Ella Baila Sola

Ella Baila Sola es un dúo español que estuvo activo entre 1996 y 2001, formado por Marilia Andrés y Marta Botía. De ellas, solo Marta Botía está activa. Estas dos jóvenes saltaron a la fama cuando a mediados de 1996 publicaron el primer sencillo de su carrera: ‘Lo echamos a suertes’, canción que sería un éxito en España y América. En sólo unos meses ya habían conseguido vender más de un millón y medio de copias de su álbum debut, consiguiendo ser uno de los tres discos más vendidos de ese año. Además de ‘Lo echamos a suertes’, también destacan composiciones como ‘Amores de barra’, ‘Y Quisiera’ y ‘Cuando los sapos bailen flamenco’.

Pese al éxito alcanzado, sus diferencias personales propiciaron la ruptura en octubre de 2001. Marta Botía y Marilia Andrés se conocieron en el colegio San Agustín de Madrid gracias a una amiga en común mientras cursaban la secundaria. Tras cantar juntas de manera informal, las muchachas decidieron probar suerte en el mundo de la música. Para ello, se unieron a un grupo de rock donde hacían los coros. Luego crearon su propio grupo. En el verano de 1998 grabaron su segundo disco, E.B.S., que incluía 15 nuevas canciones.

En septiembre de 2000 grabaron el tercer y por el momento último disco, titulado Marta & Marilia, que contiene 12 temas que siguen el estilo del primer álbum. Se puso a la venta el 20 de noviembre, con el tema ‘Cómo repartimos los amigos’ como primer sencillo, que pronto llegó al número uno de las listas. Un año después EMI-Odeón puso a la venta un disco recopilatorio llamado Ella Baila Sola. Grandes Éxitos, con 20 canciones extraídas de sus tres discos anteriores. Un mes después las cantantes iniciaron carreras en solitario.

En verano de 2009 Marta Botía confirmó el regreso del dúo, pero sin Marilia, acompañada por la madrileña Rocío Pavón. El dúo pasó a llamarse E.B.S., siglas de Ella Baila Sola. En septiembre de 2009 salió el que sería su nuevo álbum bajo el nombre Despierta. En 2010 comenzaron una gira por España. En 2013 se produce una nueva disolución del grupo, debido a las diferencias de Rocío Pavón con el manager. En 2015 Marta Boitía edita nuevo disco solista y empieza a dar giras paralelas con show de Ella Baila Sola, ahora con una nueva integrante.

Mientras que Marta Botía inició su camino como solista, a los pocos meses Marilia Andrés Casares abandonó España, radicándose en Nueva York. Marilia colaboró con otros artistas. Tras componer varios temas decidió compartirlos de nuevo y sacar otro disco, por lo que se marchó a Londres para grabarlo. En la actualidad Marilia vive en Madrid y acaba de sacar el disco grabado en Gran Bretaña, que vio la luz en septiembre de 2013, titulado ‘Subir una montaña’.

El 18 de febrero de 2015, Ella Baila Sola fue detenida en Antofagasta, junto a la banda Amistades Peligrosas. Ambas agrupaciones hispanas fueron apresadas por la PDI debido a la realización de conciertos sin la debida visa de trabajo. Al momento de su control los cantantes reconocieron llevar un tiempo en el país realizando actuaciones sin contar con los permisos correspondientes. Ella Baila Sola, se encontraba desde el 15 de enero en Antofagasta, mientras que sus compatriotas de Amistades Peligrosas, lo hacían desde el 30 del mismo mes.

El relato anterior está basado en una historia verídica, cualquier semejanza con la realidad, es mera coincidencia.

¿Acaso alguien, en su sano juicio, podría relacionar títulos de Ella Baila Sola, como ‘Lo echamos a suertes’, ‘Amores de barra’, ‘Cuando los sapos bailen flamenco’, ‘Cómo repartimos los amigos’, ‘Despierta’, o ‘Subir una montaña’, con la historia reciente de la Concertación criolla, hoy Nueva Mayoría, o con la suerte corrida por la ex residente de Nueva York que, de echarlo todo a la suerte, y habiendo participado en los últimos coros del PS, terminó a los besos con los mismos borrachos de antaño, muchos de ellos intoxicados con el progresismo afrancesado de Las Lanzas o el Liguria, perdiendo su valioso capital político a manos de una quimera tan poética y fantasiosa como ver danzar flamenco a los sapos, a sabiendas que sus colaboradores eran los mismos mediocres de la otra vez: lerdos, ineptos, con el carné del partido en la mano; mucho peor, MB (Marta Botía) acaso hoy no está en un callejón sin salida, donde no sabe cómo repartirse los (pocos) amigos que habitarán la borra cuando acabe el festín, en el evento que logre zafar de semejante embrollo, considerando que todos y cada uno de ellos, hoy tienen agenda propia, todos quieren grabar su CD en solitario; acaso MB no acabó subiendo sola una pesada montaña a causa de su alianza con sus respectivas amistades peligrosas, entre ellas, oh, cruel destino, su niño mimado?

Imaginó alguna vez MB, mientras paseaba anónima por Fifth Avenue, cual Marilia ilusionada, que un día su visitante circunstancial, el ‘galán rural’, saltaría a la fama como solista con disco propio del sello AyN, empujándola a las fauces hambrientas. Peor todavía, habrá pasado por la cabeza de MB que antes de completar el segundo año de su retorno a Palacio, terminaría sola y triste, enterándose por la prensa del sino apocalíptico de su gestión desganada, sin siquiera un cardenal apto para la fiesta ecuménica, donde ella canta con el himnario en la mano, y que, vaya maldita coincidencia, habrá vislumbrado la posibilidad de bailar solita en las fondas del Parque, ya que ninguno de sus antiguos amigos, cobardes y oportunistas, hoy está disponibles para bailar con la fea. A pesar que MB no es fea. ¡Despierta, coño!