Por Hugo Fazio, economista y director del CENDA.
En la Enade, el presidente Gabriel Boric colocó en el centro de los objetivos económicos y sociales que se plantean, la aprobación del regresivo proyecto de ley de reforma de pensiones, que permanece en discusión en el parlamento. “Toda discusión sobre algo tan importante como el sistema político -había dicho a la prensa antes de la Enade- va o debiera ser posterior a que zanjemos la discusión que yo diría más le importa a los chilenos, que es la reforma de las pensiones”.
En cambio, en la fase previa a la Enade se había puesto por la derecha en primer lugar las modificaciones a hacer en el sistema político, que se iniciaría con cambios en el sistema electoral. En las juntas de accionistas de las sociedades anónimas abiertas, los discursos de varios presidentes fueron fuertemente críticos a la gestión gubernamental y se habló de estancamiento económico y de la paralización de proyectos. Una encuesta efectuada a los socios de Icare mostró que el 80% de las empresas tenían proyectos detenidos.
“La confianza pasa -señaló Óscar Hasbún, alto ejecutivo del grupo Luksic y primer vicepresidente de Sofofa- porque tengamos proyectos de ley que construyan confianzas. Se recupera con actos concretos y no con palabras. Se requieren señales muy claras, más que de los discursos, de las cosas concretas que se presenten (…). El que tiene la facultad legislativa es el Ejecutivo en pensiones y en impuestos. A él le corresponde presentar las indicaciones que realmente produzcan este acercamiento” (29/04/24).
Boric se vio obligado a precisar el orden de enfocar los temas. “Lo que he afirmado, y sostengo -señaló- es que sería insultante para la mayoría de la población y contribuiría al desprestigio de la política es que quienes estamos y somos parte de este oficio digno, noble, que es la política seamos capaces, como espero que lo seamos, de sacar adelante modificaciones sobre las reglas que rigen nuestra actividad, pero no logremos en cambio un acuerdo sobre algo tan urgente que afecta a la mayoría de nuestros compatriotas y en la que nos hemos demorado más de una década como es la reforma de pensiones” (28/04/24).
Sobre la reforma del sistema político, que en su diálogo con la prensa Boric sostuvo que debería ser visto posteriormente a que se zanjase el tema previsional, se preocupó en la Enade de dejar en claro que “como presidente de la República estoy a favor de una reforma de nuestro sistema político”. Y que ojalá se pueda resolver durante su gobierno. Se lograba así por el empresariado poner en primer plano uno de los puntos principales de sus objetivos.
Es necesario tener siempre presentes las razones de fondo porque no se ha avanzado en los proyectos planteados por el gobierno en materia fiscal y previsional. En ambos temas los esfuerzos efectuados fue buscar su aprobación en un parlamento en que no tiene mayoría y podía solo lograrlo si reúne los votos necesarios. En lo fiscal la derecha se opone en general a nuevos impuestos y en especial a los que gravan a los grandes intereses económicos. El gobierno sigue sin plantearse terminar con el déficit fiscal, poniendo fin al financiamiento actual del sistema previsional, cuando un alto porcentaje de las cotizaciones efectuadas se desvían hacia el mercado de capitales o, dicho más claramente se ponen a disposición del capital, cubriéndose un gran porcentaje de los beneficios entregados con gasto público.
El principal ingreso nuevo originado durante los dos primeros años de la administración Boric fue el royalty minero llegando a acuerdo con las grandes empresas del sector en un proyecto que proporcionó ciertos ingresos adicionales, pero estableciendo un techo al gravamen decidido, siendo por tanto una retribución extra a recibir por la empresa exportadora, dejando además de lado algunas formulaciones del proyecto inicial que significaban otorgar beneficios si se avanzaba en colocar en el mercado menos concentrados de cobre y se reemplazaba por producción de mayor valor agregado. Finalmente, el proyecto aprobado constituyó un aumento reducido de ingresos, no modificando en nada la estructura de las exportaciones, y tuvo en cuenta el hecho positivo que un cierto porcentaje de los ingresos se destinarán a las zonas mineras.
La reforma previsional, como queda claro de la intervención de Boric en la Enade, quedó como un objetivo prioritario económico central del gobierno. Siendo un proyecto regresivo, que establece en los hechos un mayor gravamen a los trabajadores, no destinando una parte significativa de los nuevos recursos obtenidos al objetivo previsional sino que al mercado de capitales, y no pone fin a un sistema como el de las AFP fuertemente cuestionado. Con un proyecto de reforma de esta naturaleza es imposible concebirlo que “sea un triunfo de todos, del cual nuestros compatriotas -como desea Boric- se sientan orgullosos, porque somos capaces de ponernos de acuerdo” (27/04/24).
En materia de crecimiento económico, el ministro de Hacienda informó que el gobierno tiene como objetivo que se obtenga una cifra mayor que la alcanzada como promedio en los últimos ocho años. “Del análisis de las cifras de crecimiento histórico reportadas por el Banco Central, se concluye -comentó “Temas Económicos” de El Mercurio- que ésta es, en realidad, una meta inocua: desde 2016, el PIB de Chile ha crecido en promedio solo un 1,9%, guarismo que se sitúa por debajo de las predicciones para 2024 y 2025”.
Mario Marcel en su intervención en Enade afirmó que “la economía ha retomado una senda de crecimiento a partir de julio de 2023. El crecimiento promedio mensual desde esa fecha hasta febrero de 2024 alcanza 0,4%, lo que equivale a más de un 4% anual. Los últimos datos de actividad validan un crecimiento de alrededor de 2,5% en 2024. La actividad -concluyó- ha superado su máximo histórico. El ajuste fue eficiente”. En su intervención Marcel habló de que la inversión es “necesaria” para reactivar la actividad sostenidamente y destacó el aporte de las políticas monetaria y fiscal a esta evolución.
No se entiende a cuál máximo histórico se refiere Marcel. La caída en general en la inversión, y particularmente en la construcción, muestran los graves problemas que subsisten. Desde luego una política monetaria contractiva como la experimentada en el país a lo que influyó fue al curso recesivo que tuvo la economía. Y una política fiscal que se mueve con un límite que le establece la deuda fiscal tiene restricciones para actuar. A lo que se agrega las presiones provenientes del Consejo Fiscal Autónomo que ha hecho notar que la estrecha situación de las finanzas públicas se refleja en el aumento sostenido de la deuda pública en los últimos 16 años y en los déficits estructurales, haciendo mención a que las mejoras en las cuentas estatales en 2022 (cuando se redujo fuertemente el gasto público) se revirtieron durante 2023.
Una de las conclusiones a sacar de la Enade es que en las formulaciones del presidente y sus ministros, cuando se encuentra ya en su penúltimo año el gobierno quedaron fuera de los objetivos definitivamente de encarar transformaciones de fondo imprescindibles para el país, peor aún se insiste en colocar en primer lugar de sus prioridades un proyecto que va en contra de los trabajadores y con el cual se busca traspasar recursos que deberían destinarse a fines previsionales para ser utilizados en el mercado de capitales. De otra parte, que en la más grande de las reuniones del empresariado se pretendió ganarlo para que sus participantes apoyen estas iniciativas.
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