Las elecciones en Bolivia dejaron un resultado esperado, el Presidente Evo Morales ganó con un 61,1% y una oposición fragmentada, que oscilaba entre la ultra-derecha representada por el ex Presidente Jorge Quiroga con un discurso privatizador de los recursos naturales y también con un retorno al pasado neoliberal; y un conservador de centro-derecha, el empresario Samuel Doria Medina, también con un pasado neoliberal y privatizador de las empresas del Estado. Es decir, nada nuevo bajo el sol.
Empero esto no es lo trascendental de esta elección presidencial debido a que el Presidente Evo Morales nos tiene acostumbrados a ganar con más del 50% las elecciones en las que participa. Estos comicios electorales tuvieron dos factores que, sin lugar a dudas, impelen a re-pensar el proceso de cambio que vive el país, y también, a realizar proyecciones sobre la dirección a la cual se dirige este proceso.
{destacado-1} El primero es la victoria del Movimiento al Socialismo– partido del Presidente Evo Morales- en el departamento de Santa Cruz, región acostumbrada por más de 40 años a votar por gobiernos conservadores y reaccionarios, además de ser el pivote de la reacción boliviana en los últimos años. En aquel departamento se trató de realizar un golpe de estado el año 2009 contra el gobierno del MAS y se trató de balcanizar el país con un claro protagonismo de la intromisión estadounidense.
El segundo factor es que el gobierno del Presidente Evo se convertirá en los siguientes años en el gobierno con mayor cantidad de tiempo y estabilidad social en la historia del país desde la fundación de la república colonial el año 1825, es decir, todo un hito en la historia del país. Siendo Bolivia un país acostumbrado a los conflictos sociales y a la poca estabilidad política (En el periodo neoliberal se sucedieron desde el años 1998-2005, cinco gobiernos constitucionales por muerte, renuncia, etc.), este fenómeno es algo realmente digno de ser estudiado.
Estas dos variables (El tiempo de Evo en el gobierno y la victoria de las fuerzas progresistas en el bastión más reaccionario del país) son fundamentales para entender lo que está pasando ahora en Bolivia. En la actualidad existe una clara aproximación del gobierno del Presidente Evo hacia sectores de la burguesía de Santa Cruz, en otrora opositores, y también a ciertos elementos reaccionarios de la política interna, esto puede entenderse de dos maneras: la necesidad de construir una proyecto hegemónico que sea solvente en las estructuras sociales más básicas del país y de profundizar los cambios políticos y sociales que están siendo llevados a cabo no pueden dejar de lado a la burguesía nacional para su cumplimiento, la segunda cosa es que el gobierno del Presidente Evo está cumpliendo las tareas democrático burguesas incompletas por decenas de gobiernos burgueses que no respondían a los intereses nacionales desde la fundación del país-salvo excepciones-.
La victoria en Santa Cruz de la Sierra crea muchas dudas del devenir del proceso de cambio, entre ellas: ¿Hacia dónde va el proceso político comandado por el Presidente Evo Morales y su gobierno? ¿El campo político boliviano migró hacia la izquierda? ¿Se derechizó el gobierno de Evo? ¿Se izquierdizo el departamento de Santa Cruz? ¿La burguesía cruceña cambió su parecer sobre el proceso político del Presidente Evo? ¿Es sólo pragmatismo político o existe una necesidad histórica para realizar estos acuerdos? ¿Qué incidencia tiene en la historia del país que Evo sea el Presidente que más tiempo duró en el gobierno? ¿Cómo se rescribirá la historia del país después de esto? Etc.
A lo largo de estos artículos breves se tratará de responder a todas estas cuestionantes y de esbozar posibles resultados futuros.