movimiento por el Agua y los Territorios-MAT

Candidata constituyente por el Distrito 10 en la Lista Movimientos Sociales: Unidad de Independientes